Un perro vigila a un rebaño de ovejas. Lobo Altuna

El dueño de un perro agrede brutalmente a un pastor de Gipuzkoa y además le denuncia

La víctima, que acabó en el hospital, se hizo cargo de un can suelto que atemorizaba a sus ovejas y el atacante le demanda por intento de atropello

Bruno Parcero

San Sebastián

Martes, 25 de abril 2023, 02:00

Un pastor de Gipuzkoa fue agredido la semana pasada por un hombre tras devolverle a su perro, que poco antes había entrado suelto en su ... propiedad atemorizando a su rebaño de ovejas. Como consecuencia de los golpes sufrió la rotura de la mandíbula por dos sitios y tuvo que ser ingresado en un centro hospitalario en el que permaneció durante dos días. Hoy se recupera en su casa de las heridas físicas y psicológicas, con la desagradable sorpresa de haber sido denunciado por su agresor por intento de atropello.

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El suceso se enmarca en un contexto donde los ataques de perros urbanos a rebaños de vacas y ovejas son algo común y ha provocado muchas muertes, tal y como vienen denunciando desde Enba (Euskal Nekazarien Batasuna). No son extraños por tanto los roces entre los dueños de los canes y los baserritarras, aunque sin llegar al extremo de lo sucedido la semana pasada en una localidad costera, cuando un pastor que prefiere mantener el anonimato fue brutalmente agredido por un hombre tras devolverle a su perro.

Según relatan desde Enba, el pastor «vio inquieto a su rebaño» y, al acercarse, observó a un can ladrando a sus ovejas. Suele suceder que «cuando estos animales están intranquilos, como son huidizos y miedosos, se agrupan, hasta el punto de que mueren asfixiados. O se tiran a un río o por un barranco. Si se trata de vacas puede llegar a producirse un aborto», explican desde la organización agraria.

El pastor, para evitar perder a alguna de sus ovejas, «persiguió al perro hasta cogerlo» y, dado que estaba solo, «decidió llevarlo a su casa, donde lo dejó atado». Poco después una mujer «con acento francés», señalan desde Enba, se presentó en la finca preguntando por el animal. El baserritarra le contó lo sucedido y le dijo que esperara unos minutos, que iba a buscarlo y que se lo traía. Para no hacerla esperar subió al can a su vehículo y bajó hasta el punto de encuentro.

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Cuando llegó, «le esperaban dos mujeres y un hombre». Él, sin mediar palabra, se abalanzó sobre el vehículo, «golpeando con el puño las lunas y la puerta». Con las manos «ensangrentadas» –narran las mismas fuentes– logró abrir el vehículo, de donde sacó a la fuerza al pastor que, entre sorprendido y atemorizado, «ni pudo reaccionar» mientras esta persona le golpeaba repetidamente.

«Hundido moralmente»

Por suerte, «apareció alguien corriendo por el monte» y estas personas «salieron huyendo». El agredido fue llevado a un centro hospitalario, donde estuvo dos días ingresado, «y ahora está en casa hundido moralmente», afirman desde la organización de baserritarras, donde aseguran estar «en estado de shock» porque «estas cosas han pasado siempre, pero no iba más allá de una discusión o, como mucho, de algún enganchón. Esto no tiene sentido».

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La sorpresa ha llegado además cuando el pastor agredido se enteró de que «el agresor le había denunciado por intentar atropellarle», lo que le llevó a él a interponer la denuncia por agresión con el correspondiente parte de lesiones.

Postura de EHNE

Por su parte, el sindicato EHNE ha ofrecido este martes su apoyo al pastor agredido. «No se pueden tolerar este tipo de actitudes. Desde EHNE creemos en la convivencia, pero este tipo de actitudes no pueden quedar impunes», ha resaltado en un comunicado..

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«El problema de los perros sueltos en el monte es cada vez más grave. Desde EHNE en las reuniones con las administraciones hemos denunciado esta situación en foros muy diversos, hemos repetido constantemente el malestar y los daños que genera. Antes de nada, queremos dejar claro que no estamos en contra de que los perros anden en el monte, pero hemos pedimos constantemente a los y las propietarias que actúen con responsabilidad», ha incidido el sindicato.

Ha recordado que «las diputaciones forales, en su Norma Foral de Monte, contemplan que los perros deben ir atados en el monte (excepto si los perros de los pastores están trabajando, que pueden andar sueltos). En todos los carteles se indica que hay que hacerlo. También está definida la sanción que le corresponde en caso de infracción, pero las diputaciones no la ejecutan. ¿Por qué? Ellos tendrán que responder, pero nosotros tenemos claro que la responsabilidad de corregir la situación es también de la administración».

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Ha subrayado que «hace unos años en el Gorbea tres perros empujaron a las ovejas a diferentes hoyos y muchos murieron… hay muchos ejemplos. Pero los daños al ganado no sólo se producen cuando muerden: abortos, cojeras, pérdida de ganado, heridas, muertes, etc. Y esos no aparecen en los informativos, pero los sufrimos en nuestras casas todos los días».

«Todos debemos actuar a la altura que nos corresponde con responsabilidad: los y las baserritarras tenemos que tener el ganado en el lugar permitido; los propietarios deben llevar a sus perros atados en el monte; y la administración, y en este caso las diputaciones, deben contribuir a la concienciación para que no se produzca una infracción e incluso sancionar cuando se incumpla la ley», finaliza el comunicado.

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