Más de 1.000 euros por cambiar un bombín en Donostia

Según las fechas en las que se realizan las acusaciones, este varón suele actuar durante los fines de semana y festivos, aprovechando que la sede del negocio al que asegura pertenecer en las conversaciones con sus víctimas se encuentra cerrada. Lo que hace para que los clientes contacten con él es, al parecer, pagar un posicionamiento SEO en el buscador, de tal forma que se convierte en la primera opción que aparece cuando se busca este servicio. Los clientes, fruto del nerviosismo o tensión del momento, caen en sus redes.

El vecino residente en la capital guipuzcoana lleva toda la vida acudiendo a esta compañía ante cualquier urgencia. Aquel día solicitó la reparación del bombín de su domicilio, que no debía funcionar de forma correcta. «Llamó porque le costaba mucho girar la llave y quería cambiarlo», cuenta a este periódico Ana Maite Zapirain, gerente de Lejarreta. La empresa ha querido denunciar públicamente «la mala imagen y reputación» que le generan estos hechos, en los que está envuelto un varón de 30 años que ya había actuado con anterioridad en Vitoria, donde tiene también decenas de denuncias por lo mismo. Ya ha sido identificado por la Ertzaintza.

«Nos constan por lo menos cinco historias parecidas y sabemos que al menos tres han sido denunciadas porque tenemos todas las pruebas», señala Zapirain, que en su caso ha interpuesto otra demanda al presunto estafador por suplantación de identidad. «Al final el problema es que muchos de nuestros clientes nos llaman quejándose de lo sucedido y se piensan que no hemos hecho bien nuestro trabajo, pero a todos les explicamos que han sido estafados. Después, procedemos a arreglarles como es debido sus respectivas incidencias y ya se quedan tranquilos», añade la gerente.

Tal y como se puede ver en la factura adjunta que acompaña la noticia, este falso cerrajero cobra una cantidad «muy alejada» del valor real. «Lo que él hace por 1.200 euros nosotros lo solucionamos por unos 300-400», explica Zapirain. «Entendemos que es un mercado libre y que cada uno puede pedir lo que quiera, pero al final todos nos movemos en las mismas tarifas. Con esto lo que quiero hacer ver a la gente es que, si sus facturas superan con creces esos importes, deben saber que están siendo estafados. Solo así podrán reaccionar a tiempo», remarca.

Si se analiza minuciosamente el recibo, cobrar 49 euros por el desplazamiento, 89 por la urgencia o 75 por el horario de nocturnidad puede estar dentro de lo normal, si bien son importes superiores a los habituales. Pero lo que no lo son tanto son los 249 euros por la 'apertura forzada de puerta acorazada', ya que, en primer lugar, la puerta no era acorazada y, además, el hombre se encontraba dentro de la vivienda, por lo que fue él quien le abrió la puerta al presunto estafador. Mucho menos habituales son los más de 453 euros por el bombín. «En Lejarreta cobramos en torno a 200 por todo, es decir, por el nuevo bombín y el cambio, con mano de obra incluida», insiste Zapirain. El hombre pagó el montante total en efectivo.

Una historia muy similar vivió una señora de 82 años a la que este individuo trató de estafar 1.236 euros. Llamó el 30 de julio porque su cerradura no funcionaba bien y le dieron cita para el día siguiente, festivo de San Ignacio. Una vez terminado el cometido, apunta Zapirain, «le dijo que solo podía pagarle en efectivo», pero la mujer no tenía tanto disponible, así que el presunto estafador le pidió la parte del IVA (240 euros) y le comentó que al día siguiente vendría a por el resto. Al marcharse, la señora llamó a Lejarreta para ver si podía pagarlo físicamente en el local, momento en el que se enteró de haber sido estafada. A día de hoy continúa recibiendo amenazas de este varón en forma de mensaje para que le pague.

Por su parte, Nagore pagó 726 euros en dos 'bizum' por ajustar una puerta que rozaba. «A medida que iba haciendo cosas le fue metiendo miedo diciéndole que el bombín que tenía era muy malo y que tenía que cambiarlo. Como coincide que un día más tarde se iba de vacaciones, le hizo caso y fue engañada».