Un cambio en la legislación pone en peligro ayudas a las familias necesitadas
El retraso de una subvención con fondos europeos que gestionará Cruz Roja está mermando el almacén del Banco de Alimentos
La «incertidumbre es total» en los bancos de alimentos de Euskadi, a raíz de un cambio en la legislación en el modelo de las ayudas ... de alimentación que dependen de fondos europeos, aprobado a comienzos de año por el Consejo de Ministros.
Según explica la presidenta del Banco de Alimentos de Gipuzkoa, Belén Méndez de Vigo, «hasta ahora el Ministerio de Agricultura compraba con fondos de la Unión Europea alimentos en origen que se repartían entre los bancos de alimentos. Con este nuevo real decreto, se van a repartir tarjetas-monedero (que dispensa Cruz Roja) para que directamente las familias puedan hacer la compra en los supermercados». Eso sí, solo serán beneficiarias de las tarjetas las familias con hijos menores a cargo.
La cuestión es que la puesta en marcha de este nuevo modelo de reparto está siendo algo atropellada. Según reclama Méndez de Vigo, «aún no sabemos si en Gipuzkoa han empezado a repartir las tarjetas, creemos que no. Me parece que de momento solo Cantabria y Cataluña las han obtenido. Desconocemos igualmente a quién vamos a poder atender, cuántos van a ser los beneficiarios de esas tarjetas para quitarlos de nuestras listas. Las asociaciones tampoco saben a qué familias van a repartirlas... ¿y qué va a ser de los hogares sin hijos pequeños o las personas mayores?».
La clave
300 toneladas
de alimentos va a dejar de recibir el Banco de Alimentos de Gipuzkoa este año
A estos interrogantes se suma el hecho de que «vamos a dejar de recibir unos 300.000 kilos de alimentos este año. El caso es que, de mientras, la gente sigue viniendo y los alimentos se van acabando, aquí seguimos atendiendo a todo el mundo que lo necesita», subraya la presidenta del Banco de Alimentos de Gipuzkoa, que recuerda que «todos los días salen unos 10.000 kilos del banco, o sea que es como un reloj de arena. Está lleno, pero se vacía, hay que estar llenándolo continuamente».
«Nadie se ha puesto en contacto con nosotros para explicarnos cómo nos afecta la nueva normativa»
Pese a todo, los voluntarios siguen un día sí y otro también arrimando el hombro para ayudar a las familias más necesitadas. El año pasado cerca de 21.000 personas solicitaron la ayuda de esta organización para tener un plato caliente en la mesa. Afortunadamente, el número de beneficiarios «de momento no está aumentando, pero tampoco disminuye», aclara Méndez de Vigo, si bien reconoce contar con reservas suficientes para poder seguir atendiendo a las personas que más lo necesitan. «El año pasado tuvimos unas campañas buenísimas y vamos a llegar a la Gran Recogida (en noviembre). Es de agradecer la enorme solidaridad de la sociedad guipuzcoana, es increíble», añade.
Una vez más, reclama a las instituciones una mayor concreción «porque la verdad es que no tenemos información de cómo funciona todo esto, nadie nos ha explicado nada. Sobre todo es la incertidumbre de no saber a cuántas personas va a cubrir. Creo que todo es un poco caos».
El Banco de Alimentos de Gipuzkoa necesita chóferes voluntarios
Los voluntarios escasean en el Banco de Alimentos de Gipuzkoa, que hace un llamamiento para animar a la gente a colaborar en esta iniciativa social. «Hacen falta chóferes para recoger todos los días los alimentos de los supermercados y que no acaben en la basura. Cada vez tenemos más sitios a donde ir y no damos abasto», afirma la presidenta del Banco de Alimentos de Gipuzkoa, Belén Méndez de Vigo. Por ello anima a la ciudadanía a colaborar tanto en sus almacenes como transportando la comida. El trabajo tampoco requiere un gran esfuerzo, «sería una mañana a la semana para realizar las rutas», explica la responsable. No exigen ningún otro requisito más que tener buena voluntad.
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