Gipuzkoa, único territorio vasco en el que cae la aportación a la Iglesia

Cada vez menos guipuzcoanos marcan la 'X' a favor de la Iglesia en la declaración de la renta y, entre los que la marcan, la aportación también es menor. De hecho, Gipuzkoa es el único territorio entre el País Vasco y Navarra que, comparativamente con 2015, cerró en negativo la aportación de los contribuyentes.

Así lo explicó ayer el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, en una rueda de prensa en la que admitió que con los datos del Estado en su conjunto no está «contento ni satisfecho».

En lo que respecta a Gipuzkoa, en 2016 la Iglesia católica recibió 85.357 asignaciones, frente a las 91.117 del año anterior. Esto es, un 1,63% menos. Si esas cifras se traducen a euros, se observa que la reducción en el número de contribuyentes produjo que la Iglesia dejara de ingresar 96.546 euros. Un montante que, por otro lado, apenas representa un 2,1% de los 4,4 millones de euros que recibe a través a de este sistema de financiación a través del IRPF.

A nivel estatal, el 2016 fue la primera vez desde 2007 que descendió el número de declaraciones de la renta a favor de la Iglesia católica. Lo hizo un 1,39% respecto al ejercicio anterior, con 234.768 contribuciones menos. Aunque, al mismo tiempo, la cantidad destinada por los contribuyentes aumentó en 7 millones de horas -un 2,83%-, hasta los 256,21 millones. Barriocanal explicó que la cantidad obtenida en esta última declaración de la renta -en referencia a la que corresponde con el ejercicio 2016-, es «la más alta» desde el comienzo de esta asignación en 2007.

Desde la Conferencia Episcopal explicaron que este aumento de la cantidad recaudada se debe a la mejora de la situación económica del país. «Los españoles tienen más renta, por lo que la cantidad destinada al 0,7% es mayor», señaló.

Barriocanal detalló, asimismo, que el número de contribuyentes que marcó la casilla de fines sociales descendió en la misma proporción que la de la Iglesia.

Además, apuntó que el volumen de personas que no marcó ni la casilla de la Iglesia ni la de asuntos sociales creció en 600.000, al pasar de los 5,8 millones a los 6,5.

«Es evidente que cuando el descenso es proporcional, es homogéneo y además es idéntico al de la casilla de fines sociales, es que hay algún elemento conjunto a ambas asignaciones que es el que ha provocado esta disminución», ha subrayado el vicepresidente para Asuntos Económicos de la CEE.