El Covid marca récord de ayuda a menores
'Zeuk Esan'. El teléfono vasco de atención a la infancia atendió 1.824 casos en Euskadi en 2020, lo que equivale a 5 consultas al día. Más del 30% se dieron en el confinamiento
La pandemia no ha hecho más que incrementar el malestar de la población vasca, que ha visto truncada su rutina de la noche ... a la mañana. La crisis sanitaria no ha dejado indiferente a nadie, tampoco a los más jóvenes, quienes probablemente hayan tenido que hacer un mayor esfuerzo para reducir las reuniones sociales y permanecer en casa. Basta con echar un vistazo a los últimos datos del teléfono de ayuda a la infancia y adolescencia de Euskadi 'Zeuk Esan' para percibir ese clima de preocupación que ha originado la crisis sanitaria. El servicio, gestionado por el Gobierno Vasco, atendió 1.824 consultas en los tres territorios en 2020, la cifra más alta desde que se puso en marcha hace diez años. El Covid ha hecho que los casos aumentaran en un 86,5% respecto a 2019, cuando se atendieron 978 consultas. Los contactos realizados, por su parte, fueron 1.041, debido a que en una llamada normalmente los usuarios aprovechaban a hacer más de una pregunta.
La incertidumbre generada con la llegada del coronavirus hace ya un año propició una escalada en las llamadas a los profesionales de 'Zeuk Esan'. «Recibimos un gran número de consultas que no tenían nada que ver con las situaciones de menores que atendemos normalmente», como pueden ser casos de 'bullying', dudas sobre temas relacionados con la sexualidad o la escuela y la desprotección infantil. En cambio, coincidiendo con el inicio del primer estado de alarma y el consiguiente confinamiento, «la gente echó mano de este servicio para aclarar todo tipo de cuestiones relacionadas con el Covid. Se restableció para dar respuesta a la situación social», explica Kepa Torrealdea, coordinador del servicio de atención al menor. Sobre todo, aquellos primeros meses su labor pasó a ser de «contención emocional. Tuvimos unas 172 llamadas de este tipo entre marzo y abril», explica. Solo durante los meses de obligado aislamiento domiciliario se atendieron más del 30% de las peticiones. La mayoría tenían que ver con un sentimiento de malestar psicológico.
Malestar emocional
La mayoría de menores que pidieron ayuda en 'Zeuk Esan' lo hico precisamente porque se sentían mal emocionalmente. Durante todo el pasado año, 242 jóvenes necesitaron consejo para afrontar esta situación, frente a 157 adultos con hijos. También llama la atención el caso de 40 personas que, pese a no tener descendientes, solicitaron asistencia para vencer a la depresión.
La pandemia ha puesto sobre la mesa la necesidad de cuidar el bienestar psicológico. Además de las 399 consultas de personas que tenían malestar psicológico, 342 vascos se encontraron con problemas para lidiar con las relaciones familiares. «Hemos estado en nuestras casas más tiempo que nunca, relacionándonos siempre con las mismas personas, con nuestros hijos, padres o hermanos. Esta situación ha generado mucha tensión», apunta Torrealdea. «Ante una riña o una pelea, no existía la posibilidad de desahogarse fuera». Los datos de este último año no mienten. Las consultas se vieron disparadas en primavera, con la llegada del virus, pero también después de verano, justo antes de la segunda ola.
EL dato
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399 de las consultas estuvieron relacionadas con el malestar psicológico generado a causa de la pandemia y, sobre todo, del confinamiento. Precisamente por ese motivo también aumentaron los contactos relacionados con conflictos familiares, que sumaron 342 casos entre menores y mayores.
El Covid-19 ha cambiado la forma de relacionarnos hasta tal punto que el 'bullying' o acoso entre iguales haya bajado a los niveles más bajos registrados hasta la fecha. En 2020 solo 234 personas -89 menores y 142 adultos- solicitaron ayuda para terminar con estas situaciones. La razón es muy sencilla. La gente ha estado en casa y apenas ha habido clases presenciales. «Al cambiar el escenario, cambia el problema». Este tipo de consultas volvieron a subir en septiembre, con la vuelta al 'cole'. Los «pocos retazos» del confinamiento «eran online y venían de antes».
