Ortzibia propone otra vía que recorta menos la pista

Ortzibia ha puesto encima de la mesa una alternativa al diseño de Aena para la nueva pista del aeropuerto de Hondarribia. Un proyecto diferente pero que «cumple con los requisitos» de seguridad «esenciales» que exige Europa para que el aeródromo pueda obtener su certificado. Se trata de una propuesta que se deberá analizar una vez finalicen las obras de adecuación de la infraestructura que se están llevando. Y con la que la reducción se limitaría a 150 metros del espacio para aterrizar frente a los 300 que fija el operador aeroportuario.

«Una vez certificado el aeropuerto por parte de Europa, que tiene que estar listo antes de final de año con las longitudes que ha propuesto Aena, se podrían modificar las medidas», aseguran fuentes de la sociedad promotora del aeropuerto de Hondarribia. Así, las instituciones vascas aseguran que el aeródromo podría seguir operando con una longitud de 1.574 metros para el aterrizaje, mientras que utilizaría 1.634 para el despegue.

De esta forma, los estudios realizados por los técnicos de Ortzibia presentan unos datos más halagüeños. Los trabajos que acaban de comenzar tienen como fin recortar 300 metros la pista, es decir, 150 por cada extremo. En la actualidad, la pista del aeropuerto de Hondarribia mide 1.754 metros de longitud. Pero después de los trabajos de adecuación, la distancia que quedará disponible para el aterrizaje de los aviones será de 1.427 metros, mientras que la distancia para el despegue se quedará en 1.590 metros, dice Aena.

Desde Ortzibia han asegurado en más de una ocasión que con unas medidas similares y un pavimento igual hay aeródromos que operan vuelos como el Airbus 319 de Vueling con 150 plazas y han sido certificados por la agencia de seguridad europea. Ponen como ejemplo el aeropuerto de Florencia (Italia) que cuenta con 1.455 metros de longitud y no tendrá que ser sometido a recortes.

Entre las obras más significativas que se llevarán a cabo se encuentra la definición de la nueva geometría de la pista de vuelo y de los nuevos umbrales y extremos desplazados. Así, cada extremo estará dividido en dos parcelas. La primera, de 60 metros de longitud, se destinará a las franjas de seguridad, mientras que la parcela de 90x90 restante se declarará área de seguridad de extremo de pista (Resa).

Mientras el aeropuerto de Hondarribia se somete a esta adaptación, la sociedad promotora del aeródromo ultima los detalles para las conexiones que se realizarán en verano tanto a Palma de Mallorca como a Londres. Solo queda por saber la fecha en la que comenzarán a operar. Además, Vueling aún no ha ratificado al cien por cien su voluntad de seguir operando entre San Sebastián y Barcelona. Sus responsables siguen analizando con Aena la rentabilidad y operatividad de sus vuelos en el nuevo contexto.