La escalada de contagios aboca a «quince días decisivos» para evitar otro encierro en casa
Las restricciones de movilidad y horario impuestas pasan su primer examen de fin de semana para comprobar si son efectivas y ayudan a bajar la incidencia
A. Chico y m. sáiz-pardo
San Sebastián
Viernes, 30 de octubre 2020, 05:51
«Vienen 15 días decisivos para evitar un confinamiento como el de marzo». La advertencia del ministro Salvador Illa sonó ayer a amenaza real, ... a una vuelta a esa primavera 'invernal', recluidos en casa que hoy mismo vuelven a experimentar los vecinos franceses y que aquí, con los preocupantes datos, también empieza a sonar. «La sombra de un confinamiento domiciliario planea sobre todo el mundo», avisó Fernando Simón, y en España, «cada vez quedan menos medidas por implementar» antes de llegar a esa medida extrema. Comunidades como Castilla y León, de hecho, ya han pedido al Gobierno central que habilite herramientas legales para implantarlo si los datos no mejoran. De momento, el confinamiento es perimetral y totalmente asimétrico según la comunidad. En Euskadi, no se puede entrar ni salir de la región ni moverse de municipio. Y este fin de semana será el primer examen para comprobar si la ciudadanía ha asumido el mensaje y se va preparando para el «largo» otoño e invierno que quedan por delante.
El sol y los más de 20 grados que Gipuzkoa disfrutará este fin de semana no son las condiciones más adecuadas para estrenar esta 'estación epidemiológica', la más dura desde marzo, y limitar al máximo la vida social. Pero no hay otra alternativa. Gipuzkoa, Euskadi y el resto de España encaran días, semanas y meses duros porque la situación es «muy preocupante» y el objetivo a alcanzar, rebajar la transmisión a menos de 25 casos por 100.000 habitantes en 14 días, está demasiado lejos. Solo en Gipuzkoa, esa tasa de incidencia se sitúa en 847,47, una cifra desorbitada que mantiene en alerta roja la mayoría del territorio, donde ayer se sumaron otros 564 positivos. En Euskadi, también se ha superado la peligrosa barrera de los 500 casos aunque de momento, según Osakidetza, la presión hospitalaria no sea excesivamente preocupante y no haya riesgo de colapso, como ya ocurre en regiones próximas.
Noticia Relacionada
124 positivos en Donostia, uno menos que en todo Álava
Para evitar ese escenario, el que las autoridades sanitarias más temen con la irrupción de los casos de gripe, el estado de alarma defendido ayer por el ministro de Sanidad y las restricciones a la movilidad y a la libre circulación por la noche pretenden frenar en seco la transmisión disparada del virus. Tienen dos semanas para hacerlo, para demostrar que son medidas efectivas y suficientes. Si no, el escenario puede ser otro.
Por eso, tanto el Gobierno central como aquí el vasco inciden en la necesidad de acatar las normas vigentes. Y en Euskadi eso pasa por no moverse del municipio, evitar reuniones o encuentros con más de seis personas y restringir al máximo la vida social. Este primer fin de semana de nuevas restricciones, la Ertzaintza establecerá controles en carreteras o puntos limítrofes para evitar desplazamientos no autorizados. Las primeras labores de carácter «pedagógico y divulgativo», para que la ciudadanía tuviera tiempo de conocer las limitaciones impuestas, pasan ya a la fase de sanciones, con multas a partir de 100 euros para quienes incumplan la normativa.
Castilla y León pide ya al Gobierno que habilite herramientas legales para un encierro general
legalidad
Simón advierte de que «la sombra del confinamiento domiciliario planea sobre todo el mundo»
cierre
Illa marca el objetivo de bajar la tasa de incidencia acumulada a 25 casos; Gipuzkoa tiene 847
curva epidémica
Tres cuartos confinados
Ni a segundas residencias, ni a visitar a la familia, ni de cena hasta medianoche. Los confinamientos perimetrales y el toque de queda a las 23.00 son la carta que se juega casi toda España para evitar ese siguiente paso, más drástico y mucho más perjudicial para la economía, el encierro total en casa salvo para trabajar o estudiar. En esta toma de decisiones por capítulos, el Ejecutivo central se impone esos quince días de plazo, hasta el 9 de noviembre que expira el primer decreto del estado de alarma, para frenar los contagios. El 74,8% de la población, casi 35 de los 47 millones de ciudadanos, no podrán salir de sus comunidades, algunas con puente de Todos los Santos. En las últimas horas se han unido al cierre Cataluña, Cantabria y Madrid, que vuelve a dar la nota con un confinamiento perimetral por días, solo los dos fines de semana largos que tiene (Todos los Santos y la Almudena).
Así las cosas, solo cinco autonomías se salvan en los próximos días del encierro perimetral, aunque en la práctica sus habitantes lo van a sufrir. Se trata de: Canarias, que con la incidencia más baja (no llega a los 80 casos) no tiene estado de alarma; Baleares, por debajo de 200 casos por 100.000; la Comunidad Valenciana, Galicia y Extremadura, que ha decidido no encerrarse, a pesar de que roza la línea roja de 500.
Hasta última hora, la Comunidad Valenciana, a pesar de sus relativos buenos datos en comparación con el resto del país, anduvo valorando la posibilidad de cerrar también sus 'fronteras' habida cuenta del empeoramiento de sus parámetros en los últimos días y, sobre todo, para evitar la llegada de 'casos importados' durante este puente del '2 de noviembre'. No obstante, la decisión de Ayuso de no permitir finalmente la salida de los madrileños estos días y las órdenes de sus comunidades limítrofes de aislarse hicieron al Gobierno de Ximo Puig desterrar la idea. Al menos por el momento.
En Sanidad aplauden la decisión mayoritaria de apostar por los confinamientos perimetrales, sobre todo porque esperan que se traduzca en una «importante reducción de la movilidad». Los expertos del departamento de Salvador Illa esperan que estos aislamientos, junto a los toques de queda, reduzcan de forma significativa sobre todo los «encuentros sociales», donde, insisten, se están produciendo el 80% de los contagios conocidos.
Pero el tiempo apremia y la capacidad de respuesta tiene que ser ya. En el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) tienen claro que si España antes de dos semanas no ha logrado contener la transmisión va a superar los 500 casos de incidencia acumulada, unas tasas que deberían forzar a un «confinamiento domiciliario estricto» a mediados de noviembre para poder disfrutar de algo parecido a una Navidad.
Castilla y León, en «riesgo extremo», ya prevé ese escenario y pide al Gobierno que adapte la normativa para poder tomar «las medidas que se tengan que tomar» para un confinamiento en casa, «aunque no sea tan estricto como en marzo», aventuró la consejera de Sanidad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión