Es muy posible que usted no haya oído hablar de la cultura Yamna. Confieso que yo tampoco hasta hace unos meses. Sin embargo, todos tenemos ... una gran herencia genética, lingüística y mítica de ese pueblo que surgió al norte de los mares Negro y Caspio.
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Recientemente, en los análisis genéticos se han producido dos revoluciones. La primera es que las técnicas para recuperar ADN antiguo han mejorado drásticamente; la segunda es que su precio se ha desplomado, por lo que ahora se pueden hacer muchos estudios que a los precios anteriores eran impensables.
Del estudio del ADN de la península Ibérica, nos hemos llevado varias sorpresas. Si hablamos del ADN en general, nos encontramos con que al acervo genético han contribuido tres migraciones. La primera es la de los cazadores recolectores del Paleolítico, con un 22%. La segunda es la de los agricultores del Neolítico con un 45% y la tercera, y esa es la sorpresa, son los pueblos esteparios Yamna con un 33%. Los Yamna inventaron el carro de cuatro ruedas que les permitió llegar a todos los puntos de Europa, llevando con ellos su ADN, su lengua, sus mitos y sus enfermedades.
Cuando miramos al cromosoma Y, que tan solo lo tienen los varones, y se transmite de padres a hijos, la historia todavía es más sorprendente. La herencia del Paleolítico es del 3%; la del Neolítico del 22% y la de los Yamna del 75%. Eso quiere decir que el número de hijos que dejaron es altísimo.
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