Una investigación sobre el envejecimiento saludable busca 80 voluntarios en Gipuzkoa

Envejecimiento saludable. Capacidades cognitivas. Son términos que protagonizan este proyecto. Pero, ¿qué significan exactamente? Oihana Vadillo, gerente de laboratorio del BCBL explica que el envejecimiento del cerebro comienza a partir de los «35 años». Reconoce que todos los estudios «que hacemos con personas sanas los hacemos con individuos de entre 18 y 35 años». Eso sí, explica, que es a partir de los 55 años cuando «se dan tasas de incidencias más elevadas de algunas patologías que tienen que ver con el envejecimiento y es un buen momento para empezar a fortalecer las estructurales cerebrales». No significa que desde esa edad se deje estar «activo cognitivamente» pero no se sabe «hasta qué punto las actividades intelectuales que hacemos son buenas y hasta qué medida. Por lo tanto, este experimento es un paso para empezar a medir esta cuestión».

Activo cognitivamente, por su parte, quiere decir que «sigamos leyendo, que sigamos aprendiendo algo nuevo, que nos enfrentemos a nuevos retos como aprender a utilizar nuevos aparatos electrónicos. En resumen, exigirle al cerebro un pequeño esfuerzo nuevo. Ir todos los días al hogar del jubilado a jugar la partida de cartas no es estar activo cognitivamente. Eso es un mantenimiento», señala Vadillo.

Sencillos juegos de ordenador

Los investigadores del BCBL llevan años volcados en el estudio de técnicas dirigidas a mejorar los procesos cognitivos y a retrasar el declive de algunas funciones cerebrales. De hecho, técnicas como el Entrenamiento Cognitivo Computarizado han permitido comprobar que jugar a videojuegos ayuda a mejorar algunas capacidades cognitivas como el lenguaje, la memoria, las funciones ejecutivas y la atención. «Pero el alcance de estos estudios ha sido limitado», dice la portavoz del centro. Hasta el momento «no hemos sido capaces de determinar si estas acciones afectan a las zonas del cerebro en las que se producen la demencia o un deterioro cognitivo en edades avanzadas», comenta. Por todo ello, este nuevo proyecto que busca voluntarios en todo el territorio guipuzcoano pretende «comprobar» qué beneficios arroja un programa de entrenamiento con sencillos juegos de ordenador diseñado específicamente para entrenar el lenguaje, la memoria y las funciones ejecutivas en adultos de entre 55 y 75 años.

El proyecto denominado 'Entrenamiento de capacidades cognitiva superiores en mayores: Efectos conductuales y bases cerebrales', se centrará, en concreto, en la detección precoz de marcadores asociados a la demencia en el lenguaje, la memoria y la función ejecutiva. Dice Oihana Vadillo que «estos aspectos son centrales en la vida de un individuo y son considerados como algunos de los aspectos que muestran un mayor deterioro durante el envejecimiento avanzado». Los resultados de esta investigación pueden tener un «alto impacto» científico y tener una «transferencia directa» a programas de entrenamiento cognitivo computarizado que pueden ser implementados en personas mayores «a modo de intervención no farmacológica que contribuya a su calidad de vida y bienestar», explica Kepa Paz-Alonso, investigador del centro.

En definitiva, dice Vadillo, «sabemos que cuanto más mayores nos hacemos nuestro cerebro empieza a funcionar de una manera diferente, muchas veces peor, y el objetivo es lograr que ese envejecimiento sea saludable, que haya situaciones que en vez de ir a peor vayan a mejor. Y para ello debemos saber qué tipo de actividades cerebrales son las mejores».

Condiciones para participar

Todas las personas interesadas en participar en este proyecto deben cumplir una serie de condiciones. Además de tener entre 55 y 75 años, «deben ser diestros, compatibles con resonancia magnética y sin historial de enfermedad neurológica o psiquiátrica». El estudio, que comenzará en febrero en Donostia pero para el que ya se puede dar el nombre, constará de tres fases. La primera, que se realizará en Miramon, «servirá para evaluar las capacidades cognitiva de los participantes a través de varias pruebas que mostrarán su inteligencia, la velocidad de la que son capaces de procesar la información y sus capacidades lingüísticas», dice Vadillo. En esta primera toma de contacto a los voluntarios se les realizará una resonancia magnética.

La segunda estará protagonizada por el Entrenamiento Cognitivo Computarizado, es decir, por realizar una serie de pruebas «muy sencillas y en grupos pequeños» con pantallas táctiles «muy sencillas de usar» que facilitan la interacción y la movilidad. Esta fase constará de 30 sesiones de 50 minutos en una o varias sedes por determinar, «serán sesiones diarias durante seis semanas», concretan. Por último, la tercera fase, de nuevo en Miramon, será idéntica a la primera - «fotos del cerebro y unos juegos» - para comprobar los efectos que ha tenido el entrenamiento. «Buscamos ver si esas pruebas que vamos a hacer hacen que algunas estructuras cerebrales cambien. Nosotros tenemos la hipótesis de que puede ser así, pero lo debemos comprobar empíricamente», explica Vadillo.