La cuesta de enero más empinada

Le siguen el apartado de menaje (3,2%), hoteles, cafés y restaurantes (3%), bebidas alcohólicas y tabaco (1,7%), enseñanza (1,6%), ocio y cultura (1,5%), medicina (1,3%), y vestido y calzado (1,1%). Aún sin estar recuperados del susto, la cesta de la compra sigue engordando y tras un barrido a los gastos diarios se constata que suben productos básicos de alimentación así como la gasolina, la luz o los impuestos.

Ese café sin el que 'no eres persona' por las mañanas saldrá más caro a partir de ahora. ¿Cómo de caro? Unos 5 céntimos más, depende del establecimiento donde se consuma. Los precios para un café con leche oscilan entre 1,30 y 1,60 euros. Las sequías, malas cosechas y problemas de transporte de los mayores productores de café del mundo han propiciado este aumento, entre otros. En el caso de cafés Panchito en Donostia, su encargada Ainhoa Torres explica que «hemos tenido que subir los precios de café de venta a granel por el encarecimiento de la materia prima en origen. En julio, esta subió un 40% y hasta ahora no habíamos revertido esta subida pero no nos ha quedado otra. También ha subido la luz, el embalaje para nuestras bolsas y el cartón muchísimo» lo que se traduce en un encarecimiento de 5 céntimos en el café para llevar y dos euros más en el kilo de café. «Nosotros sabemos que es una subida de precios que jamás habíamos tenido que hacer pero no ha habido más remedio», expone Torres.

La subida del precio de la luz se ha trasladado directamente a la cesta de la compra y en la empresa Congelados Irusta no son ajenos a esta situación que «aún» no saben cómo plantear. Aitor Maritxalar, gerente de la empresa y miembro de Gibak (Distribuidores de alimentos y bebidas de Gipuzkoa), se refiere a la dificultad de abordar una subida de precios que tarde o temprano tendrá que aplicar en sus productos, como verduras, pescados, mariscos o carnes. «Subir los precios tendremos que hacerlo seguro y tendría que ser una subida mínima de entre un 10-15%». Entre las causas, «las materias primas, que se han disparado, al igual que el cartón una barbaridad, y de luz pagamos el doble de factura. Imagina este pabellón de 1.000 metros cuadrados, lleno de cámaras de producto congelado. Antes pagábamos 3.000 euros al mes y desde finales de verano son 6.000 euros de luz». Maritxalar explica además que «hay mucho producto que se importa de todo el mundo y el tema del precio de los contenedores es bestial».

«Nadie regala nada», afirma claro y meridiano el carnicero Juan Losa para justificar la subida de precios que ha tenido que aplicar a sus productos. «La vaca ha subido bastante; yo antes pagaba 18 euros el kilo y ahora me lo han subido a 20 euros y la ternera también ha subido, aunque menos: de 4,95 a 5,45 más IVA, que es un 11,40% en total», detalla Losa, que no se olvida de los productos no perecederos que también tiene a la venta, como alubias, lentejas, anchoas o botes de menestra, que se han incrementado del 5% al 7%. Al final, si me lo suben a mí yo también tengo que hacerlo», resume consciente, por otro lado, de que «al cliente no puedes cargárselo todo en el precio porque si no el producto saldría carísimo así que hay que jugar con los porcentajes para compensar».

Losa explica que «hace tiempo que no subía la carne, se mantenía desde hace tres años igual», aunque a su juicio, el precio disparatado de la luz y el gasoil han desencadenado este incremento que «la clientela entiende».

Los panaderos afrontan desde hace meses importantes subidas en el precio de dos de sus principales costes: la harina y la energía. Así, el pan sube este año entre 5 y 10 céntimos cada barra, aunque algunas panaderías ya aplicaron este incremento el año pasado. En el caso de la panadería Basterra, obrador de panadería-pastelería artesana ubicada en el centro de la capital guipuzcoana, optaron por mantener los precios, también los festivos, hasta que este año han tenido que incrementarlos. «La harina subió el año pasado unas tres veces, al igual que la mantequilla otras tres o cuatro en un año; cada vez tenía que pagar un euro más por el kilo. Al final, si utilizas buenas materias primas, pues sube el precio final», razona Cristina Basterra, que elabora a diario desde baguetes a un precio de 1,40 euros la barra pequeña, hasta panes especiales como su tradicional 'Donosti', una hogaza alargada de miga blanca con 18 horas de fermentación; la barra de cereales, con centeno y espelta, la de maíz o 'fabiolas' (pan español). En este caso, ha incrementado 10 céntimos cada barra.

Circular por las carreteras guipuzcoanas también supondrá unos céntimos más este año. La Diputación Foral de Gipuzkoa ha actualizado las tarifas de las vías forales de peaje AP-1 y AP-8 para el 2022, que suben un 3,3%, según la información facilitada por el organismo foral y la agencia Bidegi. Así, a partir de ahora si los coches pagaban 11,94 euros en el peaje de Zarautz desde Donostia a Bilbao, ahora tendrán que desembolsar 12,35 euros; en el tramo Arrasate-Mondragon/Vitoria por la AP-1, el importe asciende a los 9,20 euros frente a los 8,90 del año anterior y habrá que pagar 1,47 euros por el peaje de Oiartzun desde Donostia, frente a los 1,42 euros. El peaje de Eibar sube de los 6,52 euros a los 6,74 euros.

En lo referente a las tasas e impuestos municipales para este año toca subida de precios. En el caso que ocupa este capítulo, el incremento en la capital guipuzcoana para la tasa doméstica de basuras será del 1%. Se congela la tasa para los sectores del comercio y la hostelería y aumenta un 3% para los grandes generadores de basura. Sube la OTA un 1% en zona verde, un 1,5% en zona azul y un 2,5% en zona roja y especial. En cuanto al IBI, se reduce el valor catastral que exime del pago del recargo por vivienda vacía hasta los 170.000 euros, lo que supone una bajada de 55.000 euros con respecto al límite anterior. En otros municipios como Beasain o Irun, las tasas e impuestos municipales quedan congelados.

Mandar una carta por correo postal costará algo más. Correos ha subido un 7% el precio de los sellos para el envío de cartas y tarjetas postales normalizadas y de hasta veinte gramos de peso a destinos nacionales para 2022. Ahora, la tarifa pasará a ser de 0,75 euros, lo que supone un aumento de cinco céntimos. Si la carta es certificada, el aumento es del 8,4% de 4,15 a 4,50 euros.

La gasolina y el gasoil siguen socavando la cartera de quienes van al volante y llenar el depósito cada vez cuesta más. El litro de gasolina se eleva hasta los 1,545 euros (en diciembre se situaba en 1,525 euros). Tomando como referencia la gasolinera con los precios más competitivos de Gipuzkoa (Merkaoil, en Lezo), el precio de la gasolina 95 ha evolucionado de los 1,379 euros el litro que mostraba el pasado diciembre a los 1,419 de hoy. En el caso del gasoil, el precio medio del litro se sitúa en los 1,428 euros frente a los 1,397 euros de hace un mes. La misma estación de servicio tiene el litro de gasóleo a 1,289 euros frente a los 1,259 euros de hace un mes.

La temida factura de la luz continuará dando sustos. Fue el pasado verano cuando comenzaron a saltar las alarmas hasta alcanzar unos máximos históricos que están pasando factura en cadena. El precio medio de la electricidad repuntó un 2,7% el martes, 11 con respecto al día anterior, y tocó su nivel más alto en este arranque de 2022, superando la cota de los 220 euros MWh.