Cristina Inés, tras su década con cáncer y perder a su hija: «La vida me ha vuelto a dar con la mano abierta»

Cristina Inés Gill, autora del libro 'Felicidad... cargando...' y conocida en las redes sociales como @mamasevaalaguerra, ha compartido los detalles de sus recientes estancias hospitalarias, incluyendo una intervención quirúrgica de urgencia en octubre y su paso más reciente por el quirófano, que marca su operación número trece tras ser diagnósticada de cáncer hace diez años.

Gill, que además de 'influencer' es escritora y copiloto de ralis, es una figura de resiliencia cuya historia se remonta a una década atrás, en 2015, cuando fue diagnosticada por primera vez con cáncer de mama a los 27 años. El cáncer se había diseminado a los ganglios y al cuello. Su camino ha estado marcado por la tragedia, pues meses antes de su propio diagnóstico, su hija pequeña, de entonces cuatro meses, Martina, fue diagnosticada con cáncer de riñón falleciendo al llegar a los 18 meses. Esta experiencia le ha enseñado a vivir como si cada día fuese el último y le obligó a aprender que «la vida también es esto».

Cristina Inés plasmó su historia de superación en el libro 'Felicidad... cargando...', donde expone la creencia de que la enfermedad puede «sacar una mejor versión de ti».

La creadora de contenido relató en un texto publicado el día 8 de octubre de este año una inesperada estancia hospitalaria para tratar una infección. Cristina explicó que encontes que «entrar a quirófano de urgencias no estaba en mis planes, podía llevar 10 quirófanos, pero siempre ordenaditos, con sus pautas y con su tiempo para mentalizarte de ello, para uno de sorpresa nunca se está preparado». La situación fue sumamente dolorosa, pues tuvo que ser sometida a un drenaje de urgencia «sin anestesia», llevando a que confesara que «nunca he gritado ni llorado tanto de dolor físico y rabia (pero era lo que había que hacer en ese momento)».

El mayor temor durante este ingreso fue la posibilidad de perder su prótesis mamaria izquierda. La influencer reconoció que nunca había estado preparada para escuchar estas palabras, a pesar de haberse «reinventado mil veces con esta enfermedad». Afortunadamente, «hemos podido mantener la prótesis, y ahora mismo eso me hace extremadamente feliz».

Al reflexionar sobre su década de lucha y tres diagnósticos, Cristina Inés Gill enfatizó que el cáncer no termina con la quimioterapia o cuando vuelve a crecer el pelo. «Diez años más tarde y tres diagnosticos, siempre estamos 'arreglando' algo que yo nunca rompí». Compartiendo su mensaje en el mes de concienciación sobre el cáncer de mama, afirmó además que «esto no se olvida, no se pasa página, solo se aprende a convivir con esto y su recuerdo».

Tras superar el episodio de pinrcipios de octubre, Cristina Inés Gill se ha enfrentado esta semana a su operación número trece, de la que no ha dado más detalles. Aunque reconoce que siempre afronta los retos con fuerza, pues no concibe la vida «sin obstáculos ni altibajos», admitió que el retorno de la enfermedad la tomó por sorpresa: «No la vi venir, esta hostia no». Gill describió el arduo proceso de reconstrucción física y emocional que sigue a cada intervención, dirigiéndose a su comunidad de seguidores. «La vida me la ha dado con toda la mano abierta, y ahora me toca recoger todos los pedazos rotos que ha dejado esparcidos por ahí», explica.

La influencer reflexiona sobre la imposibilidad de volver a la normalidad después de tanto daño: «Y viene esa parte que ya me sé. Esa en la que reparas una vez más aquello que tú nunca rompiste». Pregunta a sus seguidores: «¿Sabéis que cuando algo se rompe por mucho que lo arregles, ya nunca más vuelve a ser igual verdad? Pues en esas estoy...».

A pesar de las pérdidas y el agotamiento, Gill se enfoca en el crecimiento personal que resulta de la adversidad: «no se cuántas versiones de mi han muerto por el camino, solo intento que cada una de las que nace de nuevo, sea un poquito mejor que la anterior». Cristina Inés Gill, quien compartió fotografías desde el hospital con su familia, anunció que ya está «en casa», lista para recuperarse, y agradeció a su comunidad: «A mí ejercito, gracias por recoger los pedazos a los que yo no alcanzo». Ambas hospitalizaciones concluyeron con el mensaje resiliente que la caracteriza: «#seguimos porque siempre #seguimos».

Temas

• Cáncer de mama
• Cáncer