Clases altas, hombres y parejas, los más satisfechos con su vida
Los guipuzcoanos puntúan su nivel de felicidad con la vida con una nota de 7,5, variando escasamente desde 2017, cuando fue de 7,7
Los guipuzcoanos valoran con un notable su satisfacción vital a pesar del impacto psicológico y emocional que ha tenido la pandemia durante los últimos años. ... Puntúan con un 7,5 el nivel de felicidad que tienen con la vida en una escala del cero al diez, una nota que varía escasamente desde 2017, cuando la calificación fue de las personas del territorio fue de 7,7. Así se desprende de la Encuesta de Bienestar Personal que ofrece información detallada sobre la percepción del bienestar de la población de 16 y más años residente en viviendas familiares, a través de una serie de preguntas que miden preferentemente aspectos de la calidad de vida diferentes de la dimensión material y que ha dado a conocer este miércoles el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.
Esta nota se repite tanto en los otros dos territorios vascos como en el conjunto de Euskadi. La mejor puntuación (8,1) se observa entre las personas que declaran pertenecer a una clase social alta o media-alta y la más baja (5,5) entre las que las que consideran que tienen mala salud. En el indicador se observan valoraciones más bajas a medida que empeora la percepción de la salud o la clase social. Por el contrario, las valoraciones aumentan con el nivel de estudios finalizados.
Según el tipo de familia, las mejores puntuaciones se dan en las parejas, tanto con hijos/as como sin hijos/as convivientes (7,6 y 7,7, respectivamente), frente a las familias unipersonales o padres/madres solos/as con algún hijo/a (7,1).
Los hombres (7,5) se muestran más satisfechos que las mujeres (7,4), mientras que a nivel territorial no se aprecian diferencias (7,5 en todos los territorios). Lo mismo sucede si atendemos al lugar de nacimiento donde el valor arrojado es 7,5 para todos. Si se atiende a la actividad, el colectivo de las personas ocupadas muestra una de las puntuaciones más altas (7,6) en contraposición a las personas paradas 6,7, que arrojan el dato más bajo.
El valro de la vida, la nota más alta
La valoración de la vida propia, es decir, la consideración de que la vida de cada cual merece la pena, recibe una puntuación de un 7,7 entre los guipuzcoanos. Es la calificación más alta de la encuesta, si bien desciende tres décimas respecto a 2017. Los hombres puntúan el valor de la vida con un 7,8, nota ligeramente mayor que la de las mujeres si se atiende a los resultados del conjunto de Euskadi.
En cuanto a la actividad, son las personas ocupadas quienes más la valoran (7,9), frente a las paradas (7,2), cuyo indicador sufre un retroceso de 6 décimas porcentuales respecto a hace cinco años. Este indicador ha disminuido en todas sus modalidades desde entonces. Ofrece peores resultados a medida que empeora la percepción de la salud y/o la clase social, mientras que mejora cuanto mayor es el nivel de estudios terminados. No obstante, no se observan variaciones significativas en función de la edad.
El segundo aspecto mejor valorado entre los residentes en Gipuzkoa son las relaciones personales, que reciben también una nota de 7,5, una décima menor que en la encuesta de 2017. En este aspeto, son las personas paradas las que emiten una puntuación menor en comparación con las ocupadas o inactivas.
Por el contrario, la confianza en las personas y en los poderes públios son los que peor notas arrojan en Gipuzkoa, según los datos publicados este miércoles por Eustat. En el primer caso la calificación desciende tres décimas respecto a 2017 para situarse en un 6,2. En el segundo, la nota no alcanza el aprobado y los guipuzcoanos le otorgan un 4,6, creciendo dos décimas en los últimos cinco años. La confianza en los poderes públicos únicamente logra el aprobado entre los alaveses, con un cinco raspado.
Estado de ánimo y salud
El indicador de estado de ánimo alcanza una media de 6,2 para el conjunto la población vasca (una décima menos que en 2017), obteniendo el valor más bajo entre las personas que declaran mala salud (4,9) y el más alto entre quienes la valoran como buena (6,6). El segundo valor más bajo se observa entre quienes se consideran de clase social baja (5,9). Este indicador mejora cuanto más elevada es la clase social declarada y la salud percibida.
Por territorios , son las personas residentes en Bizkaia y Álava (6,2) las que manifiestan un estado de ánimo más bajo, frente a los guipuzcoanos, cuya media alcanza un valor de 6,3. Si se atiende al lugar de nacimiento, las personas nacidas en Álava o Bizkaia son las que se sienten menos animadas.
El indicador obtiene mejor nota entre los hombres (6,5) que entre las mujeres (6,0). Por edades, las personas entre 16 y 24 años acusan un descenso de cuatro décimas respecto a 2017, obteniendo la nota más baja (6,0). Por último, son los mayores de 65 años quienes manifiestan mayor estado de ánimo (6,4). En cuanto a la estructura familiar, las parejas sin hijos/as obtienen la mayor nota (6,5) frente a padre o madre solos con algún hijo/a conviviente (5,9).
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