La Ertzaintza investiga cuatro presuntos pinchazos de sumisión química en Euskadi

Las denuncias sobre posibles sumisiones químicas crecen en Euskadi. La Ertzaintza investigaba hasta este viernes tres de ellas, dos en Vitoria y una en Santurtzi, pero a lo largo del día se sumó una cuarta, un caso que se produjo en la misma discoteca de Vitoria donde ocurrieron dos de las denuncias precedentes en el intervalo de una semana. Las tres primeras están confirmadas como pinchazos, pero sin que el análisis médico posterior realizado a las jóvenes haya dado muestras de existir ninguna sustancia tóxica o de sumisión química.

Una joven ingresó este viernes, poco antes de las 6.00 horas, en el hospital Txagorritxu (Araba) con «mareos» y «piernas que se le dormían» tras haber recibido «un pinchazo» en una céntrica discoteca. Como ya ocurriera hace una semana, cuando dos chicas denunciaron sendas punzadas en el mismo local traducidas también en vahídos, la Ertzaintza trabaja en tratar de esclarecer este misterio.

Crece la preocupación por este tipo de agresiones. En las fiestas de Baiona, en Iparralde, se investigan también cuatro posibles casos de sumisión química, que se añaden a las ocho denuncias que se recogieron en los últimos sanfermines de Pamplona.

Hasta estes viernes no había constancia de que se hayan producido hechos de este tipo en Gipuzkoa, sin embargo la pasada noche dos chicas acudieron al ambulatorio de Zarautz tras sentir sendos pinchazos. A pie de fiestas se encuentran dotaciones de Cruz Roja y DYA Gipuzkoa que realizan servicios de prevención y sensibilización fundamentalmente relacionadas con las relaciones sexuales. Pero ninguna de las dos entidades ha tenido conocimiento de casos de mujeres que hayan sentido un pinchazo similar.

Según fuentes policiales, la última chica que ha denunciado en Vitoria se encontraba en la sala de fiestas, atiborrada de clientes. Notó el pinchazo y, al poco, comenzó a sentirse mal. Salió del local de ocio nocturno y, una vez fuera, fue atendida por dotaciones de la Ertzaintza antes de su traslado urgente al principal centro hospitalario de la capital alavesa. En estas dependencias sanitarias la sometieron a varias analíticas. Entre ellas, una de tóxicos con la esperanza de detectar alguna sustancia responsable de su malestar. También le hicieron un test de alcoholemia y otro de VIH. Se trata del mismo protocolo realizado la semana pasada cuando otras dos chicas, ambas de 20 años, denunciaron una situación idéntica.

Medios policiales reconocen que «una de las hipótesis» es la de «uno o varios gamberros» que se dedicarían a «pinchar con una aguja o algún instrumento parecido» a chicas jóvenes como parte «de alguna broma de mal gusto». Aunque no se descarta aún la opción de ataques por sumisión química.

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