La Diputación asegura que fue la propia ganadería de Bergara la que decidió aplicar el vaciado «en vez de alargar el procedimiento»
El ente foral afirma que se detectó más de un positivo entre las vacas de la ganadería de festejos afectada por un foco de tuberculosis bovina
La Diputación Foral de Gipuzkoa ha emitido un comunicado en el que asegura que se detectó «más de un caso positivo» entre las vacas de la ganadería de festejos Bergarako Zezenak, afectada por un foco de tuberculosis bovina y, como afirmó su responsable a este periódico, «obligada» a sacrificar todos sus ejemplares. En dicho documento, el ente foral indica también que la decisión de aplicar el vaciado sanitario «fue de la ganadería, en lugar de alargar el procedimiento».
El Departamento de Equilibrio Territorial Verde hace referencia al proceso que se sigue cuando se registra un caso positivo en tuberculosis bovina. Informan de que el primer resultado «no es definitivo», por lo que es preciso realizar «pruebas adicionales» para confirmarlo. Entonces, el primer paso es «inmovilizar» la explotación y sacrificar a los animales que han dado positivo en esas primeras pruebas. «Una vez sacrificados, los veterinarios recogen más muestras de estos animales y se envían al laboratorio para confirmar la presencia de la bacteria en las muestras, mediante pruebas de cultivo», detallan en el comunicado.
Cuando se confirma el positivo desde el laboratorio, la norma en Euskadi establece que «se proceda a su vaciado sanitario», aunque pueden aplicarse excepciones. La norma permite que se mantenga inmovilizada la explotación y a partir de los dos meses del sacrificio de los últimos animales positivos, se hagan «seguimientos con interpretación estricta de los resultados». Si en dos de esos seguimientos, con un intervalo mínimo de 2 meses entre ellos, los resultados son negativos, «se procede al levantamiento de las medidas cautelares y se recupera la calificación».
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En caso de que en estos seguimientos se registren nuevos positivos, la ganadería en cuestión puede optar por dos opciones. Una de ellas es el vaciado sanitario, pero existe la oportunidad de «sacrificar las reses positivas, mantener la inmovilización de la explotación y continuar con las pruebas hasta obtener dos controles negativos». De confirmarse esta segunda opción, se lograría esquivar el sacrificio de la totalidad de los ejemplares.
Contacto constante con el ganadero
En referencia al caso de la ganadería Bergarako Zezenak, la Diputación señala que «el contacto con el ganadero ha sido constante». El foco se detectó después de realizar «pruebas en sangre y piel en abril de 2025», y se han realizado pruebas adicionales «al resto de cabezas de ganado». Añaden que, además de las dos cabezas de ganado sacrificadas, «otras cabezas han dado resultados positivos en las pruebas de control». El ente foral apunta que «desde la ganadería la decisión ha sido la de realizar el vaciado sanitario en lugar de alargar el procedimiento».
En el comunicado transmitido por la Diputación se explica que «el protocolo incluye compensaciones por sacrificio de animales, así como para la reposición de nuevos animales y para compensar el lucro cesante».