«Vía libre» a las obras de las plantas adjuntas a la incineradora de Zubieta

La batalla judicial que desencadenó el contrato de la incineradora de Zubieta ha despejado ahora el camino para la construcción de las plantas adjuntas -la de biometanización y la de valorización de escorias-, paralizadas por el recurso presentado en su día por las empresas Cespa y Campezo. El Tribunal Administrativo Foral de Recursos Contractuales, órgano interno de la Diputación, ha desestimado la demanda de estas dos compañías, lo que «da vía libre a la firma del contrato y permitirá iniciar las obras en breve y cumplir con los plazos previstos» de la segunda fase del llamado complejo medioambiental de Zubieta, se felicitó ayer el diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio.

Ocurrió lo mismo con la primera contratación del proyecto, el de la planta de valorización energética, que también fue recurrido, lo que conllevó en la práctica la paralización del contrato. Los plazos para tener todo el complejo en marcha se estrecharon ya entonces, pero el responsable foral afirmó ayer que se cumplirán los tiempos y que para otoño de 2019 todas las instalaciones del complejo estén en funcionamiento, incluida la incineradora.

El visto bueno judicial del tribunal foral permite reactivar la contratación de las plantas complementarias a la UTE adjudicataria liderada por FCC, junto con las empresas Garrai, Biergrim, Ecofert Sansoain, Urbycolan y Vytrusa. La firma del contrato se hará en cuanto se reciba la documentación pertinente, indicó la Diputación en una nota de prensa. De acuerdo a la oferta presentada por la UTE liderada por FCC, el plazo para la puesta en marcha de la planta de biometanización será de 11 meses y entrará en funcionamiento en verano de 2019. La planta de tratamiento mecánico biológico (TMB) se adelantará y entrará en servicio entre marzo y abril de 2019. La ejecución de la segunda fase se hará de forma paralela a las obras que ya levantan la incineradora en Zubieta, con el objetivo de que se termine a la par, lo que completaría el sistema de infraestructuras para el tratamiento de residuos.

La Diputación no ve peligrar el calendario. La parte recurrente tiene ahora la opción de acudir a la justicia ordinaria, en este caso sería el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). Pero esta vía ya no paralizaría el contrato, como sí ha ocurrido con el recurso interno. Sea como fuere, los tiempos tienen ahora que cumplirse al milímetro. Los trabajos deberían iniciarse como muy tarde entre noviembre y diciembre. «El Complejo Medioambiental permitirá a Gipuzkoa realizar una gestión ambiental avanzada, acorde a los objetivos europeos, y abandonar definitivamente un sistema obsoleto basado en los vertederos y en la dependencia exterior -por la basura que ahora se lleva a otros territorios-», remarcó ayer el diputado de Medio Ambiente.

Asensio aseguró que «gracias a la puesta en marcha de las dos fases del complejo medioambiental, Gipuzkoa tendrá solucionado el problema de los residuos al final de la legislatura y se habrá cumplido el compromiso adquirido con la ciudadanía, situando al territorio en línea con los países más avanzados de Europea en lo que a gestión de residuos se refiere».

El portavoz foral, Imanol Lasa, destacó que la decisión «despeja todas las incógnitas que pudieran existir y se vuelve a demostrar que la Diputación y GHK han dado los pasos correctos en la planificación, diseño y ejecución de las necesarias infraestructuras que precisa Gipuzkoa para resolver definitivamente el problema de los residuos».

Lasa recordó que el territorio «ha mejorado sustancialmente la recogida selectiva e incrementado la tasa de reciclaje que se sitúa en estos momentos en el 48,87%, a un punto del objetivo europeo para 2020». Una vez construidas las infraestructuras pendientes, «habremos dado un paso de gigante al resolver los principales preocupaciones ligadas a los residuos».