Desfase en los hoteles y una macrofiesta

Las imágenes colgadas por la propia empresa organizadora en su cuenta de redes sociales hablan por sí solas. Fiestas en los hoteles sin mascarilla, botellones en la calle, aglomeraciones en piscinas... un caldo de cultivo prefecto para provocar la oleada de contagios que de momento deja 49 positivos en Gipuzkoa –126 en todo Euskadi–, a la espera de los resultados del cribado a 300 personas, que Salud dará a conocer cuando terminen todas las pruebas, que se alargan hasta mañana al ampliarse el cribado.

El Gobierno de las Islas Baleares ya tiene localizados los focos de contagio que desencadenaron el brote masivo de Covid relacionado a estos viajes de estudiantes. Según lo referido por parte del medio millar de jóvenes contagiados de diferentes comunidades autónomas y las investigaciones de los servicios sanitarios de rastreo, hubo varias situaciones donde pudieron facilitarse los contagios. Una de ellas fue «un concierto de reguetón en la plaza de Toros de Palma, a cuya entidad organizadora se ha abierto expediente bajo posible multa de entre 60.000 y 600.000 euros por infracción muy grave«, según informó ayer el Gobierno balear en una nota de prensa.

La fiesta, anunciada como el mayor festival de reguetón de Europa y programada para los días 15 y 20 de junio, parece que se fue de las manos y el cumplimiento de las medidas sanitarias brilló por su ausencia. Tuvo que intervenir la Policía y cancelar el concierto debido a los graves incumplimientos de la normativa anticovid detectados en el evento. Uno de los artistas, Maikel de la Calle, colgó un vídeo en su cuenta de Instagram en el que se ve a cientos de jóvenes agolpados frente al escenario sin cumplir las restricciones de seguridad. Fue el momento de mayor «desfase», donde «la fiesta se fue de madre y la cosa se complicó», relataron varios jóvenes. «Allí casi todo el mundo iba sin mascarilla». Hay quienes describen también botellones multitudinarios en las playas, donde se mezclaban grupos «sin distancias ni mascarillas» y bajo los efectos del alcohol. Y si la Policía les desalojaba, se iban «a rincones apartados a seguir con la fiesta». Muchos han reconocido estar en ocasiones sin mascarilla, pero también que a veces no cumplían las normas de seguridad porque no podían. Por ejemplo, alegaron que en los ferrys que van a la isla, algunos «acabaron tumbándose en el suelo para dormir» por falta de sitio.

Asimismo se han detectado otros espacios de contagio, como diferentes fiestas en la costa del Arenal de Llucmajor, tanto en barcas como en tierra, incluidos 9 hoteles a los que se está investigando y algunos de los cuales ya han sido inspeccionados. Al mismo tiempo, la Conselleria de Salut comenzó a realizar un cribado de todos los hoteles para controlar posibles cadenas de contagio de su personal.

Los estudiantes viajaron el pasado 12 de junio a Mallorca, donde estuvieron hasta el día 18. Una vez en la isla, se distribuían en varios hoteles, pero en los eventos organizados se encontraban todos los jóvenes allí: un par de conciertos de reguetón, fiestas en barcos...

De acuerdo con la investigación de los servicios autonómicos, los contagiados se hospedaban en nueve hoteles de la capital balear y el entorno de la ciudad. Miles de alumnos participaron en un programa de actividades «muy intenso», pero también jaranas informales en los propios establecimientos hoteleros.

Fueron los propios alumnos los que decidieron contratar a una agencia de viajes que les organizara un viaje a Mallorca, ya que los colegios no han organizado ningún viaje de fin de curso por la situación de la pandemia.

Por otra parte, el Ejecutivo balear ha instado al Gobierno central a que emprenda acciones legales contra las agencias de viaje que hayan podido organizar este tipo de actividades que incumplen la normativa covid.