3.500 kilómetros con parada en Gipuzkoa

Gipuzkoa terminó ayer tarde uno de los fines de semana más complicados del año en cuanto al tráfico con una trágica noticia, la muerte de otro motorista en Getaria tras chocar con un vehículo. Pero los miles de vehículos que han atravesado estos días el territorio no han dejado retenciones importantes en los puntos más conflictivos, como los peajes. Las principales vías han soportado la gran afluencia de vehículos, muchos de ellos con ciudadanos de otros países europeos en dirección a sus destinos vacacionales o a sus países de origen, como es el caso de miles de magrebíes que se dirigen a cruzar el Estrecho. La gran mayoría provenientes de Francia, optan por reponer fuerzas y repostar en Oiartzun antes de poner rumbo a Algeciras para coger el ferry.

En total, según Bidegi, entre el pasado viernes y ayer, festividad de San Ignacio, alrededor de 226.000 vehículos han cruzado el peaje de la autopista AP-8 de Irun, un 5% más que en la operación salida de verano de hace un año. Alrededor de 150.500 vehículos lo han hecho desde Francia y otros países europeos en sentido Donostia, mientras que 75.500 han circulado dirección Hendaia. La Dirección General de Tráfico (DGT) espera casi 50 millones de desplazamientos a lo largo del mes por todo el Estado.

Van camino de realizar 3.500 kilómetros en apenas dos días. Se encuentran «cansados y con ganas de llegar a casa», pero el bocadillo que se han comido en el área de servicio de Oiartzun les ha servido para reponer fuerzas. «Ahora, después de haber comido algo de embutido y diferentes quesos podemos seguir tranquilamente con el viaje», asegura Nicolaie, que viaja junto a su mujer, Adriana, y su hija Alexandra. «Nuestro otro hijo es más sibarita y ha cogido un avión directo», añade entre risas.

Son rumanos, pero desde hace 17 años residen en Madrid. «Hemos estado un mes visitando a familiares y amigos en Braila –ciudad ubicada al suroeste del país– y ahora nos toca volver muy a nuestro pesar», relata el padre de familia. «Hemos disfrutado mucho de las vacaciones y del calor, aunque esta última noche la hemos hecho en Francia y hemos pasado algo de frío», reconoce Adriana. Después de tantos días, su coche va hasta arriba. «Llevamos el maletero lleno de maletas y comida», explica Adriana, jugadora de balonmano que por culpa de una lesión no ha podido disputar el campeonato de España de balonmano playa. «El fin de semana tendría que haber estado en Almería, pero no he conseguido llegar a tiempo», lamenta.

Vive en París y sus padres son portugueses, pero se defiende perfectamente en castellano. Lionel Augusto hincha las ruedas de su furgoneta mientras responde a nuestras preguntas. «Es un viaje de 1.700 kilómetros y por seguridad he tenido que parar a hinchar las ruedas», explica este hombre acompañado de su mujer y sus padres. «Vamos de vacaciones a Leiria, Portugal, porque mis padres son de allí». Al igual que el grupo de italianos, ellos también han hecho noche en Francia para descansar y partir el viaje en dos días.

«Nos vamos para tres semanas, a disfrutar de la playa y esperemos que del buen tiempo como el que hace aquí ahora mismo», señala. Y es que ayer al mediodía, el sol y las altas temperaturas fueron protagonistas.

Gianluigi Ordinelli es uno de los casi 400 jóvenes procedentes de Abruzzo y Molise, dos regiones italianas situadas al este de Roma, que desde hoy y hasta el domingo participarán en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en Lisboa. «Somos un grupo de 65 personas de entre 16 y 26 años que vamos a Portugal a reunirnos con el Papa», relata este joven. «Estuvimos 20 horas en el autobús para llegar a Lourdes, donde hemos pasado dos días, y ahora nos quedan casi 13 hasta Cadaval», una ciudad a escasos 50 kilómetros de la capital lusa.

En total van ocho autobuses, pero no todos pueden parar en el mismo sitio. «Nos habría encantado poder pasar un tiempo por esta tierra porque la verdad es que es preciosa», cuenta una compañera de viaje de Ordinelli. «El mar nos encanta y cuando hace tan buen tiempo, poder disfrutar de la naturaleza y del paisaje es un privilegio», destaca. En su caso, también dicen estar algo cansados, aunque poder ver al Papa Francisco los días 5 y 6 de agosto «lo cura todo», concluye este grupo de jóvenes. Recorrerán más de 2.600 kilómetros por carretera.

En furgoneta y con una moto en el remolque para moverse allá donde van. Haemers e Yvan en Linda proceden de Harelbeke, Bélgica y vienen a pasar dos días a San Sebastián. «Nos quedan apenas 10 kilómetros para llegar al destino y ya estamos pensando en los pintxos que nos vamos a comer», relatan ambos con una sonrisa de oreja a oreja. Después de visitar varios campings en Francia, su intención es estar hasta el miércoles en Gipuzkoa antes de ir a Navarra. En total, cerca de 1.000 kilómetros. «Nos han dicho que aquí se come muy bien y que vamos a ver una de las playas más bonitas del mundo», comenta Haemers. «Esperemos que no nos hayan mentido», bromea antes de describir su itinerario. «También iremos a Zarautz, Getaria y Zumaia. Si hace bueno, recorrer esas carreteras de costa con la moto será una pasada».