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Los candidatos debaten sus propuestas
El debate guipuzcoano augura dificultades para fraguar pactos

El debate guipuzcoano augura dificultades para fraguar pactos

PNV y PSE evidencian su falta de complicidad en la cita de Teledonosti y diariovasco.com

Jorge Sainz

Miércoles, 21 de septiembre 2016, 12:17

El debate de esta pasada noche de miércoles entre los cabezas de lista por Gipuzkoa reflejó de nuevo la falta de complicidad entre las dos fuerzas, PNV y PSE-EE, llamadas a pactar tras el 25-S. Y augura dificultades para fraguar pactos en el Parlamento Vasco tanto para la investidura del lehendakari como para la posterior gobernabilidad. En la confrontación televisiva emitida anoche por Teledonosti y la web diariovasco.com, moderada por la jefa de Redacción de este periódico, Lourdes Pérez, la cabeza de lista socialista, Susana Corcuera, se declaró con las «manos libres» a la hora de pactar el futuro Gobierno Vasco y aseguró que el PSE-EE no se verá condicionado por los acuerdos vigentes con los jeltzales en ayuntamientos y diputaciones. El candidato del PNV, Joseba Egibar, viendo la jugada, se apresuró a aclarar que «nosotros también tenemos las manos libres» con los socialistas, y volvió a alentar la posibilidad de un gobierno jeltzale en solitario si se confirma la victoria holgada que pronostican las encuestas. Egibar, además, diferenció claramente el proceso de investidura del lehendakari de la posterior gobernabilidad.

La escenificación de las discrepancias entre peneuvistas y socialistas, muy evidente en la parte sobre el derecho a decidir, no se la creyó el aspirante del PP, Borja Sémper, que auguró que a partir del lunes «el PSE volverá a estar anulado por el PNV». «No tienes futuro como vidente», le replicó Corcuera. Maddalen Iriarte, de EH Bildu, terció poniendo sobre la mesa la vía del acuerdo de gobierno a tres entre PNV, EH Bildu y Podemos defendida por Arnaldo Otegi en campaña. El número dos guipuzcoano de Elkarrekin Podemos, Julen Bollain, que relevó a Pili Zabala en el debate al ser ésta candidata a lehendakari, se limitó a señalar que «cualquier pacto será refrendado» por las bases y sufrió los ataques del resto de contrincantes que le acusaron de «indefinición». Los resultados del domingo y las posibles sumas modularán las posiciones expresadas ayer durante un debate intenso y vivo que abordó temas como la política económica y social, el final de ETA y el derecho a decidir.

Políticas económicas y sociales. El bloque de gestión evidenció coincidencias entre EH Bildu y Elkarrekin Podemos, y unió, esta vez sí, a PNV y PSE-EE para denunciar las políticas del PP, al que trataron de acorralar por su propuesta de reformar la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), tildándola de «xenófoba». Una acusación que molestó a Borja Sémper, que retó a la socialista Corcuera a enumerar «una sola medida xenófoba» en el planteamiento del PP. «Señalasteis socialmente a unos colectivos», respondió Egibar en alusión a los inmigrantes.

Al rifirrafe se llegó tras lanzarse la pregunta de cómo sostener los servicios públicos en Euskadi, un tema que preocupa al ciudadano de a pie. Egibar abrió el fuego pidiendo una reflexión sobre la fiscalidad para financiarlos con «recursos propios» y sin recurrir a la «deuda». Enseguida se vio que la presa que buscaba el PSE-EE era el PNV. Corcuera, ducha en la materia ya que fue concejal donostiarra de Hacienda, criticó la gestión del Gobierno Urkullu, al que acusó de no poner todas los recursos «al servicio de la sociedad vasca», al «no ejecutar» 660 millones del Presupuesto y reducir las ayudas «al empleo industrial». En ese punto fue donde Sémper planteó reformas en la RGI o «apretar el cinturón en la administración acabando con los chiringuitos de determinado partido», en alusión al PNV. Iriarte y Bollain coincidieron en reclamar una política fiscal más progresiva. La representante de EH Bildu afeó al PSE-EE por «reducir un 7% la RGI con Patxi López» y a Urkullu por «mantenerlo». El portavoz de Elkarrekin Podemos defendió incrementar en 340 millones la dotación para esta renta a los desfavorecidos porque «esa cantidad son diez kilómetros del TAV». «¿Y dónde hacemos el tren?, ¿en un descampado?», respondió, irónico, Egibar.

