Detenido en Alemania el maltratador de la mujer que huyó con su bebé de un piso foral de acogida
La Ertzaintza establecerá medidas de protección a la mujer, que se halla en buen estado, en el caso de que decida volver a Euskadi tras su partida el pasado 21 de octubre
Cuarenta días es lo que ha durado la huida del joven maltratador que en octubre aguardó a su pareja a la salida de un ... piso de acogida de la Diputación de Gipuzkoa para víctimas de violencia de género, y ambos se fugaron junto a su hija de 10 meses hasta un país europeo que ha resultado ser Alemania. Ahí ha sido arrestado por la Policía germana, según informó a primera hora de este viernes la Ertzaintza. La madre y la bebé, de casi un año, se encuentran en libertad, dado que sobre ella no pesa ninguna responsabilidad penal. «Es una mujer perfectamente libre de decidir cuál va a ser su destino, si va a regresar a Euskadi o no lo va a hacer», precisó ayer el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka. Según añadió, la mujer «tiene un enlace familiar» en el país teutón, por lo que la Ertzain-tza ha pedido «a la Policía alemana que le pregunten si tiene intención de regresar al Estado español y, en concreto, a Euskadi», aclaró Erkoreka, a fin de poder tomar «las medidas de protección correspondientes» y que en su día fallaron, lo que dio pie a la huida.
La pareja se encontraba en paradero desconocido desde el sábado 21 de octubre, cuando la joven abandonó con su niña el piso foral al que había sido dirigida tres semanas antes tras ser agredida por su pareja, un argelino de 26 años, en una vivienda de Debagoiena. La víctima, de origen balcánico y 20 años de edad, estaba catalogada con el cuarto y más alto nivel de riesgo, por lo que tenía asignado un servicio de escolta de 24 horas. Así, cada vez que salía del recurso ubicado en una localidad de Donostialdea, debía informarlo con antelación con el fin de activar la contravigilancia policial.
«La mujer tiene un enlace familiar en Alemania y es libre para decidir su destino»
Josu Erkoreka
Vicelehendakari
De hecho, la Diputación aseguró que ese día, a las 11.00 horas, el centro notificó a la ertzain-etxea correspondiente que la chica tenía intención de hacer una salida de dos horas por la tarde, entre las cinco y las siete. Sin embargo, un fallo en el protocolo de protección permitió que no hubiera ninguna patrulla policial cuando la joven salió del piso, empujando a su bebé en una sillita. Eran las 17.00 horas y supuestamente iba a dar un paseo con su hija. Según pudo comprobar la Ertzaintza a través de las videocámaras municipales ubicadas en la zona, fuera las aguardaba el padre de la pequeña y un amigo de este. Todos se montaron en un Audi A3 negro –los dos varones delante, y la madre y la bebé, destrás–, y se fueron.
La voz de alarma la dieron desde el propio piso, cuando comprobaron que la única de sus residentes con la consideración de riesgo especial no había regresado a las 19.00 horas, tal como había programado su salida, según aseguró la Diputación tras conocer la noticia de la desaparición de la chica. El Departamento de Seguridad alegó entonces una presunta confusión en los horarios, y refirió que la salida había sido comunicada para las 15.00 horas, y que a esa hora acudió una patrulla pero que no salió nadie del portal. Fuentes policiales, sin embargo, aseguraron a este periódico que «ningún agente» fue movilizado hasta el citado piso «ni a las tres ni a las cinco de la tarde».
En autobús
El caso es que a las 19.00 horas, la hora en la que la víctima de maltrato debía estar de vuelta a casa, las cámaras de seguridad de la estación de autobuses de Donostia captaron a la mujer con su bebé y su pareja, montándose a un autocar de una compañía de bajo coste con destino París, según comprobó la Ertzaintza. Aquella tarde, sin embargo, el hombre telefoneó al piso foral para comunicar que se encontraba viajando a Madrid junto a su «familia», en un intento por despistar a la policía y ganar tiempo para su huida.
El juzgado de Violencia sobre la Mujer de Donostia, que desde el lunes 23 de octubre instruye el caso, emitió una orden europea de detención y también autorizó el rastreo del móvil de la joven, lo que pudo situarla en diferentes lolicadades francesas, como Burdeos. Llegaron a París el domingo al mediodía, y un día después declaró en comisaría el hombre que acompañó al maltratador hasta el piso de acogida.
Las primeras hipótesis policiales apuntaron a que la pareja podía tener intención de alcanzar Bélgica, donde hay una amplia comunidad musulmana, religión que profesa el varón, o incluso Suiza con el fin de abandonar el espacio Schengen, donde quedaría sin efecto. Sin embargo, recalaron en Alemania, «probablemente» debido a que la mujer tiene «un enlace familiar», apuntó Erkoreka.
Asuntos Internos investiga qué falló para que se diera la fuga
La joven huida de un piso de acogida es una de las 13 víctimas de maltrato que, en el momento de los hechos, tenían la condición de riesgo especial en todo Gipuzkoa. Como tal, y aunque ella la había rechazado varias veces, según explicó el Departamento de Seguridad, debía contar con protección policial cada vez que salía al exterior del piso foral al que había sido designada por sus circunstancias de vulnerabilidad. Sin embargo, ninguna patrulla de la Ertzaintza acudió a escoltarla aquella tarde. Los hechos motivaron que Asuntos Internos abriera una investigación con el fin de esclarecer posibles «responsabilidades» en la Policía vasca, con la idea de «reconstruir» las decisiones y comunicaciones adoptadas o eludidas en comisaría.
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