«Es excepcional que nieve en octubre pero no es la primera vez que sucede»

El temporal que durante el fin de semana ha castigado Euskadi dio ayer sus últimos coletazos. A partir de hoy se anuncia una mejoría, aunque mañana todavía lloverá bastante. Del jueves en adelante, las condiciones serán aún más favorables.

La llegada de temporal como el registrado el fin de semana no es habitual, ni mucho menos. Hasta se puede decir que resulta excepcional, «pero también es cierto que tampoco es la primera vez que sucede», afirma Margarita Martín, delegada en Euskadi de la Agencia estatal de Meteorología (Aemet).

Ahí están los anales de meteorología para certificarlo. Los tres territorios de la comunidad han registrado alguna vez una nevada en octubre, aunque todos los casos fueron en el siglo pasado. Álava incluso ha llegado a medir dos episodios en años consecutivos. Según datos facilitados por Martín, en Vitoria no nevaba en octubre desde los años 1974 y 1975. En Bilbao no lo había hecho desde octubre de 1947.

El dato más singular de todos, sin embargo, es el relativo a Donostia. En octubre de 1935, en el emblemático observatorio del monte Igeldo, en primera línea de mar, cayeron también algunos copos de nieve.

Aun cuando las nevadas en la costa en pleno otoño son simbólicas, en el interior han sido más frecuentes. En las campas de Urbia la última nevada en el mes de octubre fue hace diez años, aunque admiten desde la Fonda que los primeros copos suelen caer en la tercera semana de noviembre.

Ayer, la nieve se mantuvo por encima de los 600 metros, y en algunas zonas de la comunidad, incluso bajó de dicha cota. En la medianoche del domingo, los laterales de la carretera al paso por Zumarraga estaban todavía teñidos de blanco.

Pese a las adversidades, la red principal de carretas se mantuvo abierta, aunque Udana y Urraki permanecieron totalmente cerrados de manera temporal al tráfico de vehículos, al igual que en los altos de Opakua y Kurtzeta en Álava. En este último territorio también resultó imposible la circulación de camiones y vehículos articulados en los puertos de Salinas y Orduña.

Además de la nieve, las precipitaciones han sido intensas durante todo el fin de semana. En el observatorio de Igeldo se llevaban medido desde el viernes 60 de litros, de manera que, a falta de dos días para que termine el mes, el observatorio totaliza 138 litros cuando la media del mes es de 159. El día más lluvioso del fin de semana fue el sábado, con 27,5 litros.

En Hondarribia han caído 55 litros en los cuatro últimos días. Del total, 29,3 se midieron el sábado. En lo que va de mes, el centro meteorológico del aeropuerto lleva recogidos 118 litros. La media mensual es de 154.

En la estación del Añarbe ha precipitado algo más. Han caído 67 litros desde el viernes, de forma que el mes acumula ya 179, un registro que supera la media mensual que es de 175. El 90% de las precipitaciones se han registrado en tan solo cinco días (7, 14, 27, 28 y 29 de octubre).

El nivel del embalse ha repuntado ligeramente y se sitúa en estos momentos en el 72,7%, prácticamente igual que la media de los últimos cinco años (72,2%).

Además, el fin de semana ha registrado las temperaturas mínimas de lo que va de mes. En Igeldo, a las 7.00 horas de ayer, el mercurio bajó hasta los 3,5º. En Hondarribia, la noche más fría fue la del sábado, 4,6 grados medidos a las 6.30 horas.

Las rachas de viento fueron ayer intensas y en algunos puntos superaron los 100 kilómetros por hora. Esta circunstancia, junto a la humedad acumulada, provocó la caída de una pared de un caserío deshabitado en Belauntza, sin que se registraran heridos. La estructura cayó a la carretera GI-2130 que une Ibarra con Berastegi, por lo que esta vía permaneció cortada.

Ya sin avisos de ningún tipo, el viento del sur hará que la jornada de hoy sea más templada y con algo de sol, especialmente en la zona cantábrica, según Euskalmet. Mañana sin embargo será una jornada lluviosa. Las precipitaciones no serán especialmente intensas, pero sí persistentes y acumularán al final del día buenas cantidad.