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Los servicios sociales de Gipuzkoa advierten del aumento de la violencia sexual entre los jóvenes en redes sociales, además de un alza de las agresiones y el 'sexting', que consiste en compartir fotos comprometidas de la pareja sin permiso. Así lo constata la unidad de ... atención integral especializada en adolescentes víctimas de violencia machista. El panorama actual es «preocupante», aseguran los psicólogos que les atienden.
Una adolescente guipuzcoana de 15 años contacto con la unidad de atención integral especializada en mujeres adolescentes víctimas de violencia machista para pedir ayuda. Ha mantenido una relación con un chico que tiene tres años más que ella. Cuando habla con la psicóloga que le atiende, le cuenta que ha sido una relación en la que ha habido muchas discusiones y conductas celosas. Además, él ejercía control las relaciones de amistad de ella. Así, poco a poco la joven va dejando de lado todas sus relaciones. No solo deja de mantener contacto con sus amigas. También deja de estar con su familia y pasa la mayoría de su tiempo libre con su pareja, los dos solos. Además de sufrir violencia psicológica, emocional y social, la chica relata a las profesionales del servicio que ha sufrido empujones y golpes en más de una ocasión, así como violencia sexual. Él le sometía a tener relaciones sexuales contra su voluntad. Llega un momento que no puede más y decide pedir ayuda. Acude a este programa con mucho malestar psicológico y emocional. Según explica a la psicóloga que le atiende, en estos momentos es incapaz de hacer una vida normal. Tampoco se siente capacitada para salir con sus amistades a dar una vuelta o tomar algo, ni siquiera está bien como para acudir a clase. Se siente mal y no sabe cómo actuar. Pasa la mayor parte del tiempo libre que tiene en su cuarto, sin querer salir de él.
Es una chica de 17 años que mantiene una relación con un chico mayor de edad, de 19 años, y pide ayuda a las trabajadoras de la unidad de adolescentes de Gipuzkoa. Según les explica, mantiene una relación con muchos altibajos.Pero no solo eso. Es víctima de desprecios por parte de él, además de que recibe acusaciones constantes de estar 'loca', entre otras cosas. Cuando ocurre algún imprevisto o se enfadan por el motivo que fuere, la culpa de todo lo que ocurre es de ella. Él le somete a todo tipo de chantajes y vejaciones. Pero, pese a vivir una relación tormentosa, la joven no se siente capaz de poner límites a su pareja, que la humilla constantemente. Es más, en más de una ocasión llegan a tener discusiones y situaciones de conflicto. Pero todo se soluciona después, cuando llega la conocida como fase de luna de miel. Después de la discusión y de haber vivido momentos complicados, él se disculpa, le promete que no volverá a hacerle daño nunca y el ciclo de la violencia vuelve a empezar. La fase de luna de miel o arrepentimiento es habitual en las relaciones tóxicas, en las que se ejerce violencia sobre la mujer. El agresor se arrepiente, pide perdón, busca excusas para explicar su conducta, hace promesas de cambio, hace regalos... Y la víctima termina perdonándole hasta que se repiten esos episodios. La adolescente muestra malestar, apatía, tristeza, dificultades para dormir, disminución de la autoestima.
Tiene 19 años, la misma edad que su novio, con el que, según dice, discuten «cada dos por tres». Normalmente estas peleas comienzan porque él ha visto que ella ha estado hablando con algún amigo o porque ha salido de fiesta con amistades. En más de una ocasión, le acusa de tontear con otros chicos. Cuando la chica intenta explicarle que solo son amigos suyos, él le recrimina que si le quisiera como él le quiere a ella no haría esas cosas. No acepta que esté con sus amigos hombres, hasta hacerle sentirse culpabilidad por sus actitudes con ellos. En este contexto, la adolescente expresa sentirse muy culpable, creyendo que de verdad está haciendo algo más. Siente que está actuando mal pese a no ser esa la realidad. Por no enfadar a su pareja, poco a poco ha dejado de salir y normalmente sale solo con su novio o con el entorno de este. Ha dejado de lado a sus amigas. En definitiva, deja de hacer o decir cosas para que él no se enfade. Yno solo ha cambiado su forma de actuar, sino que también ha cambiado su forma de vestir, ya que a su pareja no le gustaban algunas prendas que se ponía, como ciertas camisetas o vestidos ceñidos. La joven verbaliza que su novio no lo hace a malas. Le defiende. Dice que en el pasado lo ha pasado mal con otras parejas porque le han engañado y que por eso es así con ella, pero que lo hace porque la quiere. Él ha conseguido que ella le justifique.
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