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qParte de las capturas que salieron a subasta en una de las jornadas de más ventas de la lonja.uLos usuarios clasificando y comprobando el género que llenaba ayer la sala de exposiciones de la lonja pesquera de Pasai San Pedro. FOTOS IÑIGO ARIZMENDI

Cuando la incertidumbre por el Covid frena la puja

Subasta de pescado ·

El temor a nuevas restricciones de cara a las celebraciones navideñas pone freno a las ventas más importantes del año en la lonja de Pasai San Pedro

Martes, 21 de diciembre 2021, 06:38

La luna llena ilumina, pasadas las cinco de la madrugada, las calles de Pasaia más próximas a su puerto. Sumidas en un letargo, ofrecen la ... falsa sensación de que su paisaje, hecho de asfalto y mar, es una foto fija. Solo el motor de los camiones rompe el espejismo. Los vehículos se cruzan a la entrada y salida de la lonja pesquera de esta dársena. En su interior, la actividad no encuentra freno.

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El edificio parece una colmena, en la que decenas y decenas de personas desempeñan su cometido en medio de un ir y venir de carros, palets y maquinaria que transporta el pescado que ya se reparte por la sala de exposiciones. El movimiento, que contrasta con el sueño en el que permanece a esa hora sumida la población, sorprende aún más tratándose de un lunes como el de ayer.

«Contrariamente a lo que se pueda pensar, los lunes es cuando mayor cantidad de pescado llega a las lonjas del Cantábrico y más, cuando faltan pocos días para Nochebuena», señala Juan Etxezarreta, responsable de Operaciones y Servicios Portuarios. La jornada se adivina ya intensa con las 10.000 cajas y más de 160.000 kilos de diferentes especies que, a partir de las 5.45, comenzarán a salir a subasta de la mano de la Cofradía de Pescadores.

Los datos

  • 160 mil kilos es la cantidad total de pescado que ayer se puso a la venta en la lonja pesquera de Pasai San Pedro en una de sus fechas más destacadas de todo el año.

  • 30 euros es el precio que llegó a alcanzar la merluza de pincho de la zona cuatro, de unos cinco kilos de peso. Es el pescado más presente en Pasaia.

Mayoristas, minoristas y otros usuarios de la lonja echan un último vistazo a las capturas antes de empezar a pujar por ellas. Un panel digital anuncia la venta del primer lote, mientras el precio inicial comienza a descender. Alguien aprieta el pulsador y la cantidad económica se congela de inmediato. Unos consultan los apuntes que poco antes han tomado en una libreta. Otros, reciben instrucciones a través del teléfono móvil, como lo hacen los brókers de Wall Street.

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La versión marítima de este mercado bursátil suma, en la que está llamada a ser una de sus mayores ventas del año, un total de ocho barcos de bajura, en su mayoría del País Vasco y Francia, y otros 18 de altura. Entre un 85 y un 90% de estas últimas embarcaciones son de fuera, fundamentalmente galas y de países del norte de Europa, como Escocia e Irlanda. «Los barcos descargan en aquellas aguas. Su mercancía llega en camión a Pasaia y aquí se subasta», indica Etxezarreta.

Estos días, «se limitan mucho las compras», ya que «la gente va a sota, caballo y rey en cuanto a pescados se refiere». Así lo manifiesta el presidente de los detallistas de Gipuzkoa, Enrique Legarda.

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Según explica, «a partir de hoy –por ayer, lunes– o del miércoles, como muy tarde, ya no se comen fanecas, anchoas, chicharros, salmonetes pequeños... Se va a pescados más seleccionados, como la merluza o el sapo. Si un fin de semana vendemos 10 kilos de almeja, en estas fechas esa cantidad aumenta hasta los 80 kilos. Irremediablemente, el precio sube; es la ley de la oferta y la demanda».

Legarda considera que las tradiciones y las «connotaciones emocionales» que tiene la Navidad provocan que los precios «se disparen». Sin embargo, este año las compras se están retrayendo como consecuencia directa de la actual situación sanitaria. Las cancelaciones de reservas se multiplican en los establecimientos hosteleros. Algo similar ocurre en los hogares de multitud de familias.

