Dos generaciones en el día después del 8M

Dos generaciones en el día después. El Boulevard de San Sebastián recobró ayer su pulso normal, además de la lluvia. Nada de cuadrillas de chicas vestidas de negro con lazos morados, ni de eslóganes, ni de aplausos. Apenas una pancarta en el Ayuntamiento que quedaba en un lateral. Dos feministas recuerdan este 8 de marzo que vivieron con tanta emoción, un sentimiento que compartieron con tantas otras mujeres. Ni piensan ni quieren que esto vaya a ser flor de un día y aseguran que seguirán trabajando para trasladar las reivindicaciones a todas esas instancias que tanto influyen tanto en la desigualdad.

Ana Txurruka, feminista y organizadora del 8 de marzo, asegura que «nos vimos desbordadas tanto por la gente como por su diversidad». Pili Romea, por su parte, feminista activa y ama de casa, agrega que «fue como un sueño. Siempre esperé esto y ayer pasé toda la jornada levitando».