De Donostia a Pasai Donibane, en bici

Estos 270 metros de bidegorri construidos marcan «un antes y un después» en el territorio, transformando la movilidad y haciendo posible una conexión «segura y ecológica», que conecta Pasaia Donibane y Lezo con Donostia, por un lado, y con Oiartzun, por otro. Se ha conseguido, de tal manera, cerrar el circulo; enlazar de manera «sostenible y cómoda» los dos municipios, transformando la movilidad en la zona y contribuyendo a la «reducción de emisiones contaminantes». Así lo señalaron ayer en la inauguración del tramo -ubicado en la carretera foral GI-3440- José Ignacio Asensio, diputado de Sostenibilidad, y los alcaldes de Pasaia y Lezo.

«Este bidegorri es mucho más que una obra de infraestructura; es un compromiso con la sostenibilidad, la inclusión social y el bienestar de las personas. Estamos construyendo un territorio que apuesta por la movilidad sostenible como una herramienta clave para luchar contra el cambio climático», aseguró Asensio. Por su parte, Teo Alberro, alcalde de Pasaia, declaró que «finalizado el último tramo del bidegorri, se da respuesta a una vieja demanda ciudadana. Además de una reivindicación histórica, era una necesidad básica garantizar la movilidad segura en este tramo». De manera similar, el alcalde de Lezo, Mikel Arruti, manifestó que «la crisis ecológica que vivimos nos exige apostar por una movilidad sostenible, y este proyecto no solo supone una contribución al medio ambiente, sino también una obra imprescindible para mejorar la seguridad de los vecinos». Añadió, también, que el bidegorri supondrá «un recurso clave para fortalecer las relaciones entre los habitantes de Oarsoaldea y para consolidar una visión de comarca unida».

La construcción del tramo, por su parte, ha estado condicionada por la orografía abrupta de la zona y la falta de espacio. Para solventar estas dificultades, se ha ejecutado una innovadora estructura de hormigón armado en voladizo sobre el muro de contención existente. Este diseño permite una vía ciclista-peatonal de 3 metros de anchura útil junto a la calzada de la carretera, que garantiza la seguridad y comodidad tanto para peatones como para ciclistas.

La obra también ha implicado la renovación de la capa de rodadura de la carretera, la actualización de la señalización, el drenaje y la iluminación, así como la realización de anclajes bulonados y gunitado para asegurar la estabilidad del talud.