Pese a que los contactos con 'Zeuk Esan' se pueden hacer tanto por teléfono como por buzón e incluso redes sociales, todavía se mantienen las llamadas como medio prioritario para realizar las consultas. En el 87% de los casos tanto los menores como los adultos se ponen en contacto con este servicio en el 116 111, y uno de cada cinco lo hacen en euskera.
Mientras que 265 guipuzcoanos hicieron uso de este servicio el año pasado, en Bizkaia 447 personas necesitaron información y orientación dirigida a la infancia y adolescencia y en Álava, 167. El resto de contactos no quisieron desvelar de dónde llamaban, al tratarse de un servicio anónimo prefirieron no dar esos detalles.
Otra de las diferencias que se ha percibido respecto a otros cursos ha sido un ligero aumento de consultas en días festivos y fines de semana que se relaciona, principalmente, con el confinamiento de primavera, donde se dieron un 45% de las consultas anuales en sábados y domingos.
Ejemplos de consultas atendidas
Malestar psicológico y soledad en la adolescencia
Llama con ganas de hablar, de desahogarse. Es una persona menor de edad que se siente sola, sin amigos y perdida y que, pese a lo joven que es, se expresa con madurez. Se mudó hace bastantes años a Euskadi con la idea de empezar una mejor vida en el País Vasco, pero se ha encontrado con dificultades para socializar e incluso relacionarse con su familia. Le asesoraron en la escuela para que se pusiera en contacto con el servicio 'Zeuk Esan' y charlar. Siguió este consejo y llamó. Tras mantener una charla, asegura que va a cambiar su manera de tratar con sus padres, pese a que insiste en que no le gusta cómo se comportan y el ambiente que generan sus discusiones. Entre otras recomendaciones, desde el teléfono de ayuda al menor se le sugiere que vaya a establecimientos públicos, como bibliotecas, para conocer a gente con la que puede compartir gustos.
Un menor con miedo de volver a casa por malos tratos
Este menor que llamó al teléfono del servicio de ayuda a la infancia y adolescencia tenía miedo de volver a casa por posibles represalias de su padre, que describía como muy estricto. Según su testimonio, llevaba siendo castigado toda la vida, pero llegó un momento en que esas riñas pasaron a ser malos tratos. Cuando sufrió su primera paliza, cada vez que se rebelaba contra su progenitor, este le pegaba. Pidió ayuda porque ya no podía más. Le aislaron sin móvil ni ordenador y le prohibieron salir de casa sin sus padres. Los servicios sociales de su localidad le proporcionaron el contacto de 'Zeuk Esan'. Tras analizar la situación y buscar posibles apoyos para esta persona, como algún hermano o amigos, junto con los servicios sociales orientaron su caso, buscando un equilibrio en la relación de este menor con sus padres y terminar con los malos tratos.
Un abuelo denuncia la desprotección que vive su nieto
Al tratarse de un teléfono orientado a problemas de la infancia y adolescencia, no solo se ponen en contacto menores, también adultos que quieren consultar situaciones que viven sus hijos o incluso nietos. Precisamente el año pasado un abuelo pidió asesoramiento para saber cómo podía ayudar a su nieto, que consideraba que vivía en desprotección. Es decir, le preocupaba que su propio hijo no cuidara adecuadamente del pequeño, a quien tenía en casa casi todo el día. Aseguró que su hijo siempre había tenido dificultades para relacionarse con la familia y que ahora veía que estaba actuando de igual forma con el niño. Desesperado por ver a su nieto solo, «pasando muchas horas delante de la televisión y sin horarios», el mayor valoró hasta la vía de denuncia. Antes, ante la complejidad de la situación, quiso pedir consejo a los profesionales de 'Zeuk Esan'.
