¿A quién tienes en la cama?

Las plagas de chinches son ya la primera preocupación sobre esta materia en Estados Unidos

Ana Vozmediano

Sábado, 1 de octubre 2016, 08:07

Cuando un pediatra donostiarra alertó de que un niño había acudido a su consulta con lo que parecían picaduras de chinche, el departamento municipal de ... Sanidad no dudó en acudir a casa del chaval. Estaba lleno de chinches, esa plaga que es ya la primera preocupación sobre esta materia en Estados Unidos, por encima incluso de las ratas. Los padres habían recogido un colchón de la basura y los insectos habían invadido jambas y zócalos.

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Que nadie piense que la aparición de estos bichos tiene que ver con lugares más o menos sucios o marginales. Han conseguido cerrar tiendas de la firma Prada en Nueva York, hoteles de cinco estrellas en Londres y hasta la Filmoteca Nacional. El revuelo que se formó cuando un afamadísimo hotel neoyorkino tuvo que cerrar sus puertas y quemó todos sus colchones y enseres de cama es solo una muestra de que pueden estar en cualquer parte, acechando, para que cuando tengan hambre, sus trompas inyecten un anestésico que les permite estar hasta cinco minutos succionando la sangre de su víctima. Sea un gran empresario o un peregrino del Camino de Santiago.

Afición al calor y la sangre

Al chinche le gusta el calor y la sangre y es de hábitos nocturnos. Su nombre propio es Cimex Lectularios, no tiene alas, puede poner entre dos y tres huevos al día hasta un total de quinientos durante toda su vida y alcanzan hasta los 8 mm de longitud.

Lo cierto es que no se conoce que transmitan ninguna enfermedad, pero sus picaduras son muy molestas, mucho más que la de los mosquitos y, a veces están socialmente mal vistas.

Los responsables sanitarios explican que las personas denuncian rapidamente avistamientos de ratas o avispas asiáticas, pero que existe todavía un cierto pudor al decir que hay chinches en un domicilio o incluso en un hotel. Es obligatorio hacerlo porque el grado de contagio es muy alto.

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¿Por qué han vuelto con tanta fuerza a Gipuzkoa, a Europa, a Estados Unidos? La desaparición del DDT no ha colaborado precisamente a su extinción sino más bien todo lo contrario. Además, hay tres vías de entrada al hogar o al establecimiento, la primera de ellas recoger muebles de la calle que, mala suerte, estén infestados de chinches. Pero también pueden viajar cómoodamente en maletas y mochilas, en bolsos. Vaya que, dado que no tienen alas, somos las personas las que las transportamos. Por eso se aconseja lavar la ropa después de un viaje a 65 grados de temperatura.

En intenet podrá ver numerosos consejos caseros para deshacerse de estos molestos compañeros de cama, pero lo más aconsejable es acudir a empresas especializadas. Todo con tal de no llegar a situaciones casi axfisiantes como las que sufren ahora mismo Nueva York o Londres. Los chinches se han convertido en sus compañeros de cama.

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