Restaurante Alkizako Ostatua: sorprendente cocina local
Alkizako Ostatua, productos de casa al servicio de un buen estilo tradicional que juega con los sabores y las texturas
Salir del coche y respirar tranquilidad, solo escuchar el canto de los pájaros, paz, aire puro y unos paisajes que te dejan sin palabras. Esa ... experiencia, esa sensación la viví el pasado miércoles en mi escapada a Alkiza. Fueron las labores de búsqueda de esos bares y restaurantes que protagonizan este rincón gastronómico semanal los que me llevaron hasta esta localidad.
Al frente del Alkizako Ostatua, Marcos Esteban y Klo Charon. Conocía la faceta musical de Marcos como cantante del grupo Esne Beltza, pero me habían hablado muy bien de sus habilidades culinarias, y una vez visitado y conocido su cocina, no sé con cual de sus dos facetas me quedaría, porque cocinar, cocina muy bien. Marcos comenzó bien joven a trabajar en los fogones, con apenas 19 años se sumergió en la cocina del Hotel Jaizkibel hondarribitarra, de ahí al Txantxangorri, para luego volver al Jaizkibel y estar durante otros 3-4 años. Tras un pequeño parón de dos años le surgió la posibilidad de volver a conocer el Atalaia Ostatua de Ziburu, dónde estuvo durante dos años antes de trasladarse al interior de Gipuzkoa y hacerse cargo del Alkizako Ostatua. A su lado, Klo Charon, que conoció en Ziburu, una repostera de gran nivel que cursó sus estudios en la Ecole Nationale Superieure de Patisserie y que ahora nos cautiva con sus dulces creaciones en Alkiza.
Hablemos de su cocina, de lo que podréis degustar si os animáis a visitar Alkizako Ostatua. Iba sin sin saber lo que me iba a encontrar y salí sorprendido, porque el nivel culinario que me ofrecieron fue impresionante, con platos cuidados, elaborados con mimo y que transmiten conocimiento y pasión. Una mesa con vistas espectaculares, me puse en manos de Marcos para que me sirviera lo que él quisiera. Eligió el menú degustación, en el que pone todo su arte y conocimiento al servicio del cliente.
Comenzó el festival con unas deliciosas y cremosas croquetas de hongos, para seguir con un fresco salmoresjo acompañado de sardina ahumada y cebolla encurtida, un plato que me sorprendió mucho, un salmorejo muy bueno, pero me encantó la sardina ahumada, suave, ligera y sabrosa. Luego vino un gran plato de huevo. Venía acompañado de unas vainas de temporada, jamón de pato y la crema de alcachofa de Jerusalem, un tubérculo que le da otro toque, suave, y que acompaña perfectamente el plato, donde los sabores casan a la perfección. Tras los entrantes, llegó el turno de los segundos platos, del pescado y la carne. Por un lado, un buen taco de bacalao, en su punto, acompañado de una sorprendente y suculenta crema de ajos y pimientos morrones. Por otro lado, las carrilleras, qué carrilleras, qué maravilla, qué lujo de plato, unas carrilleras sabrosas, que se deshacían en boca, un auténtico manjar. Para terminar, el toque dulce, el toque de Klo, una tarta Charlotte de vainilla y chocolate que, tras un intenso menú, entró de maravilla, suave y deliciosa.
Marcos elabora una cocina tradicional, le gusta esa cocina de puchero, de horas y horas, una cocina donde trabaja muy bien el producto, un producto de calidad, intentando traerlo del pueblo o de los alrededores. Pero también echa mano de sus conocimientos, de su trayectoria, de las nuevas técnicas culinarias para elaborar platos que sorprenden y gustan, una cocina donde juega con las texturas y los sabores, una gran cocina.
Disfruté y mucho con el menú degustación, pero también me fijé en que los demás comensales disfrutaban igualmente con los platos del menú del día, un menú que cambia a diario y que ofrece 4-5 primeros y segundos platos. También cuenta con una buena carta con interesantes y sugerentes propuestas como el arroz con espinaca, parmesano y espárragos trigueros salteados; el clásico arroz negro, con la receta traída desde su época en Hondarribia; el bonito a la plancha con cebolleta caramelizada; la merluza con crema de zanahoria y naranja y pil-pil de sus jugos; el solomillo de vaca con patatas fritas; el tiramisú; la crema caramelizada de vainilla; o cualquiera de las tartas o dulces que elabora Klo, como la tarta Charlotte de frutos rojos. Merece la pena escaparse hasta Alkiza para ponerse en manos de Marcos y Klo y disfrutar de su arte en la cocina. On egin!
ALKIZAKO OSTATUA
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Dirección: San Martin Plaza z/g (Alkiza).
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Teléfono: 943 691 836.
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Comedor: 1 para 60 comensales.
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Cierra: Lunes noche y martes.
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Precio: menú del día 11€ / menú fin de semana 20€ / menú degustación 35€ / carta 30€
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