Cómo recuperar la miel cristalizada de forma fácil y rápida

La miel es un endulzante natural muy empleado en los hogares, dado que se trata de una alternativa popular y saludable al azúcar blanco o refinado. Además, es un producto muy versátil y que aguanta mucho tiempo en la despensa, incluso aunque esté abierta.

De hecho, puede ocurrir que hayan pasado semanas y meses desde la última vez que usamos la miel y al volver a cogerla, veamos que le hayan salido pequeñas solidificaciones que incluso presentan una tonalidad diferente a la de la miel. ¿Te ha pasado?

No es para preocuparse, ni es indicativo de que la miel esté mala y haya que desecharla. Sino todo lo contrario. La cristalización de la miel es un indicativo de que esta es pura y de buena calidad, ya que se trata de un proceso natural e inevitable que ocurre a este alimento cuando su temperatura baja de los 25º C aproximadamente y que demuestra que la miel procede directamente de las abejas, sin haber sido sometida a un procesamiento excesivo.

De hecho, si a la miel que tienes en casa no le salen dichas cristalizaciones, quizá sea porque esta no es todo lo natural que debería, tanto por su origen como por su proceso hasta el envasado.

La miel cristalizada, por tanto, no supone un riesgo ni un problema para su consumo. Las cristalizaciones pueden solucionarse de forma rápida y fácil en casa de diversas formas, recuperando la miel su textura habitual. ¿Sabes cómo hacerlo?

Para recuperar la miel cristalizada el mejor aliado es el calor. Sin embargo, antes de explicar cómo hacerlo, es importante señalar cómo nunca ha de hacerse: en el microondas. Este calor tan potente y directo alterará las propiedades del alimento, por lo que si quieres preservarlas es mejor que sigas el siguiente método.

Si tu miel se encuentra en un recipiente de plástico, habrá que tener mucho cuidado con la temperatura, ya que el material plástico puede derretirse a partir de los 60 grados. Por eso, este proceso de descristalizar la miel embotada en plástico consiste en introducir el envase en un recipiente de mayor tamaño (olla, cazuela, táper, etc.) que contenga agua caliente del grifo (si puedes controlarlo con un termómetro, mejor).

Con cuidado de que no entre agua en el interior de la miel, habrá que ir cambiando el agua según se vaya enfriando. Es un proceso lento que habrá que repetir hasta que la miel no esté cristalizada.

Si tienes la miel en un envase de cristal, el proceso es el mismo, pero el agua puede estar hirviendo (pero retirada del fuego), por lo que será más rápido. Además, un truco que ayudará a acelerar el proceso es remover la miel con ayuda de un utensilio (cuchara, por ejemplo).

Preguntas frecuentes sobre la miel cristalizada

¿La miel cristalizada se puede comer?

Sí, la cristalización es un proceso natural y no afecta la calidad ni el sabor de la miel.

¿Cuánto tarda la miel en recuperar su textura?

Depende del método usado. Con agua caliente puede tardar entre 15 y 30 minutos.

¿Cómo evitar que la miel se cristalice?

Guárdala en un lugar seco y a temperatura ambiente (20-25°C). Evita el refrigerador.