Una agencia de ciberseguridad luchará contra el aumento de los delitos informáticos en Euskadi

La progresiva digitalización de las relaciones personales y de las transacciones económicas han traído consigo una «intensificación de la práctica delictiva» que ha llevado al Ejecutivo autonómico a «reforzar los medios necesarios para detectarla, investigarla y perseguirla con eficacia», según se recoge en el anteproyecto. Por ello, la creación de un organismo público específico, dependiente del Departamento de Seguridad, para impulsar la ciberseguridad «puede constituir un importante instrumento técnico de apoyo» en la lucha contra las conductas ilícitas perpetradas a través de la red.

En los diferentes niveles de la administración pública de Euskadi se llevan a cabo actualmente actividades para proteger sus servicios de los riesgos de ciberseguridad, especialmente desde los organismos que prestan servicios informáticos tanto al Gobierno Vasco, como a las diputaciones forales o a las principales entidades locales a través del Centro Vasco de Ciberseguridad (BCSC) desde su puesta en marcha en 2017. Sin embargo, debido a su forma jurídica, este no puede ejercer las funciones ni prestar el servicio público de ciberseguridad en la CAV. Es en este contexto donde el Ejecutivo de Urkullu ha visto la «necesidad de desarrollar una iniciativa común» con la creación de un organismo «integral y transversal» que proporcione seguridad y estabilidad frente a las amenazas derivadas del uso de internet y las nuevas tecnologías, y que «articule y refuerce» la coordinación de los recursos ya disponibles.

Así las cosas, con la puesta en marcha de esta Agencia Vasca de Ciberseguridad, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, Euskadi se garantiza poder disponer de las herramientas y recursos necesarios para afrontar las amenazas y riesgos en el ámbito de la ciberseguridad que se plantean en la actual sociedad de la información. Se trata de un ente público de derecho privado del Gobierno Vasco, adscrito al Departamento de Seguridad, que ajustará su actividad al ordenamiento jurídico privado, con plena capacidad de obrar para el cumplimiento de sus fines y que contará con autonomía tanto orgánica como funcional. La sede principal estará situada en Gasteiz, si bien la agencia, para el ejercicio de sus funciones, podrá contar con el apoyo de delegaciones en cada uno de los territorios históricos.

El objetivo principal del organismo será la promoción y coordinación de la ciberseguridad en el sector público vasco, asistiendo en el ámbito de la seguridad de los sistemas de información y de las redes electrónicas, así como apoyar e impulsar la capacitación en ciberseguridad y el desarrollo digital seguro del País Vasco, la ciudadanía y todo el tejido empresarial vasco. No solo promoverá el despliegue de las medidas de protección pertinentes ante las ciberamenazas y los riesgos inherentes de las infraestructuras tecnológicas, la agencia será también la encargada de ejercer las funciones de equipo de respuesta a emergencias, así como de coordinar los equipos para hacer frente a este tipo de incidentes. Para ello, en el ejercicio de sus funciones y como organismo dependiente de Seguridad, el trabajo será coordinado con la Ertzaintza y los demás cuerpos policiales y de seguridad pública.

La agencia, no obstante, no arrancará desde cero. Hasta su constitución, el Centro Vasco de Ciberseguridad continuará ejerciendo las funciones que viene desarrollando hasta ahora. Una vez el anteproyecto de ley llegue a buen puerto, la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial, como responsable del BCSC, cederá a la Agencia Vasca de Ciberseguridad todos los activos materiales, así como el personal y todos los recursos necesarios. La subrogación de los contratos y convenios suscritos hasta la fecha por el Centro funcionarán bajo un consejo de administración que estará presidido por Josu Erkoreka, como consejero del departamento competente en materia de seguridad.