La odisea de los universitarios para encontrar piso en Gipuzkoa: «Pago 500 euros por una habitación»
El acceso a una vivienda en alquiler durante los estudios se complica para miles de universitarios. La alta demanda hace que florezcan también los intentos de estafa, como han denunciado esta semana estudiantes Erasmus que llegaron a Donostia
Los tablones de anuncios se llenan de peticiones. 'Busco compañeros de piso en Donostia', 'Se busca estudiante para una habitación', 'Se alquila piso cerca de ... la universidad'... Encontrar un piso de alquiler donde residir durante el curso se antoja complicado para miles de jóvenes universitarios. ¿Las razones? La escasez de pisos, sumado a la carestía de la vivienda en Gipuzkoa, sobre todo en Donostia, que no para de subir, como asegura Martín Fernández, un universitario que viene desde Logroño y paga «495 euros por una habitación» en la capital guipuzcoana. Aunque a estas alturas la mayoría ya tiene firmado el contrato de arrendamiento, ya que el movimiento comienza en torno a marzo/abril, hay quienes todavía se las ven y se las desean para dar con un piso en alquiler.
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Y cuando la demanda multiplica la oferta, la picaresca y los engaños tienden a crecer. La reciente denuncia por estafa por parte de un grupo de alumnos de Erasmus, recogida en las páginas de este periódico, al adelantar una fianza de alquiler por un piso en Donostia que no existía, ha recrudecido aún más el problema de acceso a la vivienda. La necesidad de algunos, en este caso de los estudiantes que buscan piso para el próximo curso, es la oportunidad para otros que encuentran en la falta de vivienda el canal perfecto para delinquir.
Para muchos, resulta «insostenible» poder vivir en un piso de alquiler durante sus estudios universitarios. Ante este panorama, jóvenes vizcaínos, alaveses o navarros incluso se plantean la posibilidad de ir y venir en el día para ahorrase el alojamiento, que ahoga los bolsillos de muchos hogares vascos. En Gipuzkoa, el precio medio del alquiler no deja de crecer y está ya en 826 euros mensuales. La situación se recrudece aún más en Donostia, con 1.091 euros de promedio. No obstante, estas cifras toman como referencia los contratos inscritos en el registro obligatorio de arrendamientos del Gobierno Vasco, por lo que no se basa en las ofertas inmobiliarias en internet, que ascienden hasta los 1.595 euros de media.
La carestía y la escasez de los pisos en Gipuzkoa está empujando a alumnos de Bizkaia o Vitoria a ir y venir en el día
Asimismo, no en todos los municipios se paga lo mismo, ni siquiera dentro de la misma ciudad, donde varía el coste según el barrio que se escoja. Los más costosos se ubican en Aiete (1.221 euros de media); seguido del Centro (1.155 euros), Ibaeta (1.106 euros), Gros (1.076 euros), Antiguo (1.075 euros) –donde se concentran la mayoría estudiantes por su cercanía con la universidad pública– y Amara Berri (1.076). Otra opción es buscar un piso en municipios cercanos y más baratos, pero la oferta es ridícula e incluso nula. Lamentablemente, esta situación lleva a que los jóvenes tengan que seguir compartiendo piso mucho más allá de su etapa universitaria. Para facilitar esta búsqueda, cada universidad en Gipuzkoa dispone de diferentes plataformas y gestiones con agencias inmobiliarias, además de contar con plazas en residencias o colegios mayores, pero en estos casos, su coste duplica e incluso triplica la de una habitación en un piso compartido.
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Redes sociales o en tablones
Los universitarios, por lo general, no buscan a través de agencias para ahorrar en costes, y recurren a las redes sociales, tablones de anuncios, páginas web o a servicios como 'Ostatu' de la UPV/EHU, una plataforma que ayuda a los estudiantes a encontrar pisos completos o habitaciones compartidas que ofertan propietarios particulares. Desde este servicio corroboran la escasez de pisos en alquiler. «Hay pocos, en estos momentos hay solo cinco pisos disponibles, está bastante difícil», comentan sus responsables, al tiempo que añaden que «todos los años ocurre algo parecido». La residencia en el campus de Gipuzkoa también está llena.
En general, lo más buscado son «los pisos de tres habitaciones» y aunque en verano «la gente ya tiene todo más o menos atado», aún siguen llegando alumnos «desesperados. Esta semana han venido dos estudiantes de Bilbao preguntando por algún alojamiento pero se estaban planteando ir y venir en el día durante el curso porque no encontraban nada y empiezan ya». Desde la universidad pública reconocen la «necesidad» de oferta de alojamiento para estudiantes que existe hoy en día. Y no solo en Donostia. En Arrasate en estos momentos, las ofertas online de alquiler se reducen a ocho pisos, que oscilan entre los 750 y los 1.250 euros al mes. También existe la opción de alojarse en una residencia de estudiantes del entorno– Mondragon Unibertsitatea ofrece descuentos para sus alumnos– o en el colegio mayor ubicado en este municipio. Según reconocen desde la universidad, «el alquiler de pisos se ha complicado en los últimos años, pero tanto para estudiantes como en general para cualquier persona que quiera alquilar una vivienda».
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En Tecnun, la escuela de Ingeniería de la Universidad de Navarra, cuentan con una persona que se encarga de gestionar los alquileres con particulares y después los anuncios se suben a la web de alumnos y en estos momentos hay solo «cinco anuncios».
Las estafas por Internet a estudiantes Erasmus
Una veintena de estudiantes de Erasmus ha denunciado esta semana haber sido víctimas de una estafa al adelantar el pago de una fianza de alquiler. Realizaron el deposito para reservar el piso y al llegar a la ciudad, el supuesto propietario no apareció, según contó a este periódico uno de los estudiantes italianos, que puso una denuncia en la Ertzaintza. Según reclaman, «cada vez más estudiantes son víctimas de estafa, algunos incluso varias veces. Al no poder visitar en persona las casas que se muestran en los anuncios, hacen una videollamada en la que se muestran las habitaciones. El estudiante, cansado de buscar alojamiento durante meses, confía en el estafador, que se mantiene en contacto hasta el día de su llegada y luego desaparece».
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