María Valiente: «Sabemos cómo gobiernan los hombres, ahora que nos dejen hacerlo a nosotras»

–Una salmantina que trabaja de profesora de euskera. ¿Le costó mucho esfuerzo?

–Me costó mucho porque no tenía a nadie alrededor que hablase euskera, ni familia, ni amigos. Tampoco se escuchaba en Irun. Me lo tomé con calma y a base de euskaltegis en invierno y barnetegis en verano saqué el EGA, cuando ya estaba trabajando de profesora. Mi ama tuvo claro que los idiomas eran importantes y siempre me animó. Yo le hice caso y por eso hablo euskera, francés e inglés.

–¿Su origen le ha ocasionado algún problema?

–Nunca me he sentido discriminada por razón de origen. Tengo que poner en valor que la sociedad vasca es realmente integradora. Y así quiero que seamos los vascos, que abracemos y demos oportunidades a quienes vienes a trabajar al país.

–Sus padres vinieron a Euskadi desde Salamanca en busca de una vida mejor. ¿La encontraron?

–Sí, sin duda. A base de esfuerzo, de trabajar, sin descanso y sin horario, tanto mi aita en la construcción como mi ama en casa con 'pupilos' ( personas que alquilaban una habitación en nuestra casa, o mejor dicho una cama pues compartían habitación, lo recuerdo bien) consiguieron lo que deseaban, tener un piso en propiedad, poder ir de vacaciones y que mi hermana y yo estudiásemos. Cosas que ahora no son tan fáciles para quienes quieren formar una familia.

–Usted siempre destaca los valores que le inculcaron...

–Siempre me animaron a estudiar y me han inculcado el valor del esfuerzo además del respeto hacia los demás. También la responsabilidad de estudiar y de trabajar para mejorar.

–¿Los mismos que ha trasmitido usted a sus dos hijas?

–Sí, y estoy muy pero que muy orgullosa de ellas porque han seguido esos consejos de la familia en general.

–¿Comparten con usted la inquietud por la política?

–Digamos que están al margen de la política pero viven indignadas por no tener claro su futuro, un proyecto de vida que les posibilite vivir como lo ha hecho nuestra generación. Y como muchos otros jóvenes que ven que les han dejado sin perspectivas ni futuro votan a Podemos. Es una de las razones por las que estoy en política.

–¿Y cuándo surgió su flechazo con Podemos?

–Me acerqué por mi pareja, Josetxo Arrieta, que siempre ha estado comprometido políticamente desde los inicios de Euskadiko Ezkerra. Votó a Podemos en las europeas y se acercó al círculo de Irun. Este es un proyecto en el que encuentras gente maravillosa, que invierte su tiempo en hacer una sociedad más justa para todos.

–¿Quién o quiénes son sus referentes dentro de su partido?

–Además de Irene Montero, mis referentes son cercanos porque son amigos y muy potentes: Josetxo Arrieta, Pilar Garrido, Miren Gorrotxategi o Roberto Uriarte, y por supuesto David Soto, nuestro próximo alcalde de Irun, sin lugar a dudas.

–¿Le sorprende todavía ver su rostro en los carteles electorales?

–Me lo tomo con naturalidad. ¡Tampoco hay muchos, la verdad! Yo soy profesora en la educación pública, una persona normal que ha entrado en política intentando aportar lo que he aprendido. Creo que debo dar todo lo que pueda. Y me tomo con naturalidad que aparezca mi imagen: es la cara de un proyecto colectivo y que arrastra a miles de personas que confían en mí.

– ¿Se siente respetada por los políticos de 'toda la vida'?

–La relación es cordial, como no podía ser de otra manera. A veces sí pienso, debo reconocerlo, que me resulta algo extraño codearme de tú a tú con ellos siendo una profesora de la educación pública en activo, porque tengo la impresión de que algunos solo han vivido de la política, y eso a veces puede aislar un poco de los problemas reales de la gente.

–¿Es más duro de lo que usted pensaba el trabajo institucional?

–Es muy duro y requiere esfuerzo, más cuando ves que tus propuestas no son escuchadas por el Gobierno. Pero hemos venido a trabajar para mejorar la vida de la gente y asumimos las responsabilidades con ilusión y optimismo de cara al futuro.

–Da la sensación de que Podemos vive un una crisis permanente...

–En todas las familias, políticas y naturales, hay conflictos. Del conflicto se aprende y debemos salir reforzados. Recientemente se ha sabido que las cloacas del Estado fabricaron noticias falsas sobre nosotros, eso hizo que el 50% de los ciudadanos pensaran que nos habíamos financiado ilegalmente. Era mentira. Nos financiamos con microcréditos y no pedimos nada a los bancos.

