Aterpe Taberna, cocina de verdad

Les cuento esto sobre Tribeka porque fue Olatz la que me encaminó al Aterpe Taberna. El pasado sábado, siguiendo su recomendación, me dejé caer e y he de agradecer a Olatz, porque fui feliz en el Aterpe y porque he encontrado un lugar 'escondido' dónde disfrutar de una muy buena cocina. Casualidades de la vida, cuando hablaba con Marijo Martikorena, el alma mater y gran cocinera que gobierna los fogones del Aterpe, las torrijas las elabora con el pan chapata de Tribeka.¡Todo está conectado!

Al llegar, eché un vistazo a los pinchos y opté por una brocheta de langostinos y chipis que tenía una pinta espectacular y que me supo a gloria, acompañada de un suave y all i oli y el bixigarri que le añade Marij.

Terminé la brocheta y me acerqué a la barra para pedir el menú. Para empezar una ensalada con fritos de queso de cabra, acompañada de cebolla pochada, mermelada de tomat y tomates cherry. De segundo, un señor entrecot, hermoso, hecho en su punto, con el que disfruté mucho, por la calidad de la carne, pero también, por sus acompañantes. Más que interesante la salsa de pimienta, suave y sabrosa y que acompañaba perfectamente la carne. Y qué decir de las patatas fritas caseras. Para terminar, una buena tarta de queso.

Comí muy bien, estuve muy a gusto, pero la sorpresa también vino al ir a pagar, porque la brocheta, la caña y el menú, un sábado, todo junto, no llegó a 20€, lo cual me sorprendió muy gratamente. Al ver la calidad-precio del Aterpe Taberna me pregunté a mi mismo porque no me había acercado antes a disfrutar de su cocina.

En 1997 aterrizó Marijo en el Aterpe, para en 1998 coger las riendas del bar con la ayuda y apoyo de su hermana Arantxa Martikorena. Lo de la cocina le viene de afición, su padre fue su primer 'profesor', lo aprendido en casa, los secretos de la cocina casera, los ha ido ampliando gracias a su inquietud, a querer aprender leyendo y viendo y compartiendo sus creaciones con los clientes. A partir de ahí nos ofrece una cocina casera, de verdad, sin trampa ni cartón, recetas de siempre, platos de toda la vida que encontramos junto a nuevas creaciones, ideas nuevas, platos nuevos fruto de la inquietud culinaria y el querer sorprender y ofrecer algo diferente, el no aburrirse en la cocina, una cocina que tiene como ingredientes más importantes el mimo y el cariño. Y tiene mérito lo que hace Marijo, porque hace verdaderas virguerías en su pequeña cocina.

Además de su más que interesante y recomendable menú, buena pinta tienen las tostas que ofrecen, una larga lista, una tosta que tiene una base de tomate que elabora Marijo y que se termina gratinando con queso y entre las que más éxito tienen esta la de serrano con foie, pimiento verde y cebolla y la de bacalao, con patata, pimiento verde y cebolla.

Entre los bocadillos mencionar el de pollo vegetal y el de setas, queso y bacon. Aunque para estrella la hamburguesa, una señora hamburguesa doble que viene acompañada de tomate, lechuga, mahonesa, cebolla, bacon y huevo, ahí es nada. Y qué decir de los pinchos, además de las brochetas como la de langostinos y bacon, destacan el milhojas de bacalao y el montadito de calabacín. Propuestas interesantes las crepes de pasta brick, entre las que encontraremos la de gulas, gambas y chipis o la burgalés con morcilla, cebolla caramelizada y pimientos. Como postres, las anteriormente mencionadas torrijas, arroz con leche, tiramisú y luego lo que el tiempo y la inspiración del chef creen.

Un lugar especial, un lugar con cocina de verdad, sin tonterías, sin misterios, un lugar recomendable, uno de mis grandes descubrimientos, porque a veces en la sencillez está el secreto. On egin!