Las obras de la incineradora arrancarán en el primer trismestre

El 'sí quiero' al proyecto actual fue oficializado por el diputado general, Markel Olano, y el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, en una rueda de prensa en la sede de la Diputación, frente a la cual se concentraron las plataformas y los grupos políticos que rechazan el proyecto tras recorrer en manifestación las calles del centro de Donostia. «Seguramente es la comunicación más importante de estos cuatro años de legislatura», adelantó Olano, a quien rubricó Asensio: «Es un proyecto estratégico» del programa de gobierno bipartito PNV/PSE que dan por cumplido.

El plazo previsto de construcción y puesta en marcha del llamado «complejo medioambiental de Gipuzkoa» en Zubieta, que albergará la planta de valorización energética o incineradora y otra de tratamiento mecánico-biológico (TMB), es de treinta meses. Los plazos que maneja la Diputación cuentan que las obras comiencen en el primer trimestre de 2017 y que terminen en verano de 2019.

La propuesta ganadora de las tres participantes ofrece «la mejor solución económica y medioambiental» al problema de la gestión de las basuras que «tantas vueltas ha dado», reconoció Olano. Asensio, por su parte, destacó las características técnicas de la oferta elegida, que lidera el gigante chino Urbaser y que se completa con las empresas guipuzcoanas Altuna y Uria, Murias, Moyua y LKS Ingeniería, además del grupo inversor francés Meridiam Investments. Los dos representantes del gobierno foral insistieron en las garantías medioambientales que cumplirá la planta, el aspecto más controvertido y que genera mayor rechazo entre las plataformas contrarias a la incineración. «Será una de las instalaciones más avanzadas de Europa. Respecto a las emisiones de dioxinas, la Diputación será más exigente que la propia normativa europea que ya de por sí es muy exigente. Por eso, podemos afirmar que Gipuzkoa contará con una incineradora más avanzada que las que operan en las grandes capitales europeas», remachó el diputado general. Asensio detalló que la tecnología aplicada reducirá un 60% las emisiones máximas permitidas por la legislación europea y permitirá «estará preparado desde el momento inicial para afrontar en el futuro legislaciones más estrictas en esta materia».

Energía para 45.000 hogares

Destacó, en concreto, la reducción del 70% de las emisiones de dioxinas respecto a lo que fija la normativa europea, o lo que es lo mismo, «la planta emitirá un tercio de las dioxinas permitidas». También destacó que el nivel de exigencia es mayor que para otro tipo de industrias. «En partículas todas las emisiones serán quince veces menores que las de la normativa que permiten para una cementera, diez veces menores que las autorizadas para la siderurgia o 75 menores que las aplicadas a la industria química». Otro aspecto que subrayó es el rendimiento energético de la instalación, «que supera en un 30% lo solicitado en los pliegos y lo exigido en esta materia por la UE». La energía que se obtenga permitirá abastecer a más de 45.000 hogares y evitará 94.000 toneladas de Co2 en emisiones al medio ambiente, añadió el diputado del área.

Tal y como adelantó este periódico, la oferta adjudicada es, además, la más competitiva de las presentadas ya que rebaja un 25% el presupuesto máximo fijado en los pliegos. En primer momento, la UTE deberá invertir 217 millones de euros para la construcción y puesta en marcha de las instalaciones de gestión de residuos en Zubieta. Cuando empiecen a funcionar, a cambio recibirá 24 millones de euros al año de las arcas forales -dinero de los contribuyentes guipuzcoanos-, lo que hace un total de 768 millones durante los 32 años de vigencia del contrato. El ahorro sobre el presupuesto fijado en los pliegos supera los 200 millones de euros. Además, se crearán 80 puestos de trabajos directos y 100 indirectos.