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Festival 'Wheels & Waves': ruedas y olas. De Biarritz al infinito y más allá
Celebrada ya la legendaria prueba de aceleración de Punk's Peak, hoy se compite en Senpere y el sábado, fiesta grande en el hipódromo
Begoña del Teso
Viernes, 14 de junio 2019
Desde el miércoles al domingo. Del Faro de Biarritz y la playa de la Milady hasta el hipódromo. Por Senpere, las carreteras interiores de la costa labortana, la rotonda del ancla de Trintxerpe y las vías rápidas de Gipuzkoa. Nueva edición de una de las más potentes concentraciones internacionales de motos singulares; nuevo encuentro de pilotos, constructores, mecánicos, ingenieros, transformadores, traficantes de sueños eléctricos o de gasolina, diseñadores, managers y coleccionistas. Riders. Drivers. Surfers. Skaters. Locos. Benditos locos de las motos, las tablas y el patín. Nueva edición de 'Wheels & Waves'.
Acampados en la villa palaciega que fuera residencia de emperatrices, estrellas del cine, popes ortodoxos y escritores que revolucionaron la literatura, decenas de amantes de las motos más legendarias, esas que desde el siglo pasado han poblado no solo las carreteras y los hangares, sino también los museos y las tabernas, se reunieron el miércoles en un punto clave de Jaizkibel, en el llamado Punk's Peak para participar en una prueba donde solo los más sabios y templados sobreviven.
La teoría es muy simple, se trata de una carrera de 1 contra 1. La salida la hacen con la mano izquierda sobre el casco y no pueden cruzar de un carril al otro hasta recorrer los 50 primeros metros (bandera verde). A partir de ahí el piloto puede cruzar de carril. Habrá tantas eliminatorias como motards. Hasta llegar a los más rápidos por categoría. Es una prueba de aceleración. No más, no menos que de un cuarto de milla, pero...
Pero Troy Corser, australiano, no duda. No vacila. Troy Corser ha sido dos veces campeón del mundo de Superbikes: en 1996 con Ducati y en 2005 con Suzuki. La red, las redes, atesoran un puñado de vídeos suyos en el Goodwood Revival Meeting, que se celebra en el circuito de la muy bella y muy motorizada ciudad inglesa de Chichester. En Goodwood superó a más de 12 rivales con la misma moto con la que el miércoles doblegó en Jaizkibel no solo a Hadrien Fabré sino al mismísimo Kazuo Fukuda, auténtica estrella invitada de esta edición de W&W. Él es el gran constructor detrás de la marca Buddy Custom Cycles, con sede en Yokohama. Allí lo imposible se hace realidad. Como esa transformación en otra criatura de la muy noble Harley Davidson de 1942, con la que Fukuda se ha venido al eje de Biarritz-Jaizkibel-Senpere-Lasarte-Oria.
Hondarribia se volcó un año más en el fin de fiesta de la prueba de aceleración
La moto en la que cabalga (y resulta victorioso) Troy es una beldad de tiempos muy pasados, una BMW R57 Kompressor de 1929, motocicleta de carreras supercargada, con un motor doble plano de cuatro cilindros y cuatro tiempos que rompió más de un récord en los años 30.
Escucha el disparo, escúchalo
Troy sabe. Sabe cómo encarar las pruebas de aceleración de uno contra uno. Dominan también la competición los demás ganadores de las distintas categorías. En Jaizkibel, en Punk's Peak. Ellos fueron Paul Young, con una imperiosa Royal Enfield del 69; Marc Holstein, con una implacable Ducati 750GT del 60; y Benedicto, con una BMW Nine T del 86.
No es fácil una prueba como la de Punk's Peak. Quieres hacerlo todo a la vez, bajar la mano izquierda del casco para tocar el embrague, acelerar, controlar al rival, otear la bandera verde, soñar con la meta. Los pilotos, hasta los mejores, acaban por calar la moto. O como le pasó a Sito, gallego de Puy y representante de una marca que proclama que las leyendas no dejan nunca de rodar ('Legends Keep Riding'), le falló la llave de gasolina, y de tan bueno que era el aceite de su motor, le engrasó demasiado la bujía. Lo importante, comentaba Martín, Yamahista (M T 7) de pro y miembro del staff de Fly Group (los organizadores y controladores de las pruebas deportivas de W&W), es mantener la calma y permitirse el lujo de perder unas décimas, incluso hasta un segundo en la salida. Hay que escuchar el pistoletazo. Oírlo bien y no intentar salir antes del tiro. Tranquilidad. Ya vendrán luego las ráfagas.
Troy Corser, campeón, firmó más de un carenado de moto a aficionados reunidos en La Marina
Pistoletazo de salida hubo para máquinas imponentes. La Brough Superior, puro mito británico porque fue 'la' moto de Lawrence de Arabia a quien se la construían personalizada y en la que perdió la vida, cumple este 2019 cien años. Simon Pitelet, distribuidor oficial de la casa en Tolouse, rodó en Jaizkibel con el modelo que celebra ese centenario soberbio; rodó con la 'Anniversary' de edición limitadísima (100 máquinas) precio de vértigo (100.000 euros), motor excelso y cuadro de titanio. Disputaba las miradas de los aficionados a una MV Augusta Brutale, una italiana alguno de cuyos otros modelos (la F4) incorpora un motor fabricado en exclusiva por Ferrari.
Esa bizarra batería de litio
Pero en Jaizkibel, como tampoco sucederá hoy en la competición de enduro en Senpere ni el sábado en la fantástica fiesta sobre la pista de arena del hipódromo, no todo fueron esas bestias de acero, hierro, fibra y gasolina que recién habían cumplido cien años o se habían transformado en lo que sus primeros constructores nunca imaginaron. El asombro recorrió las laderas cuando pilotos y aficionados descubrieron dos motos eléctricas. De primerísima y a la vez ultísima generación. Pura batería de litio, pura visión de futuro en las creaciones presentadas por Bizarro Korp y Apache Custom. El mañana se hizo presente en Punk's Peak.
Viernes de skate y enduro; sábado de 'El Rollo Flat Track'
La jornada de hoy tiene cita, desde hace diez años, en Senpere, a 14 kilómetros y varias rotondas de San Juan de Luz. Allí se disputa el Deus Swank Rally de enduro (modalidad en campo abierto con tramos disputados entre árboles, ríos y rocas). En Biarritz tendrá lugar el 'Hit the Deck Skate Contest'. El sábado, chiflados capaces de alterar sus máquinas hasta lo casi imposible derraparán en la pista arenosa del hipódromo. Será fiesta popular con puestos de bebida, comida y gran juerga donde se presentará a la afición guipuzcoana una moto novísima, la Indian Apaloosa.
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