El país que yo quiero es uno en el que un día, dentro de diez, quince o veinticinco años, el que esto escribe pueda visitar ... cualquier Ayuntamiento de Euskadi, poner la mano en el hombro de algún joven político -sea del partido que sea, incluso de lo que es ahora Herri Batasuna (HB)- y decirle, con orgullo, sabiendo que trabaja para un futuro compartido, pacífico y democrático, lo que Telesforo Monzón (escritor y histórico dirigente del PNV en la II. República y la Guerra civil) me dijo a mí hace 16 años: ¡Pero qué joven es este alcalde!». Y es que «Así fue», como el título de la biografía de Xabier Arzalluz, lo que acabó sucediendo. Las palabras iniciales no son nuestras sino de Ramón Jáuregui. Nosotros sí somos, sin embargo, esos jóvenes del futuro de los que hablaba en 1994 con memoria y ambición.
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Y es que precisamente de renovar la mirada iba la tesis del primer capítulo de este miniserie para el DV, cuando apelábamos a la importancia de conocer las generaciones en política, así como cuando en el segundo episodio publicado la semana pasada, anunciamos el posible 'sorpasso capital' de EH Bildu el 28M (para sorpresa de algunos). Lo hicimos porque las cifras son las cifras y nunca especulamos. Mostrando además nuestro profundo respeto a lo que es EH Bildu. No para activar ningún voto útil al PNV o al PSE. Nuestra independencia está acreditada, así como los resultados obtenidos con candidaturas improbables a izquierda y derecha.
Todo iba viento en popa para Bildu frente al PNV. Centrados en las temáticas domésticas como mayores, movilidad, seguridad, vivienda, comercios o jóvenes, hasta el último Sociómetro reconocía que eran primeros en voto directo tanto en Donosti (subiendo medio punto) como en Gasteiz (creciendo más de un punto). Hasta que los 44 de EH Bildu estallaron como trending topic nacional.
Ha habido muchos Arnaldo Otegi desde hace 46 años. Tras la detención de la Mesa Nacional de HB en 1997 en su trayectoria se han sucedido numerosas condenas relacionadas con el terrorismo, pero también importantes episodios en los que apostaba nítidamente por el fin de la violencia y la negociación. Como político fue un gran orador, con un olfato electoral excepcional. Temible en la tribuna del Parlamento Vasco, además de un gran estratega. Pero, en esta ocasión, ha mordido el anzuelo cargando desde la Plaza Nueva de Bilbao contra todos por lo de los 44: 1) contra el PP de Isabel Díaz Ayuso, vitaminándola; 2) contra el PNV «por los defectos del PNV», reforzándolo como partido alfa y moderador del sistema y 3) exclamando que «gobernaremos el país», vendiendo la piel del oso panda antes de cazarlo. Pareció incluso crecido. Y en política parecer es ser. Saliéndose de su cuadrante ganador, Otegi cometía el mismo error este 28M que Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez: nacionalizar una campaña local. Los aplausos en la Puerta del Sol y la calle Bambú, sede nacional de Vox, se escucharon desde Rocadragón, esto es, desde San Juan de Gaztelugatxe.
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Al PSOE le ha faltado didáctica en sus pactos con EH Bildu. El mensaje «es legal, pero indecente» no es inteligente porque no permite progresar. No es 'perestroika' sino restauración. Al igual que los indultos a los políticos presos en Catalunya sólo los podía impulsar una democracia fuerte, la mayor prueba de nuestra fortaleza democrática es que quienes combatieron al sistema con las armas, derrotados, hoy están dispuestos a participar con la palabra y con el voto. Pero estos mensajes son de legislatura y desde los indultos se ha perdido mucho el tiempo. No se pueden dejar para unas elecciones o el último minuto. La derecha te come o te construye el escenario, porque no te has explicado. Aunque lo de los 44 ya haya sucedido también en 2015 con un Gobierno del PP. Ser una democracia plena requiere de una didáctica plena desde el primer minuto. Los indultos se explicaron en abierto a toda la sociedad desde el Liceu. Yo estaba ahí.
La marcha atrás de 7 de los 44 tampoco ha sido para ayudar al PSOE sino por la discusión social abierta. Se ha ofendido a las víctimas y la decepción entre los demócratas ha sido enorme. EH Bildu nunca vencerá sólo por su militancia (ya activada) o por su fidelidad (en máximos), sino por los que faltan: un voto transversal local que huye a la mínima de la confrontación. Otegi ha recordado que sus casi 4500 candidatos suscriben la voluntad sincera de restañar heridas. Ese Otegi, situado en un marco superador de conflictos y en mitigar o aliviar el sufrimiento, hubiera resuelto esta crisis a la primera. Avanzando hacia el futuro es como ganaron Donosti en 2011. Y el PSOE accedió a La Moncloa en 2018.
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Se ha cambiado el guión con un cara a cara lamentable en el Senado entre Sánchez y Núñez Feijóo
Actualizamos cifras en San Sebastián: EH Bildu baja de 9 a 8 concejales (29.1% y sigue bajando) y el PP Vasco sube de 2 a 3 (9.7%). Gana el PNV con 9 (30.4%), PSE-EE obtendría 5 (16.3%) y Podemos 2 (7.8%). Quizás se desconocía también que el último escaño se lo jugaba EH Bildu con el PP. El escaño 3 de los azules es Vanessa Vélez, feminista, euskalduna, con vida fuera de la política, bregada en el municipalismo vasco de Andoain y Lasarte-Oria que vuelve tras ocho años. 1.000 votos menos lo cambian todo. En el universo España no sabemos todavía las consecuencias para el 28M -hay que seguir midiendo-. El PSOE fuera de la M-30, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, está sufriendo mucho con Vox engorilado, más fuerte como socio PP frente a sus socios de izquierdas. Se ha cambiado el guion con un cara a cara lamentable en el Senado y una sesión de control para olvidar en el Congreso.
Ya les dije que en 'Lendakaris muertos' se concentra todo el saber vasco. Ellos cantan con ironía, «se habla español en Euskal Herria, se habla español más que en Andalucía». Y tienen razón. Mientras se daba la disputa de los 44 va mi buen amigo, Andoni Ortuzar, viejo zorro, y se graba un vídeo para redes en Sanfuentes. Se le ve dando una vueltilla por su pueblo. Enseñando dónde votará el 28M, en una escuela que hizo la Diputación situada en una barriada donde su abuela aprendió a leer y en la que muy cerquita está el frontón donde jugando a pelota se rompió tantas veces la mano. Remata con una cola de vaca a lo Romario: «en un día flojo para la política vasca… (era lunes) tanto Feijóo como Sánchez han venido a hablar sólo de lo suyo… De Euskadi no han dicho nada, porque es una plaza de segunda. Sólo han hablado de lo de Bildu. Y de listas para arriba y para abajo» -dando bien en el hígado-. «¿Propuestas para Euskadi? -se cuestiona-. Ninguna». Sólo le faltó de fondo la txalaparta para triunfar en TikTok. Termina recordando que ambos se cogerán un par de aviones (como ha hecho EH Bildu en este tema situando su kilómetro cero en Madrid), mientras él dormirá a pierna suelta.
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Sonríe el burukide desde el Gran Bilbao gracias a la polémica. Nunca dejan pasar ni una. Las vascas son un deporte en el que siempre gana el PNV por cosas como ésta. Y con comodidad.
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