Gipuzkoa soporta 36,8º, la temperatura más alta de lo que va de verano

El calor fue intenso en Euskadi prácticamente desde primera hora de la mañana. Ya a las diez ya eran muchos los termómetros que amenazaban con acercarse a los 30 grados. Y no solo en el interior, también en la costa. Con el paso de las horas, el mercurio no paró de subir. Según registros obtenidos en la red de estaciones de Aemet, las máximas en Gipuzkoa se registraron en el valle del Oria, concretamente en el Goierri. En Beasain llegaron hasta los 36,8º.

En Azpeitia soportaron 35,9 grados. El poderío del sol también se dejó sentir en las zonas medias y altas de la cuenca del Deba. En Elgoibar se midieron 34,2º de máxima y 33,1º en Elgeta.

En la costa, el calor no fue tan intenso, pero tampoco la diferencia fue tan acusada. En el observatorio del monte Igeldo se midieron 32 grados. En Zumaia se quedaron en 31,4º. Hondarribia fue de las poblaciones próximas al mar la que midió la temperatura más elevada con 32,5 grados.

Estos registros hicieron que las agencias Euskalmet y Aemet se viesen obligadas a activar los avisos amarillos. La estatal decretó la alerta naranja en el sur de Bizkaia hasta las siete de la tarde. Precisamente, la capital vizcaína midió la máxima, con 38,3º.

Si las máximas fueron elevadas, las mínimas en algunos puntos tampoco se quedaron atrás, sobre todo en la costa. En Hondarribia se midieron 21,3º de mínima, por delante de Zumaia que registró 20,1º.

Precisamente, el centro meteorológico del aeropuerto guipuzcoana viene registrando desde semanas atrás madrugadas tórridas. El pasado mes de julio, con 22,9 grados de media, fue el segundo más cálido desde hace sesenta años en dicha estación, mientras que en Igeldo, con 20,6º fue el tercero desde 1928.

Pero lo más destacado fue el elevado número de noches «tórridas», aquellas en las que el mercurio no bajó de los 20 grados. En el observatorio de Hondarribia fueron trece las madrugadas que el mes pasado recibieron esta calificación, un registro solo superado en julio de 2006. Entonces se contabilizaron 14.

El número de noches tórridas, sin embargo, no fue tan elevado en Igeldo, que solo contabilizó dos. Los expertos atribuye esta situación a la elevada temperatura del agua del mar, que en algunos puntos, como en el Aquarium de Donostia superan los 24 grados, un registro más propio de finales del verano.

No es de extrañar que con estos valores, las playas estuviesen un día mas rebosar. Pero las condiciones meteorológicas van a experimentar en las próximas horas un cambio notable. Según el pronóstico efectuado por la agencia vasca Euskalmet, hoy será una jornada de cambio. «De todos modos, todavía hará calor, sobre todo en el interior y por la mañana», afirman desde la agencia.

A lo largo del día, no obstante, «debido a un frente frío», el viento se irá fijando del oeste-noroeste, de forma que «aumentará la nubosidad y se inestabilizará la situación». Euskalmet precisa que incluso se pueden producir algunos chubascos y no se descarta que puedan ser tormentosos. Las temperaturas descenderán, sobre todo por la tarde.

Y mañana se producirá un nuevo descenso de los termómetros. Predominará el viento del noroeste y las nubes serán abundantes, sobre todo en la mitad norte.

Además, la inestabilidad aumentará, «por lo que serán probables los chubascos» que puede que sean incluso tormentosos, especialmente en el este. Las temperaturas volverán a descender, con máximas, en general, por debajo de los 25 grados.