Paz y convivencia. Los flecos derivados del cese de la violencia de ETA fueron la parte más agria del debate. Y también evidenciaron distancia entre peneuvistas y socialistas. Corcuera avivó al inicio del bloque la posibilidad de resucitar la ponencia de paz en el Parlamento Vasco «si EH Bildu va por dónde la señora Iriarte comentó que se podía ir para construir la convivencia». En ese sentido, la candidata independentista no tuvo reparos en repetir que cree que «estuvo mal que matara ETA» y que sería mejor que la banda «se disolviera». No obstante, se esforzó en dejar claro que también estuvieron mal «otras violencias», incluida la del franquismo, y en subrayar la responsabilidad del Gobierno central en el bloque del desarme. Borja Sémper apretó a Iriarte y sentenció que «ya está verificado que esta broma se acabó, pero a ETA le interesa una foto dando la mano a un señor para dignificar su derrota». El candidato de Elkarrekin Podemos sorprendió al resto con una propuesta para llevar a la Cámara una «ley de paz y convivencia» y un plan en esa materia hasta 2020, que desarrollaría Gogora, el Instituto vasco de la Memoria. Egibar resumió esta parte señalando que parece claro que «el pasado nos divide y hay que configurar el relato» en torno a la memoria. No obstante, su alusión a la visita de Felipe González en 2003 a la cárcel de Guadalajara para animar a los condenados por los GAL Vera y Barrionuevo encendió a la portavoz del PSE-EE. «Mi propuesta de un foro de partidos sobre paz ha saltado por los aires», lamentó Corcuera.

Derecho a decidir. La actualización del autogobierno y el futuro estatus vascos hicieron saltar chispas. Los candidatos de PSE-EE y PP siguieron su guion de campaña para intentar ubicar al PNV en posiciones radicales. Corcuera insistió en que los socialistas no estarán «en el bloque del derecho a decidir». Se trata de un aspecto clave de cara a un posible pacto entre PNV y PSE-EE, a priori la opción de alianza más probable frente al otro eje que se configura, entre EH Bildu y Elkarrekin Podemos. Aunque el lehendakari Urkullu sigue modulando su posición en este asunto, Egibar precisó que él quiere el derecho a decidir para que «el pueblo decida su futuro, y escalonadamente puede decidir escenarios intermedios hasta llegar a la independencia», explicó entre las sonrisas de Corcuera y el agradecimiento de Sémper por su «claridad». La representante de EH Bildu se mantuvo en salir de España cuanto antes bajo la tesis de que es un lastre.

Lo que no lograron ni Corcuera, ni Sémper ni Iriarte fue que el candidato de Elkarrekin Podemos definiera si defiende el derecho a decidir para que Euskadi siga dentro de España. «Queremos el derecho a decidir para que sea la ciudadanía la que decida sobre independencia sí o no, pero también sobre cuestiones socioeconómicas», se parapetó Bollain pese a la insistencia de sus interlocutores, especialmente de un Sémper que calificó de «mundo feliz» la propuesta del más joven de los cinco debatientes.

Tras hora y media de discusión, todos lograron conservar más o menos sus posiciones de partida, con EH Bildu tendiendo la mano a todos, incluso al PP. «Las ofertas serias no se hacen públicas», señaló Egibar para buscarle las cosquillas. «Pues empezaré a aprender a partir de ahora», replicó Iriarte. El debate continuará en el Parlamento.

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