FEIJÓO LEE LA CARTILLA

El presidente gallego, el histórico barón del PP Alberto Núñez Feijóo, preludió ayer al CIS de José Félix Tezanos -que eleva a los cielos las ... opciones del PSOE- con unas reflexiones aceradas sobre las posibles causas que propiciaron el derrumbe de su partido en las últimas elecciones generales del 26-M. Al líder de los populares gallegos, que suele ejercer de tal y siempre ha regateado cualquier estridencia a la hora de verbalizar sus tesis, no le tembló el pulso para enmendar a la totalidad la errática estrategia de Casado en su estreno electoral. Tenía ganas de hacerlo, a pesar de que en el pulso sucesorio de Rajoy se escondió en el momento más decisivo, con el indisimulado disgusto del presidente saliente. No quiso medirse con sus posibles rivales cuando sus compañeros de 'baronía' le apuntaban como el más idóneo sucesor. Feijóo prefirió quedarse en Galicia y ver la mudanza de Génova desde la distancia. Pero ahora contempla con preocupación cómo se desmorona el castillo de naipes del PP. Y para que Feijóo ponga la voz de alarma, el partido tiene que estar muy mal. El presidente gallego abandonó ayer su sempiterna prudente discreción y se echó al ruedo de las críticas contra Casado. Feijóo -que se descarta de querer moverle la silla a Casado- está siendo por ahora el barón que con mayor rotundidad ha cuestionado la táctica del jefe de filas de los populares. Apela a la centralidad perdida, como lo ha hecho el mismísimo Alonso en Euskadi, pero va más allá cuando censura que el actual presidente del partido hubiera ofrecido ministerios a Vox horas antes de que se cerrase la última campaña electoral. Este espectacular resbalón de Casado, que fue interpretado como una reacción a la desesperada, fue abiertamente afeado por Feijóo, a pesar de que en su día muchos dirigentes se quedaron como estatuas de sal al escuchar semejante ofrecimiento. Feijóo echó en cara al actual líder del PP haber estado con el rabillo del ojo pendiente e influido por los embates de un Vox que en las urnas se desinfló. Ahora el CIS vuelve a meter presión al PP con unos pronósticos que agravarían aún más su maltrecha situación. Feijóo avisa a navegantes. Ojo.