Markel Olano: «Estas elecciones nos han fortalecido y debemos reflexionar sobre los pactos»

-¿Se alargó mucho la celebración la noche del domingo en el batzoki de El Antiguo?

- Soy más de alegrías contenidas que de euforia, así que me tomé una cerveza y me fui a casa. Quizá otro día celebremos con más calma.

-¿En casa le esperaban despiertos?

-No, mi mujer ya estaba dormida.

-Siguió los resultados electorales desde la Diputación. ¿Hubo tensión cuando EH Bildu empezó el escrutinio en primera posición?

-Hubo una gran tensión. Nos empezaron a preocupar seriamente los datos definitivos de algunos pueblos que habíamos perdido, como Bergara o Zumaia, que apuntaban una tendencia preocupante.

-¿En algún momento llegó a temer por el triunfo?

-Sí, sí. Cuando en esta campaña hemos insistido en que Bildu podía ganar es porque realmente lo pensábamos. También sabíamos que a nivel municipal la disputa iba a ser muy fuerte; de hecho, en las municipales el PNV se ha impuesto a EH Bildu en Gipuzkoa por algo más de mil votos, aunque la distancia en Juntas ha sido mayor. Por eso, al principio la preocupación fue grande.

-Cuando se conoció que Eneko Goia ganaba con holgura en Donostia, ¿respiraron más tranquilos?

-No demasiado, porque desde el principio ya conocíamos que la tendencia era muy buena en Donostia, pero nos seguía preocupando el conjunto del territorio. Fue bueno conocer también el magnífico resultado en Irun, que apunta una tendencia de fortalecimiento del partido en las zonas urbanas, pero en el conjunto del territorio no estuvimos tranquilos hasta bien avanzado el escrutinio.

-En los días previos a las elecciones hizo hincapié en la movilización. ¿Las altas cifras de participación jugaron a favor del PNV?

-Sabíamos que las elecciones forales y municipales suelen ser propicias para el PNV, por lo que una alta participación siempre aumentaba las posibilidades de ganar.

-Una vez confirmado el triunfo, ¿ahora qué?

-Al comienzo de la legislatura es cuando tienes que hacer la reflexión más profunda y tomar las decisiones más importantes. Los próximos días serán de reflexión entre el equipo de la Diputación y el propio partido. Habrá que pensar y tomar decisiones.

-Antes de las elecciones afirmó que, si se repetían unas circunstancias similares a las de hace cuatro años, el PNV se inclinaría por repetir la coalición con el PSE. ¿Se han dado esas circunstancias parecidas?

-Sí... Nosotros hemos salido fortalecidos, lo que es un cambio significativo. Hemos sido el único partido que ha crecido en las Juntas y ahora tenemos que reflexionar si las condiciones son las mismas. Esa reflexión será compartida con el partido.

-¿Se puede dar por hecho que se renovará el pacto PNV-PSE o es pronto para asegurarlo?

-Es pronto para decirlo.

-¿El fortalecimiento del PNV puede llevar a que se replanteen algunas condiciones de la coalición?

-No quiero entrar demasiado en eso ni meterme en jardines porque todavía tenemos toda la reflexión por hacer. La decisión a esos efectos tardará todavía un par de semanas.

-¿Por qué cree que el PNV ha sido el único que ha crecido en Gipuzkoa?

-Nuestra estrategia de campaña apuntaba a que había que elegir entre dos modelos. El nuestro, que es el que hemos desarrollado los últimos cuatro desde el Gobierno foral, y el que defienden dos formaciones como EH Bildu y Elkarrekin Podemos. Hemos intentado confrontar esos dos modelos y hemos llevado a la gente a tener que elegir entre ambos. Los resultados han reafirmado el modelo que queremos implantar en Gipuzkoa, que no es solo una forma de gestión, sino también un modo de relacionarse con la sociedad a través de la colaboración. Lo que más me alegra de estas elecciones es que ese modo de hacer política colaborativo y horizontal, alejado de los personalismos, ha calado en la sociedad.

-Que el PNV se haya erigido en líder de ese modelo, ¿ha hecho que se haya llevado voto útil de los ciudadanos que buscan estabilidad?

-Puede ser, aunque no sé exactamente qué ha pasado. También había otros elementos que podían influir, como un PSE que podía beneficiarse del viento a favor de Pedro Sánchez, pero se ha mantenido. Interpreto nuestro resultado con un aval a esta legislatura. Más que un voto útil de pura confrontación, ha podido ser un voto útil hacia un modelo de hacer política y una actitud.

-¿En qué se diferencia la actitud del PNV del resto de los partidos?

-En un momento de crisis política y de desconfianza hacia la clase política, en los últimos años hemos abierto una nueva vía para acercarnos a la sociedad, y eso ha recibido un aval. No es tanto táctica electoral como una transformación en la forma de hacer política. Estoy convencido de que todos los partidos transitaremos hacia ese modo de hacer política excepto los populistas, que tienen una forma de acercarse a la ciudadanía radicalmente diferente. Los últimos cuatro años de legislatura foral han sido claramente antipopulistas. Soy un militante radical antipopulista.

-¿El PNV empieza a ser imbatible en Euskadi?

-No tengo esa sensación... Es cierto que unas elecciones las ganas o las pierdes, pero yo no estoy en política para ganar elecciones, a mí lo que me interesa es la transformación de la sociedad y de la política. La victoria debe ser siempre instrumental, en el momento en el que se convierte en el fin último, dejas de tener alma e ideales. Estoy en política porque creo que mi partido y su proyecto contribuye a la transformación social.

-La noche electoral lamentó haber recibido «descalificaciones» esta campaña. ¿A qué se refería?

-En una campaña es importante confrontar modelos, pero cuando se traspasa la línea de la descalificación personal se rompe el modo en que yo entiendo que se debe hacer política. Cuando te asomas a las redes sociales, por ejemplo, observas un ambiente muy enrarecido. Esta campaña ha generado diferentes elementos que no podemos considerar normales y que hay que superar.

-¿Habla de choques entre candidatos o de personas que no tienen una relación directa con los partidos?

-Lo digo en general, pero en las formaciones políticas hay de todo y algunos se controlan y otros no tanto.

-¿La campaña ha dejado alguna herida abierta con sus socios del PSE?

-No especialmente, pero tenemos que fortalecer el cambio del modo de hacer política. Cada uno debe hacer su autocrítica y nosotros la haremos, pero tampoco doy importancia a las cosas que se han dicho.

-A pesar de los buenos resultados globales, ¿el PNV hará autocrítica?

-Hemos perdido varios pueblos muy importantes en el territorio y eso duele. Tenemos que hacer una autocrítica general para analizar por qué ha pasado eso. Pero, por lo demás, estoy satisfecho con nuestra campaña porque ha sido coherente.

-¿El domingo electoral notó el peso de la responsabilidad?

-Sí. El candidato asume una gran responsabilidad, porque la campaña se focaliza mucho en la persona y se acaba notando. Hay momentos en política que son muy duros de sobrellevar, porque sientes que tienes a mucha gente detrás.

-¿Y hay miedo a defraudar?

-Así es, por lo menos yo lo siento así porque soy muy autoexigente. Al implicarte mucho, esa responsabilidad te pasa factura. Ahí la estabilidad familiar y el papel de mi mujer me ha ayudado mucho, porque te da una perspectiva que no tienes cuando debes vivirlo más en soledad.