Uno de cada cuatro hogares de Gipuzkoa dispone de una segunda vivienda

La pandemia ha impedido también la mayoría de escapadas de fin de semana o vacaciones a esos retiros, situados en su mayoría no demasiado lejos de casa. En Gipuzkoa, casi uno de cada cuatro hogares dispone de otra vivienda en propiedad, el porcentaje más alto de Euskadi. Y la mayoría se sitúan a pocos kilómetros del lugar de residencia habitual, en el mismo territorio. El Departamento de Vivienda ha radiografiado ese parque inmobiliario, su volumen, su ubicación y sus usos y ha publicado los datos en un informe que revela, entre otras cuestiones, que el destino de uno de cada cuatro inmuebles es su arrendamiento en el mercado libre.

En Gipuzkoa, en concreto, hay 70.544 hogares donde alguno de sus integrantes dispone de otra vivienda en propiedad. Se trata del 24,3% del total de 290.263 hogares que residían en el territorio en 2019, de cuando datan estas cifras. Y entre esos propietarios más solventes disponen 81.838 inmuebles, 1,16 por cada hogar. En el conjunto de Euskadi, esos porcentajes son algo menores, con Álava a la cola (21,6% de hogares con segunda vivienda), y también hay diferencias ligeras entre población que vive habitualmente en ciudades más grandes o en localidades de menor tamaño. Hay menos hogares en las capitales de provincia con segundas viviendas, pero los que sí disponen de ellas, son propietarios de un porcentaje de inmuebles mayor: 1,16 viviendas de media por hogar frente a 1,13 en municipios de menos de 20.000 habitantes.

Más de la mitad de estas segundas residencias se ubican dentro del mismo territorio. En Gipuzkoa, el 56% tiene esa segunda casa en el mismo o en otro municipio cercano al que reside, y son muy pocos los que invierten en el territorio de al lado, Bizkaia o Araba. Solo el 2,8%. El 41% restante dispone de una vivienda fuera de la CAV, pero en regiones próximas como Castilla y León, La Rioja o Navarra, los destinos más habituales.

En total, los guipuzcoanos poseen 81.838 segundas residencias, de las que más de 48.000 están en Euskadi. De ellas, más de la mitad se reparte en el área de Donostialdea y Bajo Bidasoa, una de cada cuatro se sitúa en la capital, y el resto se distribuye en buena medida en municipios de Urola Kosta como Zarautz, Orio o Zumaia y Tolosaldea. En esas comarcas, el 20% de su parque total de viviendas es una segunda residencia. Bajo Deba se sitúa en el extremo opuesto, con menos de 4.000 viviendas no habituales repartidas en sus municipios, el 9,2% del total.

Fuera de Euskadi, esas casas, bien procedentes de herencias familiares o compradas como refugio para realizar escapadas de ocio de unos días y para vacaciones estivales, se sitúan en comunidades limítrofes. El estudio no desglosa por territorios las preferencias de cada propietario vasco, pero Castilla y León, con Burgos a la cabeza, es el lugar donde un 26% de vascos tiene esa segunda morada. Le siguen Cantabria, destino de muchos vizcaínos; y La Rioja, más habitual entre guipuzcoanos. Solo el 10% de inmuebles se reparte entre el resto de comunidades autónomas. Y apenas 1.627, también muchos de propietarios de Gipuzkoa, se sitúan en Francia. Los vascos solo disponen de 671 casas en otros países.

Pasar fines de semana lejos de la residencia habitual o aprovechar esas viviendas para los días de asueto es el uso principal que motiva la tenencia de estas propiedades. La mitad de las 232.000 segundas residencias de que disponen los vascos se destina al ocio. Pero es llamativo que ese uso corresponde especialmente a las situadas fuera de la CAV. El 80% de esas casas se utiliza para ese fin. Solo el 17% de los propietarios de inmuebles en municipios próximos a los que residen de forma habitual disfrutan de ellos en sus días libres o festivos, la mayoría los tiene alquilados. En Gipuzkoa, concretamente uno de cada cuatro.

Según los datos del Observatorio vasco de Vivienda, 45.517 de estas segundas residencias ubicadas dentro de Euskadi, el 46% del total, están alquiladas en el mercado libre. El estudio se fija con detalle no solo en esa práctica del arrendamiento, sino también en si esos propietarios conocen y tienen en cuenta los programas de alquiler público disponibles a la hora de buscar un uso a su vivienda vacía. Ahora, solo el 5% de ellos alquila su inmueble a través de Bizigune o Asap, pero un 35% de los propietarios guipuzcoanos se lo plantearía. El 60%, en cambio, no está dispuesto a dejar su vivienda en manos del Gobierno Vasco, que en su campaña por captar más viviendas para el alquiler público ofrece garantías de cobro y de mantenimiento pero limita las rentas a un máximo que el mercado libre no acota.

El interés del Departamento de Vivienda es evitar que haya inmuebles vacíos sin razón justificada, cuando Euskadi sigue precisando casas para satisfacer la necesidad de alquiler social a familias con rentas muy bajas y que tienen reconocido el derecho subjetivo a habitar una vivienda digna. En este informe, unos 13.000 propietarios reconocen que tienen sus pisos vacíos porque, entre otras justificaciones, la destinarán a usos familiares, una situación que el Ejecutivo quiere limitar al máximo con el nuevo decreto que aprobará este año para penalizar a los propietarios de inmuebles vacíos.

Viviendas cedidas a familiares o amigos, disponer de ella para trabajar o para una próxima mudanza son otros usos de este parque 'secundario' formado por más de 120.000 pisos en la CAV.