Un año de la fuga que mantuvo en vilo a Gipuzkoa
Tras 30 horas de huida, el 8 de julio de 2021 fue detenido en Donostia Pedro María Ruiz acusado de asesinar a una mujer en Murchante, Navarra
Un asesino anduvo suelto por Gipuzkoa durante más de 30 horas. Fue hace un año, entre el 7 y el 8 de julio de ... 2021, cuando después de matar a su excuñada en la localidad Navarra de Murchante, Pedro María Ruiz Jiménez huyó hacia el territorio, por donde se movió mientras todos los cuerpos policiales seguían su rastro. Las últimas horas las pasó en San Sebastián, donde durmió en un hostal, robó un coche y, tras tomarse un pintxo y un whisky acudió a la peluquería, donde fue finalmente detenido por la Ertzaintza en uno de los mayores despliegues policiales que se recuerda en la ciudad.
La víctima era María Pilar Berrio Jiménez, vitoriana de 43 años que residía en Murchante con sus dos hijos de 5 y 9 años. Era excuñada del Pedro María, pero también mantenían una relación sentimental. De hecho, tras cumplir condena en la cárcel de Logroño la mujer le acogió en su casa y la Policía Foral tuvo que intervenir en varias ocasiones por altercados de violencia doméstica.
El 7 de julio de 2021 María Pilar circulaba en su coche con sus pequeños por la NA-6840 sobre las diez de la mañana cuando fue embestida por otro vehículo que conducía este hombre, lo que le hizo salirse de la carretera. Él bajó del coche, se dirigió hacia ella y la degolló, delante de sus hijos, a la vez sobrinos del asesino.
En ese momento comenzó su huida. El fugitivo tenía una importante red familiar en Gipuzkoa, de hecho, su último domicilio constaba en Zumarraga, por ello desde el principio la policía creyó que acudiría al territorio en busca de protección. Lo hizo. De hecho pasó por Legazpi, donde abandonó el vehículo en el que había huido desde Murchante, pero a pesar del operativo policial desplegado en la localidad los agentes no consiguieron dar con él. Se hizo de noche y se confirmó lo que todos querían evitar: un asesino muy peligroso y armado estaba suelto y en paradero desconocido.
Mientras tanto, Pedro María Ruiz Jiménez pedía un pintxo de tortilla y un whisky JB en el bar Bergara de Gros. Después se trasladó a Amara y pasó la noche en la pensión Anoeta, situada en la Avenida de Madrid. Al entrar tarde, su responsable no registró sus datos hasta la mañana siguiente, cuando saltó la alerta en la Ertzaintza. Sin embargo cuando llegaron los agentes el fugitivo, muy madrugador, ya se había ido, no sin antes desayunar en un bar cercano. Todo lo pagaba en metálico y llevaba una gran cantidad de billetes encima.
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Las siguientes horas discurrieron con mucha tensión. Con la certeza de que el hombre estaba en Donostia o sus alrededores, la policía blindó las salidas de la ciudad. La primera pista la dio un taxista, que avisó a la Ertzaintza de que había trasladado a un hombre que se parecía al fugado hasta Igara porque tenía la intención de comprar un coche de segunda mano. Varias patrullas le buscaron por la zona y en concesionarios de Astigarraga y Oiartzun, aunque sin éxito. Horas después el taller de la SEAT en Lugaritz denunció el robo de un vehículo que estaba estacionado en el exterior. Sin saberlo, el asesino robó un coche camuflado de la Ertzaintza.
Operación jaula
El temor de la policía era que utilizase el coche para huir a Francia. Pero nada más lejos de la realidad. Pedro María se trasladó de nuevo a Gros, aparcó el coche y volvió al bar Bergara para pedir otro pintxo de tortilla y otro whisky JB. Pero los responsables lo reconocieron por la foto del periódico y alertaron a la Ertzaintza, que ya había recibido otros avisos de que estaba en la zona, entre ellos el de un agente fuera de servicio. Este fue el primero en localizar el coche robado. A partir de ese momento se desplegó una operación jaula en el barrio, cerrando todas las salidas para cercar al fugitivo.
Los agentes tardaron poco tiempo en localizarle. Estaba en el interior de una peluquería de la calle Euskal Herria, donde se lavó el pelo. Decenas de agentes, incluida la Brigada Móvil, se personó en el lugar, donde fue detenido sin oponer resistencia. El juez le imputó un delito de asesinato, dos contra el patrimonio por el robo de dos vehículos, uno de quebrantamiento de la orden de alejamiento que tenía sobre la víctima y otro contra la seguridad vial, ya que durante la huida condujo sin carnet. El 10 de julio ingresó en prisión.
La causa sigue abierta y será un juicio con jurado popular
La causa judicial contra Pedro María Ruiz Jiménez sigue su curso y por el momento continúa la instrucción del caso, aunque se sabe que el encausado será juzgado por un jurado popular. Con la instrucción abierta, por el momento no hay calificación por parte de la Fiscalía de Navarra, por lo que aún se desconoce si le imputarán un delito de homicidio o de asesinato. En todo caso, las penas por homicidio van de los 10 a los 15 años y del asesinato de los 15 a los 25. Ruiz Jiménez sigue interno en la cárcel de León, donde ingresó el verano pasado tras ser trasladado desde Martutene por seguridad. Tras ser detenido en Donostia fue internado en prisión, pero después la dirección decidió trasladarle para evitar que fuese agredido por otros reclusos que tenían alguna vinculación personal con la víctima.
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