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«Muchos aún no saben lo que van a hacer, si se reunirán en sus casas con cuatro o doce personas. La gente está dejando los encargos para última hora», añade.

Los pedidos caen

La suya es una opinión también compartida por Iván Alzugaray Aguado, responsable, junto a su hermana, de los seis establecimientos de Pescados Aguado que se reparten por localidades como Donostia, Irun, Hondarribia y Errenteria. «Este día siempre es de locura, pero en 2021 está habiendo pocos pedidos porque la gente está con la incertidumbre de saber qué pasa estas Navidades, si se puede juntar con la familia o no. Estarán esperando hasta este miércoles para decidir qué hacer», manifiesta.

Mientras las compras se dejan, en su mayor parte, «para el último momento», el trabajo de profesionales como Alzugaray se ve condicionado, dado que «se trata de pescados muy caros y al final, no sabes si llevarlos o no». «Si esperas al jueves, te arriesgas a no tener género porque es probable que no entre ya nada», añade el pescatero.

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Para el responsable de Pescados Aguado, «nada está siendo como otros años». Los 70 pedidos que acostumbraba a tener en estas fechas se han reducido en 2021 a únicamente 18. «Este no es un año de ganar dinero. El 90% de nosotros preferiríamos cerrar en Navidades. No es nuestra época de hacer dinero, sino de cumplir con los clientes. Ganamos más un día cualquiera porque ahora el género es muy caro. Da hasta vergüenza cobrarlo», declara.

Las subastas a viva voz arrancan de forma simultánea en otra sala de la lonja pesquera de Pasai San Pedro. Alberto Etxarri, de Fishing Company, una de las cuatro firmas de venta autorizadas, no oculta su satisfacción tras vender las capturas de pincho de Irlanda a un precio de dos y tres euros superior al de las semanas precedentes. Sin embargo, reconoce que, en una jornada tan importante como esta, «esperaba media docena de barcos más». Pese a ello, se muestra contento, puesto que «ha entrado pescado, cosa que no estaba sucediendo en los últimos días».

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Subraya que las de los lunes «suelen ser las ventas buenas». «Las previas a Nochebuena y Nochevieja son las mejores de todo el año. Por eso, los armadores procuran meter su pescado en estas fechas», indica.

Joaquín Tamargo, mayorista de pescados y otros productos de pesca y acuicultura, adquiere merluza y rape que se vende a un importe algo superior al habitual. «Barato no está, pero lo cierto es que ya llevamos una temporada con precios caros. Casualmente, ha habido unos diez días de temporales en el Norte de Europa y no había apenas pescado», argumenta. En su opinión, la gente ya ha ido comprando el que quería y estos días se centra más en el marisco. Eso sí, al final, «vender se vende todo», asegura Tamargo.

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Imanol Zalakain, otro de los vendedores autorizados por el puerto, le da la razón. «El pescado bueno, como la merluza y el resto de los de Navidad procedentes de Escocia, está muy caro. El precio de los del día a día, entre los que se incluye la faneca, cae. Ahora no los quiere nadie», sostiene.

Román Blanco, de Pescados Easo, clasifica un género «especial» hecho a base de rodaballo, calamar, besugo, lubina y chicharro recién llegado de las lonjas francesas. La jornada se presenta verdaderamente «estresante», aunque «como todos los años». Celebra que en 2021 los festejos navideños caigan en viernes y sábado. «Hacen que sea más cómodo», reconoce, mientras confiesa estar convencido de vender todo.

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El reloj marca las siete de la mañana, pero el trabajo en la lonja aún se prolongará como mínimo seis horas más al mismo ritmo frenético de su arranque.

La merluza se convierte en el pescado estrella

No deja de tener un protagonismo indiscutible a lo largo del año, pero en estas fiestas la merluza se convierte en la estrella. No es de extrañar que Pasaia sea el puerto referente de toda la Unión Europea gracias a esta especie, que acapara el 85% de las capturas de altura. La venta de la merluza de pincho de la zona cuatro, de cinco kilos de peso, fue ayer de 30 euros. Por su parte, las ventas en Cofradía de sapo, lubina y calamar rondaron los 16 euros. Los precios más bajos fueron los de fanecas, salmonetes pequeños y liba... «Los pescados que estos días no se comen», precisa Etxezarreta.

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