–¿Han heredado ustedes los 'tics' de la vieja política?

–Hemos madurado, ya hemos gobernado en las mayores ciudades de España, y nos han dado muchos palos. Pero seguimos limitándonos nuestro sueldo, donando a causas sociales y diciendo verdades. Creo que hemos metido estos temas en la agenda ¿O es que alguien se cree que el SMI hubiese subido a 900 euros si no hubiese estado Podemos?

–Usted vivió en primera persona la polémica abierta en las Juntas Generales de Gipuzkoa.

–Sí, fue muy duro y yo también he sufrido, pero prefiero poner por delante el proyecto y no hablar de ello.

–En las anteriores forales, en 2015, obtuvieron seis escaños. ¿Qué consideraría un buen resultado?

–Las anteriores elecciones dejan márgenes pequeños, está muy abierto y creo que si los de abajo nos movilizamos, podemos dar la sorpresa. Fíjate que hay un 50% de vascos que quieren a Unidas Podemos en el Gobierno de España y que nosotros ya hemos ganado las elecciones aquí, pues ahora hay una buena oportunidad para hacer historia y poner una mujer de diputada general por primera vez en este país.

–¿Y confía en que esos resultados permitan una mayoría de izquierdas progresistas?

–Sí, confío en que la sociedad tome la palabra. Los ricos siempre votan, necesitamos que voten los demás. Es importante generar esperanza e ilusión para que sus vidas cambien. Creo que hay mucha gente que aunque no nos vote sabe que, cuando gobernemos, no nos vamos a equivocar nunca del lado de quién estamos.

–¿Con quién pactarían para conseguirlo? ¿Con el PSE, con EH Bildu?

–Nosotras aspiramos a liderar un Gobierno progresista alternativo al modelo del PNV. Pero los acuerdos han de hacerse a base de programas y no de reparto de sillones. Nosotras estamos dispuestas a hablar con quienes estén de acuerdo con una fiscalidad progresiva, con aumentar los derechos sociales y con la participación ciudadana. El cuidado de las personas también debe estar en el centro de la nueva política foral.

–¿Por qué la izquierda no hace piña?

–Porque hay proyectos diferentes. Para algunos es más fácil ponerse de acuerdo en números de sillones y repartos de presupuesto. Nosotras, varias organizaciones, confluimos hoy en Elkarrekin Podemos. Pero esto no va de juntarse porque sí, sino para qué nos juntamos. Bienvenido sea quien crea que las pensiones deben subir lo mismo que el IPC por ley, que el SMI debe subir, que quien más tiene más debe pagar y que los servicios públicos universales y gratuitos son lo mejor para nuestra democracia. Estaremos muy cerca de hacer piña.

–¿Van a seguir una política de oposición al PNV?

–Nosotras salimos a gobernar y hablamos de programas. No es hacer oposición al PNV porque sí, es a sus políticas, es oposición a no consultar a la gente, a devaluar nuestros servicios sociales y a no proteger el tejido productivo de nuestro territorio. A partir del 26-M hablaremos con los partidos para formar un gobierno de progreso en Gipuzkoa.

–¿Qué es lo más urgente para la sociedad guipuzcoana?

–Solucionar los problemas de precariedad, bajos salarios, fortalecer los servicios públicos. Y se hace con una fiscalidad progresiva que financie la inversión social y fomente sectores productivos de futuro, como la economía verde.

–¿Cuál sería su prioridad si llegara a diputada general?

–Lo primero lograr que Gipuzkoa invierta en políticas sociales y consiga que ese 31% de familias que no llega a fin de mes, pueda llegar; que ese 9% de hogares guipuzcoanos que sufren pobreza energética dejen de tener que preocuparse, y que los trabajadores dependientes de la Diputación tengan condiciones dignas para, por ejemplo, cuidar de nuestros mayores con la mayor calidad. También fomentar una economía productiva que asegure empleo de calidad.

–Usted reivindica una Gipuzkoa más feminista y feminizada...

–La lucha histórica de las mujeres está marcando el camino. Abuelas, madres e hijas reivindican su libertad. Tener una mirada feminista es imprescindible. Sabemos cómo gobiernan los hombres, que nos dejen demostrar cómo gobernamos nosotras. Este 26-M  puede hacer historia, puede ser la primera vez que una mujer sea diputada general en Euskadi.