El paro del jueves condiciona hoy la cita de la mesa del convenio de alojamientos

La llamada a la huelga –que afecta a hoteles, hostales, apartamentos turísticos, campings y pensiones– llegó el pasado 22 de junio, durante el 'impasse' entre las dos últimas reuniones celebradas por los sindicatos ELA, CC OO, LAB y UGT y las patronales sectoriales, Hoteles de Gipuzkoa-Adegi y Hostelería Gipuzkoa, que tuvieron lugar el jueves 16 de mayo y el miércoles 29 del mismo mes. Sin embargo, la medida de presión no tuvo efecto, porque las posturas apenas se movieron. De hecho, según denunciaron los sindicatos, entre ambas fechas no se registró «avance alguno» y la patronal no presentó «ningún contenido de mejora», por lo que las partes quedaron emplazadas a volver a sentarse hoy.

Las distintas partes trabajan con la pretensión de rubricar un nuevo convenio colectivo, dado que el anterior venció en 2019 y actualmente apura el último de los tres años de ultraactividad o prórroga. Uno de los principales puntos críticos de la negociación está en la subida salarial. Tras la última reunión, los sindicatos calificaron de «insuficiente» la propuesta presentada por la patronal, que se basaba en la crisis provocada por la pandemia para únicamente conceder un incremento de los salarios para este trienio limitado al IPC, con un tope del 3,3% en 2022, un máximo del 4% en 2023 y un 2% en 2024. Según ha podido saber este periódico, esta propuesta está al menos tres puntos por debajo de las pretensiones de los sindicatos, que tampoco desean fijar ningún techo que limite la hipotética subida.

Las centrales, además, esperan que la patronal muestre hoy «un salto cualitativo» en su oferta para garantizar mejores condiciones para una masa trabajadora que en los últimos años ha sufrido una «precarización». Lo achacan por un lado a que se siguen rigiendo por el convenio vencido, y, por otro, al cambio de escenario vivido durante la pandemia, que habría supuesto una pérdida de empleos. Según trasladan, el número de empleos en abril de este año era inferior al de abril de 2019, a pesar de que el territorio cuenta «con más plazas de alojamiento que nunca» tras la apertura de nuevos alojamientos. Asimismo, argumentan que las previsiones de negocio para este verano son «muy buenas» al menos hasta finales de septiembre, a juzgar por el alto porcentaje de reservas de habitaciones que experimentan los alojamientos turísticos.

También está sobre la mesa de negociación la posible respuesta de las empresas en caso de nuevos ERTE como los que se han dado con motivo de los cierres que este tipo de establecimientos debieron afrontar como consecuencia de la incidencia del coronavirus.

Inevitablemente, sobre la mesa negociadora planeará hoy la sombra de la huelga de tres días convocada desde el jueves, con el territorio repleto de visitantes. Y es que a la notoria afluencia de turistas en las últimas semanas, se une la organización de un evento como la Donosti Cup –con 5.000 menores de edad participantes–, y la celebración de unos sanfermines que también reportan visitantes a Gipuzkoa.