Así fueron las declaraciones de los calumniados e injuriados por Iñaki Badiola

El juicio se celebró el pasado mes de enero entre los días 24 y 26, y en el mismo declararon los perjudicados por esos mensajes en redes 'anónimos' que ahora ha quedado corroborado que fueron publicados por el propio Badiola. Estas fueron algunas de las declaraciones que los afectados realizaron durante el juicio.

El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, declaró que los tuits publicados «han afectado a la imagen de la diputación, del diputado general y de la clase política», y que las acusaciones que más le afectaron en el plano personal fueron «las de pederastia» que le relacionaban con el caso Kote Cabezudo.

Respecto al daño moral causado, Olano aseguró que en el ámbito personal «es una cuestión más, porque desgraciadamente el responsable político que está en primera fila está expuesto a este tipo de calumnias», si bien ha indicado que este caso «ha agravado mi sensación de indefensión de unas acusaciones injustas». No obstante, señaló que es algo que le ha afectado de manera «grave», y que le han hecho sentir «indefenso», ya que «cuando se producen denuncias anónimas uno no tiene mecanismo de defensa. Además las acusaciones, especialmente de pederastia, son cuestiones que afectan mucho».

La primera en declarar en el juicio fue la magistrada Ana Isabel Pérez Asenjo. En las cuentas de Twitter mencionadas, se le acusaba en reiteradas ocasiones de «prevaricación en el llamado caso Kote Cabezudo», del cual fue jueza instructora desde 2013 hasta 2018. También se le imputaba otra trama relacionada con administradores concursales de la Real Sociedad. «En uno decían que me iban a dar el premio a la jueza más corrupta de Gipuzkoa», dijo Asenjo. «La peor imputación que pueden hacer a una magistrada es que está prevaricando, es el peor insulto que te pueden hacer como profesional. Y lo hacían una y otra vez de forma infundada y por motivos que nunca te explicas», indicó. Estos hechos le causaron «malestar, era muy desagradable» e insistió en que «el daño ya está hecho».

Eduardo Clausen, notario de profesión, también fue foco de los ataques de las publicaciones en Gipuzkoa Confidencial, donde se le acusaba de ser «uno de los principales pederastas del caso Kote Cabezudo». Este calificó esas informaciones de «descalabro y degradantes», aunque dijo que «son tan absurdas que ni dañan». No obstante, relató el «perjuicio» sufrido a consecuencia de las mismas en su vida laboral, indicando que era el administrador único de un importante grupo empresarial, y que «mis socios me dijeron que una persona de la que salían esas afirmaciones, aunque eran falsas, no podía ser imagen de su grupo», una reacción que «me ha destrozado». En este sentido, indicó que los 500.000 euros solicitados en concepto de daño moral le resultan escasos. «Me he quedado muy corto. Yo he podido perder 10 ó 20 millones de euros», aseguró.

El juez Pedro José Malagón, titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de San Sebastián, fue quien declaró culpable a Iñaki Badiola del concurso de acreedores de la Real Sociedad, hecho que el magistrado relacionó con la posible animadversión que podría tener hacia él. «Es la única razón que encuentro», dijo. En los tuits se le acusaba de corrupción y de relación con el caso Kote Cabezudo. «Se me mencionaba con nombre y foto, se hablaba de pandilla de pederastas, compinches, que formaba parte de la manada, y se hacía referencia a actuaciones ilegales o delictivas en relación a mi ejercicio profesional. También se decía que había participado activamente en los papeles de Panamá», señaló.

Malagón explicó que en su profesión «es común que a la hora de resolver un caso, como poco una de las partes no va a quedar contenta», pero denunció que «no está dentro del sueldo que te ataquen de esa forma deliberada» con algo «tan deleznable como la pederastia. Causa una sensación de absoluta injusticia».

Tres responsables de la Hacienda Foral de Gipuzkoa también fueron atacadas en Twitter, presuntamente, por el señor Badiola. Se trata de la subdirectora general de Gestión, Yolanda Domínguez; la subdirectora general del departamento de Hacienda y Finanzas, Coro Pereiro; y la subinspectora tributaria del mismo departamento, Sonia Juárez. A todas ellas se las acusaba de formar parte de una trama corrupta de la Hacienda Foral y también con el caso Cabezudo. Sobre su vinculación con el acusado explicaron que en 2009 Hacienda recibió una denuncia anónima de que podría estar cometiendo fraude y lo investigaron, de manera que comprobaron que Badiola no estaba declarando en Gipuzkoa cuando así le correspondía.

«La zorra al cuidado de las gallinas», escribieron sobre Yolanda Domínguez. «Es insultante. Me parece triste que por un tuit se pueda poner en entredicho la labor profesional y las relaciones personales de una persona», señaló. En cuanto a Coro Pereiro y Sonia Juárez, que sufrieron «estrés e indefensión» por estos hechos, había tuits que las acusaban de «ocultación de delitos y corrupción» en los papeles de Panamá. Pereiro relató que Badiola se querelló contra ellas por no persecución de ese presunto delito. Otras publicaciones aseguraban que ambas se enfrentaban a 12 años de inhabilitación en su cargo, si bien también era falso.

Entre los perjudicados también están El Diario Vasco y trabajadores de este periódico, a los que se acusaba de corrupción en el caso Kote Cabezudo y de ocultación de información en torno al mismo. José Gabriel Mujika, quien fue director del periódico durante 25 años, dijo tener la «convicción» de que Iñaki Badiola está detrás de esas acusaciones. En este sentido, Mujika afirmó que «no ha habido ninguna otra persona que haya atacado al periódico o a mi persona» como él.

Por su parte el periodista Javier Peñalba, a quien se acusaba de ocultar información del caso Kote Cabezudo y de recibir los sumarios del mismo a través de su mujer, funcionaria de Justicia, dijo que fueron «un cúmulo de falsedades que se vertieron de forma totalmente gratuita e infame». Unos hechos «tremendamente dolorosos» en lo personal y que «afectaron a mi reputación en lo profesional».

Por último Urko Barros, en representación de la Sociedad Vascongada de Publicaciones, editora de El Diario Vasco, declaró que «somos un periódico y la credibilidad es nuestro principal valor. Y se decían cosas clarísimamente falsas».

Temas

• Juicios
• Gipuzkoa