Rebajan de cinco a dos años la petición de pena para Enrich y Luna por el vídeo sexual

Enrich y Luna, que en el momento de los hechos compartían vestuario en el Eibar, reconocieron ante el tribunal que la noche del 18 de abril de 2016 mantuvieron relaciones sexuales consentidas con una mujer en casa de Luna, las cuales grabaron con un móvil sin el consentimiento de la misma. Ambos mantuvieron que al día siguiente enviaron dichas imágenes a Eddy Silvestre, que había sido su compañero de equipo meses antes aunque en ese momento militaba en el Cádiz. Este sin embargo lo negó y aseguró que borró el vídeo después de verlo.

Tras el visionado del vídeo viral y de otros cuatro que se grabaron aquella noche, el primero en declarar fue Sergi Enrich, actual capitán del Eibar. «Quiero pedirle perdón a ella, son imágenes duras y me arrepiento mucho, no he podido ni mirar los vídeos», aseguró. Sobre el consentimiento de la grabación, reconoció que antes de mantener las relaciones sexuales la denunciante dijo que «no quería que le grabaran». Asimismo, explicó que «ella pidió que los borráramos y en ese momento no lo hicimos», y que al día siguiente enviaron las imágenes a Eddy Silvestre, «otro error», según declaró. «Nos llevábamos bien, hacíamos cosas juntos. Teníamos esa confianza y le pasamos el vídeo», dijo.

Por su parte, Antonio Luna, exjugador del Eibar actualmente en las filas del Girona, también reconoció los hechos y explicó que durante las relaciones sexuales cogió el móvil de Sergi Enrich y que grabó el acto sin consentimiento de la denunciante. Preguntado por el requerimiento de la mujer de borrar las imágenes, dijo que «nos pidió al día siguiente que los borráramos y le dijimos que lo habíamos hecho». Sobre la difusión masiva del vídeo sexual, que se hizo viral en octubre de 2016, entre lágrimas y con la voz entrecortada por el llanto, declaró que «en ningún momento valoramos la posibilidad de que pudiera acabar todo como acabó. Nunca lo hicimos para hacerle daño, ni mucho menos».

El cruce de acusaciones entre los encausados surgió al intentar aclarar en quién recae la responsabilidad de la difusión masiva del vídeo, que se transmitió de manera viral en Whatsapp y redes sociales en octubre de 2016. Enrich y Luna mantuvieron que solo lo compartieron con Silvestre. «Teníamos claro al 100% que le habíamos enviado solo el vídeo a él», dijo Enrich, una afirmación de la que Luna coincidió en tener «seguridad plena».

Por su parte, Silvestre, que militó cuatro meses en el Eibar y que ahora juega en el Albacete, negó en todo momento que él fuera el responsable de la difusión del vídeo e indicó que no recuerda si las imágenes las enviaron al grupo de Whatsapp de futbolistas del Eibar o a él individualmente. «Fue un vídeo más, Sergi siempre mandaba este tipo de cosas, ligaba mucho. Tenía muchísimos vídeos de él, porque él era así, se exhibía, para él era normal». Preguntado por si compartió el vídeo con sus compañeros del Cádiz, dijo que «es imposible» porque él borró las imágenes nada más verlas. «Entiendo a la víctima, pero yo no tengo nada que ver», afirmó.

En la vista se reprodujo un audio del que Enrich reconoció ser autor y en el que pedía a sus compañeros que no difundieran el vídeo «porque la chica me puede crear un problema» y en el que afirmaba que «el puto negro ese hijo de puta me la ha liado pero bien», en referencia a Silvestre.

Por otro lado, también comparecieron como testigos los futbolistas Pedro León y Dani García, que en el momento de los hechos era capitán del Eibar y cuyo móvil fue analizado por la Ertzaintza, que encontró una conversación en la que García afirmaba que el responsable de difundir el vídeo fue Eddy Silvestre. «No sé si es verdad que fue él. Sergi y Luna eran compañeros míos y eso me dijeron», declaró. Asimismo, negó que las imágenes se enviaran al grupo de Whatsapp en el que estaba toda la plantilla.

Por otro lado, compareció un amigo de la denunciante, que fue quien le comunicó que el vídeo se había viralizado, después de que lo recibiera en un grupo de Whatsapp del gimnasio al que iba. Este relató que cuando le enseñó el vídeo «lo primero que dijo es de dónde has sacado esto, que es esto, y se puso a llorar». Según explicó, llamó a Sergi Enrich, al que le dijo «ya os dije que nada de teléfonos, qué habéis hecho, por favor paradlo», y poco después fue a la comisaría de la Ertzaintza a denunciar los hechos.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular pedían para Enrich y Luna cinco años de prisión por un delito contra la intimidad, por grabar unas imágenes sin el consentimiento de un tercero con dos agravantes: una, por difundir el vídeo a otra persona y otra, porque las imágenes afectan a datos de la vida sexual de la víctima. Esa pena se ha rebajado a dos años de prisión, ya que se aplica la atenuante de reparación del daño por el arrepentimiento y el abono de los 110.000 euros, una cantidad superior a la solicitada por las partes. La acusación también aplica la atenuante de la confesión tardía.

Silvestre está acusado de un delito de difusión de imágenes con conocimiento de que estas habían sido tomadas sin el consentimiento, con la agravante de que eran imágenes sexuales. La acusación mantiene los tres años de prisión, mientras que la Fiscalía pide dos años. El juicio concluye hoy tras los informes finales de las partes.