Una estación, dos apeaderos, un nudo, el tercer hilo y cinco tramos por acabar

Para que los primeros trenes lleguen hasta Donostia desde Francia, se debe desbloquear la obra del tercer hilo entre Astigarraga e Irun. Hace un mes que se paró el motor de la tuneladora en Gaintxurizketa, y Adif tiene intención de volver a adjudicar la obra mientras Coprosa ha decidido rescindir los contratos de los trabajadores. La paralización puede durar meses.

Al ramal guipuzcoano, le quedan también por completar otros dos apeaderos, el de Ezkio -un puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes (PAET)- que podría convertirse en punto de conexión con el TAV navarro, y Astigarraga, donde en origen se situaba la estación central del TAV en el territorio, pero que ahora se quedará en apeadero, con un coste estimado de 4,7 millones de euros (IVA incluido). Esta modificación sustancial fue una de las muchas razones por las que se paralizó el tramo entre Hernani y Astigarraga hace tres años. ETS, la gestora ferroviaria vasca, va a resolver el contrato una vez la adjudicataria remate los trabajos pendientes, y reelaborará el proyecto para desbloquear el último tramo imprescindible para que los trenes de alta velocidad recorran Gipuzkoa. Otros cuatro están en ejecución, con más del 80% avanzado: Zizurkil-Andoain, Hernialde-Zizurkil, Urnieta-Hernani y Antzuola-Ezkio Oeste.

Las galerías de emergencia (14,1 millones) y la estabilización de laderas (1,7) son otros de los trabajos pendientes en un trazado que algún día se terminará con la nueva plataforma ferroviaria entre Astigarraga, Oiartzun y Lezo. Pero para entonces, el tren estará en marcha.