La renovación de los viaductos de Loiola y Andoain afectará a más de 60.000 vehículos al día

El segundo viaducto que estará en obras se encuentra en la N-I en Andoain, concretamente tras el punto kilométrico 444 de esta carretera. En este puente, uno de los puntos que más tráfico pesado y especial soporta de toda la provincia, se procederá a levantar la plataforma de la calzada, a rehabilitar el tablero y a modificar sus apoyos. La obra durará 4 meses. Para estas labores de mejora la Diputación ha fijado un presupuesto que supera los seis millones de euros.

Según declaró ayer María Ubarretxena en su primera comparecencia pública como diputada de Infraestructuras Viarias, las obras, consideradas de «máxima prioridad», se llevarán a cabo «con precaución y se adaptarán medidas preventivas especiales» al tratarse de tramos con mucho tráfico y ser puntos importantes de conexión de comunicaciones. Los trabajos afectarán al tráfico durante 6 meses, principalmente a los vehículos pesados, aunque también habrá cambios en algunas líneas del transporte público. «En el caso de estos viaductos, nos aproximamos al final de ciclo de su vida útil y es necesaria la ejecución de trabajos prioritarios para eliminar posibles riesgos derivados del propio uso y erosión de las vías», explicó.

Ambos puentes fueron construidos en la década de 1970 y, en palabras de Ubarretxena, «necesitan de una remodelación urgente para evitar problemas con los usuarios». Asimismo, la jeltzale remarcó que los trabajos se pondrán en marcha en agosto «porque normalmente es cuando mejor tiempo hace y cuando menos tráfico hay». En ese sentido, la diputada insiste en que «trataremos que salga perjudicada la menor cantidad de gente», ya que en el caso de Donostia estas obras afectarán, sobre todo, a los camiones de más de 3,5 toneladas y al transporte público. De esta forma, el ejecutivo foral da el primer paso hacia la rehabilitación de los viaductos de Loiola y Andoain, si bien el departamento trabaja en un proyecto «más a largo plazo» que presentará en otoño.

En el caso de la carretera GI-20 en Donostia a su paso por Loiola se colocarán cuatro estructuras de apeo mediante postes metálicos sobre el lecho del río, y otras dos más en tierra, en la trasera del edificio del club deportivo Ur Kirolak. Estos trabajos provocarán afecciones relacionadas con la movilidad. Aunque no habrá restricciones a vehículos ligeros, existirá la prohibición de circular para vehículos pesados, lo que afectará al transporte público. En consecuencia, Lurraldebus hará cambios en las líneas que se dirigen al Este, en concreto la que va al Antiguo, en las líneas de Riberas, Amara y Hospitales y en los recorridos que van hacia el centro de la ciudad.

Asimismo, las obras requerirán cortes en los pasos de peatones y en el bidegorri que hay alrededor de la obra en dos puntos, que serán interrumpidos durante seis meses. En cambio, al otro lado de la sede de Ur Kirolak, en la rotonda, se eliminará la acera de manera permanente ya que las torres de escora ocuparán esa zona.

En el caso de la rehabilitación en la N-I en Andoain, se instalará un bypass de 300 metros durante todo el mes de agosto, lo que provocará retenciones. Durante el día, además, entre las 06.00 y las 22.00 horas, se prohibirá el paso de camiones de más de 3,5 toneladas. Ubarretxena aconseja utilizar el transporte público y optar por vías alternativas.