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A cada pieza de pollo, su uso: descubre cómo cocinar cada parte
La despensa

A cada pieza de pollo, su uso: descubre cómo cocinar cada parte

Aunque puede cocinarse y comerse en entero, es habitual despiezar el pollo y cada parte tiene una (o varias) indicaciones de cocinado

Ane Bergara

Jueves, 23 de enero 2025, 08:27

El pollo es, junto con el pavo, uno de los tipos de carne más indicados para consumir, debido a que resulta más saludable que la denominada carne roja, procedente de animales como el cerdo o la ternera.

La carne de pollo destaca por ser una carne muy magra y por tener un bajo contenido en grasa, encontrándose gran parte de esta en la piel. Por tanto, no es erróneo afirmar que el consumo de carne de pollo es muy sano, eso sí, con un pero: siempre y cuando se evite consumir la piel; ya que retirando esta se quita también gran parte de la grasa.

Con muy poco colágeno, la carne de pollo es, además, muy fácil de comer y digerir, aunque sí es cierto que su textura y sabor dependen mucho del corte de pollo que elijamos. En términos generales, el pollo contiene una cantidad de vitaminas y minerales similar a otras carnes, aunque con menor presencia de hierro.

Más allá del análisis nutricional, la carne de pollo tiene un alto contenido de agua, lo que le coloca en una posición de fragilidad desde el punto de vista microbiológico. Según explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), «al tener más agua es más fácil que crezcan los microorganismos, patógenos o alterantes».

Despiezado y usos culinarios

Una de las características de la carne de pollo es que resulta muy versátil desde el punto de vista gastronómico, ya que admite diferentes técnicas y responde muy bien a formas de cocinado muy diversas. Sin embargo, a diferencia de las carnes rojas, nunca suele comerse en crudo (tartar o carpaccio), no solo debido al riesgo que supone su fragilidad microbiológica, sino también por su escaso sabor.

Aunque se puede comprar en entero, el pollo se despieza en muslos, contramuslos, pechuga, alas y cuartos traseros

A pesar de que es posible cocinarlo y presentarlo en entero, el pollo suele venderse despiezado, es decir, con las diferentes partes del animal cortadas y por separado. Así, es habitual encontrar tanto el pollo completo como cortado en muslos y contramuslos, (unidos o por separado), pechuga, alas y cuartos traseros.

Asimismo, la ya comentada versatilidad de esta carne hace que se pueda cocinar de diferentes maneras, habiendo usos más o menos indicados para cada corte. Si quieres conocer la forma más indicada de presentar y cocinar cada corte del pollo, sigue leyendo.

Una de las formas más habituales de consumir carne en general son los filetes. En el caso del pollo, para filetear, el corte más habitual es la pechuga, aunque también pueden obtenerse del contramuslo, que resultan menos limpios, pero más jugosos y sabrosos. Los filetes pueden adobarse o especiarse -o no-, y se pueden cocinar tanto a la plancha como empanados.

Si hablamos del famoso pollo asado, lo normal es imaginarse la pieza entera y así suele hacerse; sin embargo, para raciones más pequeñas, se suelen asar los contramuslos o los cuartos traseros. Otro de los cortes que queda muy bien en el horno o al fuego son las alas.

Sin embargo, las alas -o alitas- suelen consumirse fritas, como también puede hacerse con los muslos o contramuslos. Estas piezas, en cambio, al ser de un tamaño mayor es posible que se queden crudas por dentro.

El pollo es también el rey de los guisos y, aunque todas sus partes son aptas para guisarse, lo habitual es hacerlo con los muslos, los contramuslos y los cuartos traseros; es decir, las partes más grasas y sabrosas del animal. Por último, es posible preparar caldo de pollo con estas mismas partes, aunque lo habitual para esta preparación es emplear gallina.

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