Piden 7 años de prisión para el hombre que atracó un banco con una navaja en Astigarraga

Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del 18 de julio de 2019 en la sucursal de la Caja Laboral situada en la calle Nagusia. El acusado irrumpió con un buff que le tapaba el rostro hasta los ojos y una gorra y una capucha que le cubría la cabeza. Dentro se dirigió a los dos empleados con una navaja de unos 15 centímetros de hoja y les exigió que le dieran todo el dinero que hubiera en la caja.

El hombre huyó del lugar con 2.000 euros, si bien según recoge la Fiscalía en su escrito de acusación, la policía halló 1.500 euros que el ladrón había perdido o arrojado en su huida. Por otro lado indican que este padece «un trastorno de dependencia a la cocaína de larga evolución», por lo que consideran posible que cuando cometió los hechos se encontrara «en fase de recaída». No obstante, no saben cómo se encontraba en el momento de los hechos ni si presentaba «alguna alteración de sus facultades».

El ladrón, que tenía 47 años en aquel entonces, fue detenido días después en Pasaia. La Ertzaintza registró después la vivienda del acusado, donde se encontraron evidencias que le relacionaban con los hechos. El presunto atracador tiene «un historial delictivo» que incluye atracos en entidades bancarias en 2011 en las comarcas de Donostialdea y Buruntzaldea y se sospechó de que también fuera el autor de otros dos robos cometidos en Donostia en 2019.

«Le he visto pasar por delante de mi tienda. Caminaba hacia la sucursal, con la cabeza tapada pero tampoco me ha llamado mucho la atención. No he sospechado nada malo, menos aún que fuera a cometer un atraco. Ha sido luego cuando hemos visto que se había iniciado una persecución cuando nos hemos dado cuenta de lo que había sucedido», explicó un vecino de la localidad que fue testigo de los hechos.

Otros vecinos afirmaron que en su huida el hombre recorrió algunas calles céntricas del municipio y que en un momento dado se deshizo de parte del botín. «Ha lanzado al aire unos cuantos billetes y ha seguido corriendo», señaló un vecino. Después se confirmó el hallazgo de 1.500 euros, si bien el caco se quedó con 500. La Fiscalía solicita que devuelva esa cantidad a la entidad bancaria.

Los agentes desplazados a la zona del atraco rastrearon la localidad en busca del ladrón, aunque sin éxito. Lo que si hallaron fue una sudadera, y en uno de sus bolsillos fue hallada la gorra que empleó para impedir que se le identificara.