Acoso escolar y 'ciberbullying' durante la pandemia
Un padre de un menor llamó pidiendo ayuda porque, según dijo, un compañero de clase de su hijo pequeño había grabado un vídeo mofándose del niño. Ellos se enteraron mediante el centro escolar, donde una profesora había visto el vídeo. La dirección de la escuela les informó de que el niño que había grabado el vídeo iba a ser castigado, siguiendo el protocolo de actuación en caso de 'bullying' que tienen la mayoría de colegios. Al parecer, en el vídeo sale otro compañero burlándose del pequeño. Desde 'Zeuk Esan' hacen todo lo que está en sus manos para ayudarle y recomendaron al padre cómo actuar. Entre otras cosas, le sugirieron que pidiera ver el vídeo en el que se ríen de su hijo, por muy duro que se le hiciera, para así pedir ayuda a las autoridades, como la Ertzaintza, que es la encargada en estos casos de parar la difusión del vídeo.
Amistades peligrosas. Piden ayuda para terminar con ellas
Asesorar a los padres es muy común en este servicio, ya que muchas veces necesitan consejo de cómo actuar en situaciones complicadas. Una madre llamó a 'Zeuk Esan' el año pasado para pedir ayuda. Una amiga de su hija había pasado a ser peligrosa. Se juntaba mucho a la pequeña y le impedía relacionarse con otros compañeros de su edad. Ni la madre ni la hija sabían cómo gestionar la situación, que con el tiempo empezó a convertirse en una carga. Después de hablar con ambas, los servicios de ayuda a la adolescencia de Euskadi les aconsejaron que, poco a poco, fueran alejándose de ella, aunque, sobre todo a la niña, le daba pena dejarle sola. Era una situación complicada, pero tenía que elegir entre su compañera o ella. Esa relación le había hecho quedarse sin amigos. Finalmente parece que decidió dar el paso de abrirse más al resto.
Autolesiones y pensamientos negativos
Varios menores llamaron a 'Zeuk Esan' pidiendo ayuda porque no se encontraban bien. Su estado emocional les había hecho autolesionarse e, incluso, intentar terminar con su vida. Un grupo de amigas que ya no sabía a quién acudir se puso en contacto con el servicio. Una amiga se estaba aulesionando. Le habían visto cortes en la muñeca, pero tenían miedo de comunicárselo a algún adulto. Estaban perdidas y asustadas. Desde 'Zeuk Esan', les recomendaron reunirse a todo el grupo y pasar una jornada juntas, charlando, y que le comentaran con cariño sus preocupaciones a la menor que se había autolesionado. Así lo hicieron. Poco antes, otra menor había llamado asegurando que iba a quitarse la vida. El trabajador de 'Zeuk Esan' consiguió hacerle cambiar de opinión, en un momento muy delicado y angustioso para todos.
Transexualidad y sentimiento de rechazo
Una de las consultas del año pasado se refería a un caso de un menor transexual, en plena adolescencia. Tras años pensando que era homosexual, el joven conoció un colectivo LGTBI y descubrió, según explicó, que era transexual. Para él no supuso ningún problema. Lo aceptó con total naturalidad, pero aseguró que en su casa no se sintió apoyado por sus seres más queridos. Es más, lo que sintió fue rechazo de su familia hacia él. Insistió en que le sus padres prohibieron hablar del tema y se rieron de él, sin darle importancia a lo que les estaba comunicando. En estos casos, desde 'Zeuk Esan' suelen recomendar al menor que se tranquilice y, después de escucharle durante un buen rato, se le dijo que volviera a llamar siempre que lo necesitara, además de darle algún consejo para intentar calmar la situación en casa.
Preocupación por discusiones de vecinos
Durante el confinamiento de primavera, las llamadas por malestar psicológico y dificultad de relación entre familiares aumentaron notablemente. Estar en casa 24 horas supuso aumentar el contacto con la familia conviviente, pero también entre vecinos. Una persona llamó a 'Zeuk Esan' pidiendo ayuda porque no paraba de escuchar gritos en el piso de al lado. Hablaba de peleas entre unos padres con su hijo pequeño, menor de edad. Aseguraba que escuchaba gritos y golpes a diario, si bien cuando les había visto por la calle las conductas eran las normales. «En casa es un horror lo que se escucha», dijo. Desde peleas hasta gritos, golpes... Preocupada por el bienestar del pequeño, se puso en contacto con este servicio, que tras escuchar la historia le recomendó notificar lo ocurrido a los servicios sociales de base de su localidad.
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