Rubén salsea en los fogones del Abadía de Yuste para crear platos que deleiten a sus comensales.
Restaurantes

Abadía de Yuste: cocina y bodega con los mejores productos de La Vera

Jamón, migas, cochinillo, chuletas... y su famoso pimentón completan un carta cocinada con mucho mimo

Sábado, 11 de diciembre 2021, 12:04

Pily, Isidro y Óscar son tres hermanos dedicados en cuerpo y alma desde hace muchos años a alegrarnos la vida a los zampones y cocineros que guisamos y empleamos el mejor pimentón de La Vera en nuestro sofrito. El oro rojo que se manufactura en esta comarca extremeña es una de las mejores especias del mundo, único en su genero, pues desde finales del siglo XV cultivaron pimientos en la provincia de Cáceres los frailes Jerónimos de los Monasterios de Guadalupe y Cuacos de Yuste, custodios del gran César Carlos I de España, estratega, amo del mundo e insaciable zampabollos.

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Los hermanos pimentoneros de Vega Cáceres procesan un ingrediente que es hijo de la dehesa y hermano mayor de las mejores chacinas y productos ibéricos. Todo se cuece a final de verano y en el otoño lluvioso, momento en que recolectan los pimientos maduros que se secan en hogares de leña en mitad del campo, embriagando con su perfume ahumado a toda la comarca. Son muchas las familias que se emplean duro para poner en el mercado un producto exclusivo que podría competir en la vitrina de cualquier colmado de postín junto a las grandes conservas, los vinos únicos, los aderezos más delicados o los mejores embutidos curados. El pimentón de Vega Cáceres es una gema preciosa.

Cochinillo asado al carbón.

Alba y Rubén son custodios de un precioso establecimiento. El lugar es hermoso y articula alrededor de un patio porticado un pequeño hotel muy coqueto, un comedor de restorán y un pequeño bar en el que tomarse un tentempié o desayunar copiosamente. El rumor de una pequeña alberca estimula el descanso o alumbra la sed y el apetito, según se mire, pues no olviden que esta otra Abadía de Yuste ofrece a sus clientes lo mismo que buscó el monarca de la Casa de Habsburgo en su retiro: paz, serenidad, bodega y cocina bien surtida de todos los elementos propios de la zona. No son pocos los vecinos, empresarios y golosos llegados desde Jaraíz, Jarandilla, Aldeanueva, Valverde o Plasencia que corren a visitar a Alba, patrona de la casa, que se muestra cariñosa y solícita por mimar a todo dios.

Abadía de Yuste (Abadía de Yuste

  • Dirección: Avda. Constitución 73

  • Teléfono: 927 172 241

  • Web: www.abadiadeyuste.com @abadiadeyuste

  • Con quién: Con amigos / En pareja / En familia

Rubén gestiona el fogón con una capacidad extraordinaria por agradar y sintiendo en el costal esa responsabilidad del trabajo heredado de sus padres, que se quemaron las pestañas currando. Aún hoy se deja ver por allí su madre, que necesita sentirse viva entre pucheros, entregada a pequeñas tareas como bolear croquetas, atender sofritos o poner legumbres a remojo, ¡menuda artista! Mantienen contacto estrecho con todos los paisanos de la zona que les acercan cestos de setas, verduras, legumbres, caza, cortes de carne de cochino graso o pimentón de La Vera recién molido, tesoro ante el que debe uno arrodillarse. Espolvoreado sobre unos hongos o unas amanitas crudas laminadas y regadas con aceite de oliva virgen extra y sal, son plato colosal. Cortan jamón a cuchillo y a pares, para que en una misma ración puedas disfrutar de la maza, la babilla o la punta. El lomito de presa ibérico lo rebanan grueso y la Torta del Casar, ¡albricias!, la salpican generosamente con oro rojo a discreción.

Precios

  • Jamón ibérico extremeño: 25 euros

  • Croquetas de mamá María: 10 euros

  • Alubiones con oreja de cerdo adobada: 12 euros

  • Cochinillo asado: 22 euros

  • Pluma ibérica a la brasa: 22 euros

  • Torta del Casar con pimentón de la Vera: 16 euros

Destacan las croquetas de María y joyas como las migas con huevo frito, patatas revolconas con panceta ibérica o la sartén de huevos con jamón. Para disimular asan pimientos morrones y los aliñan en ensalada. Asan cochinillos por encargo, pues Rubén tiene un 'Diógenes' muy común entre los cocineros y acumula artilugios para asar con brasa, hornos abiertos, cerrados o parrillas, colocando los cortes grasos sobre el carbón para infiltrarles calor y que chuletas, presas, plumas y demás cortes queden jugosos, tiernos, sonrosados y la peña se vuelva majara. Estofan cortes de cerdo o vaca, carrilleras, rabos o manitas de cerdo. Entréguense como el gran emperador, que apagó su centelleo todopoderoso papeando y bebiendo. ¡que el Sacro Imperio Romano Germánico nos asista!

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