La incógnita del tramo de Gaintxurizketa paralizado

El futuro más inmediato de la alta velocidad en Euskadi tiene una parada obligatoria en Gaintxurizketa. A este tramo se refirió ayer expresamente el ministro de la Serna, que reconoció que los problemas con la empresa adjudicataria «no han sido una buena noticia», que puede comprometer el plazo de 2019 para la llegada de la alta velocidad desde Francia, a la espera de que culmine toda la Y vasca en 2023. Ayer, el máximo responsable de la cartera de Fomento no aventuró nuevas fechas pero sí mostró sus dudas en el cumplimiento del plazo por las consecuencias de la paralización de las obras en ese tramo. «Haremos todo lo posible» para llegar a 2019, pero casi se daba por seguro que incluso con un acelerón administrativo, los trabajos se prolongarán más de lo previsto, el último contratiempo del TAV.

Adif ha decidido rescindir y volver a sacar a licitación las obras pendientes, después de que los trabajos se hubieran paralizado semanas por la situación concursal de la empresa adjudicataria Coprosa, afectada por problemas de financiación. La gestora ferroviaria estatal ha intentado buscar la solución menos mala, que pasa por resolver el contrato actual, aunque se da por hecho que incluirá un retraso de varios meses hasta volver a relicitarlo. Esas obras consisten en adaptar el ancho de vía actual al ancho internacional, para que pueda circular la alta velocidad.