«¿Tiene usted los santos cojones de decir que el toro no sufre?»

El enésimo enfrentamiento dialéctico entre antitaurinos y los defensores de la tauromaquia lo han protagonizado dos rostros conocidos como Frank Cuesta y Jaime Ostos. El primero, confeso defensor de los animales, y el segundo tras su pasado por los ruedos, se han enviado mensajes a través de las diferentes sociales.

El diestro lanzó un alegato defendiendo que el toro no sufre durante la faena. Lo reforzó al recordar la ocasión en la que toreó en México coincidiendo con un congreso sobre el toro bravo y el sufrimiento del animal. Todos los veterinarios llegaron a la conclusión de que cuando un animal entra en ese estado de descarga de adrenalina tan bárbara el dolor tarda más de 20 minutos en llegar al cerebro, recalcó.

Tras ello, Cuesta respondió de forma tajante: Le digo al señor Ostos que ustedes, para mí, no hacen ni arte ni tradición. Son la base de una tortura y una maldición. Estamos en 1900 y hemos evolucionado en muchas cosas. Ya llega la hora de que se busquen otro trabajo porque poco a poco conseguiremos que se posibilite la tortura a un animal de forma legal.

Además, el conocido como Frank de la jungla sostuvo su discurso con argumentos como el sufrimiento al que se ve sometido el toro. Destacó que se les encierra en una sala oscura que les aterra y se les clava una puya de 11 centímetros a la altura del cuello que les produce desgarros, les hace desangrarse y perder fuerza entre otros aspectos.

¿Tiene usted los santos cojones de decir que el toro no sufre?, reprendió notoriamente enojado. Para concluir, Cuesta se alegró de que los jóvenes hoy ven a los toreros como paletos torturadores y no como héroes. También recalcó que no es una lucha en igualdad de condiciones e hizo una propuesta a los novilleros: Les propongo que se meta en una plaza de toros e intenten matar al toro sin banderillas y sin puya.