La resaca de las encuestas
El foco ·
Las encuestas han vuelto a meter más voltios a la ya de por sí tensionada campaña electoral, que encara su recta final. Los beneficiados por ... los sondeos demoscópicos, caso del PNV, se afanan por motivar a su electorado para que se destierre el exceso de confianza porque, aunque el tópico resulte manido, la verdadera encuesta es la que se materializará este domingo en las urnas. Y las huestes de Olano y Goia proclaman a los cuatro vientos que los partidos -en este caso las elecciones- hay que jugarlos hasta el último minuto y sudando la camiseta. El PNV busca que en las urnas caigan hasta el último voto posible para distanciarse de EH Bildu, que no ceja en su empeño en reducir distancias y buscar la sorpresa. Ante este escenario de posible llegada en 'foto-finish' entre ambas formaciones, el partido de Egibar busca el cuerpo a cuerpo y la visualización de dos modelos que en la gestión son antagónicos. El PNV quiere mantener los apoyos coyunturales que recibió hace cuatro años de electores procedentes del granero del PP y que inclinaron su voto a los jeltzales para apear a la izquierda abertzale de la Diputación y del Ayuntamiento donostiarra. Y para mantener ese espíritu recuerdan con insistencia la hoja de servicios de EH Bildu cuando gestionó Gipuzkoa en la anterior legislatura. Aquella frase atribuida en su día a Helenio Herrera, cuando entrenaba al Barça, de que iba a ganar un partido contra el Betis sin bajarse del autobús no cabe en el imaginario de los jeltzales, que hoy vuelven a Irun -segunda vez en campaña- para imantar todos los votos posibles en la ciudad fronteriza y de paso desplegar un marcaje psicológico al socialista Santano.
Los candidatos del PSE de Gipuzkoa, que han buscado dirimir su carácter de izquierdas con el objetivo de recuperar el voto que en su día se esfumó a Podemos, han evitado en cierta manera el choque con los peneuvistas, sus hasta hoy socios de gobierno en la Diputación, para centrarse en la captación de apoyos en el flanco de la izquierda. Itxaso y Gasco exprimirán hasta la última gota la impronta que han dejado en el quehacer cotidiano de sus respectivos ejecutivos.
Y Sémper, con su campaña al más puro estilo Sémper, intentará desmentir el domingo la tendencia que las encuestas están detectando en el PP, que a nivel nacional no parece que remonte el vuelo tras el batacazo de las generales. Los populares vascos utilizarán a última hora a Mariano Rajoy, todo un comodín, para espolear a los suyos en Álava. Alonso ha llamado al expresidente para reforzar la moderación de su partido frente a la radicalidad exhibida hasta ahora por Casado, que ayer visitó Bilbao, y que ha admitido que para su partido pintan bastos. El PP, con los resultados en la mesa el próximo lunes, tendrá que tomar decisiones de calado para poder enderezar su futuro. Algunos barones ya no querrán paños calientes.
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